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La APDH de Chubut, espiada por Gendarmería

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El organismo que planteó desde el primer día la hipótesis de la desaparición forzada de Santiago Maldonado fue blanco de espionaje por parte de Gendarmería. Así surge del expediente en el que se adjunta legajo y fotos del vehículo de Julio Saquero, integrante de la mesa nacional de ese organismo de derechos humanos y actor clave en la causa: su denuncia constituye la primera página del expediente. “Las reglas del juego están siendo vulneradas por quienes deben protegernos. No es por victimizarme: hicieron lo mismo con Matías Santana – el testigo mapuche que señaló a Gendarmería-: lo tuvieron precintado durante las 12 horas de rastrillaje a la comunidad”, dice a lavaca Saquero. Y cuenta con detalles cómo trata la justicia a quienes aportan datos para saber qué pasó con Santiago.

La APDH de Chubut, espiada por Gendarmería

Julio Saquero, de la APDH, reclama a los gendarmes durante el último rastrillaje a la comunidad mapuche


Julio Saquero es integrante de la Mesa Directiva Nacional de la APDH Argentina y de la Regional Noroeste del Chubut de ese organismo, y es una persona vital en la causa por la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Su testimonio abre la foja 1 del expediente penal que lleva adelante la fiscal federal Silvina Ávila con una denuncia precisa, fechada del 2 de agosto, que incluye detalles del día de la desaparición de Santiago. Saquero no sólo describió el irregular y violento operativo de Gendarmería, sino que como parte del expediente de habeas corpus detalló cuáles fueron las irregularidades en la investigación judicial. Hoy la APDH emitió un comunicado denunciando y repudiando la persecución y el espionaje a Saquero, según surge del expediente penal: «En el detalle de una de las desgrabaciones de un celular que corresponde a la Agrupación Chubut, es decir, la Gendarmería de Chubut, se da cuenta del envío de un archivo con el legajo completo de un vehículo que se corresponde con el del compañero Julio Saquero, junto con fotos de lo que parece una movilización».
No es la primera vez que en el marco de una desaparición forzada el Estado desvía su investigación hacia las víctimas, los testigos o los integrantes de organismos de derechos humanos. Es ese el motivo, precisamente, por el cual la APDH había presentado el 25 de agosto un habeas corpus preventivo para que se declaren ilegales «todas las prácticas policiales y de Gendarmería Nacional, que persigan, hostiguen, amedrenten o vulneren en cualquier aspecto, los derechos y garantías de la comunidad mapuche como de los familiares y amigos de Santiago Maldonado, los defensores de derechos humanos, trabajadores de prensa y los testigos de cargo declarantes en las causas que instruyen en éste Juzgado”.
El juez federal Guido Otranto lo rechazó.

La hora de Gendarmería y Noceti

Saquero sufrió una descompensación durante el último allanamiento en la Pu Lof, donde retuvieron con precintos a los integrantes de la comunidad, entre ellos el principal testigo de la causa, Matías Santana. Luego de varios días de reposo, Saquero se dirigió a la Fiscalía Federal para saber las novedades en el expediente de desaparición forzada. Allí se encontró con esta noticia, que cuenta en diálogo con lavaca.
-¿Qué pasó?
-Vamos con nuestro abogado para ver cómo habían avanzado las causas respecto a las escuchas de los teléfonos de los gendarmes. Son más de 200 horas de escuchas, un trabajo arduo, para analizar. El abogado me dice: «Mirá lo que encontré». Era algo que uno supone que puede pasar, pero a uno no le había tocado todavía. El aparato tiene una lógica impecable: es un informe del 4 de agosto -mismo día que se abre la audiencia de habeas corpus en el Juzgado Federal- con datos de mi vehículo y otros personales, que dice “Agrupación Chubut”. Es Gendarmería. El mismo día en que a la audiencia de habeas se presentaba el jefe del Escuadrón de El Bolsón, estaban metiéndome y presentaban en el expediente un informe de espionaje, con fotos de alguna manifestación. Eso no viene solo: viene dentro de un cuerpo de Policía Federal y aparece en un contexto donde estaba habiendo manifestaciones en Bariloche por la liberación de Facundo Jones Huala.
-¿Dice “Policía Federal”?
-Así encabeza el cuerpo. Surge dentro de las escuchas telefónicas que van señalando estos expedientes. Y en una parte ponen “comunicaciones de la Agrupación Chubut”, y ahí aparecemos nosotros. Lo incorporaron a partir de las escuchas, pero nosotros no sabíamos de esto. Afectan así tu seguridad personal. El auto que fotografiaron es un vehículo que utiliza toda mi familia, y no es tan fácil manejar por estas rutas. Precisamente esto habíamos denunciado en el habeas corpus preventivo que rechazó el juez Otranto.
-¿Esto demuestra que no era paranoia sino prevención ante posibles actuaciones ilegales?
-Exactamente. Y se sumaba con presentaciones de otras querellas en Naciones Unidas y la CIDH. Hay una medida cautelar vigente y eso quiere decir que está vigente una medida de protección para familiares y para la comunidad mapuche. Se supone que deberíamos tener esa protección cautelar, que otra vez la APDH está presentando ante Naciones Unidas. Los testigos están con temor, y si aún no se han presentado a la Justicia es porque se sienten perseguidos, tanto los integrantes de la comunidad como los amigos de Santiago de El Bolsón. Nosotros todo este tiempo hemos hecho ese trabajo de protección durante los rastrillajes, allanamientos y en cada presentación de testigos en Tribunales. No hemos tenido hasta el momento ningún tipo de cooperación desde la fiscalía o el juzgado federal. No puede ser: las reglas del juego están siendo vulneradas por quienes deben protegernos. No es para victimizarse, no es personal. Lo que siento es que no se le da importancia. Y todo este hostigamiento culmina con el principal testigo, Matías Santana, a quien en el último allanamiento lo tuvieron delante del juez y la fiscal precintado y tirado en el suelo durante 12 horas. Fue ahí que me descompensé de la indignación. Fue porque vi eso. Le dije al juez y a la fiscal que por razones humanitarias debían sacárselo, porque las manos ya estaban agarrotadas después de tantas horas. Pedí que, al menos, le pusieran las manos adelante. «No ha lugar», me dijo la fiscal. ¿Por qué razón? Me dice: «Porque se negó a identificarse». ¡Ya lo conocían porque había ido a declarar! Eso es hostigamiento y tortura. Y todo lo estaba presidiendo el funcionario Gonzalo Cané ( secretario del Ministerio de Seguridad de nación) que ya tendría que haber renunciado.
-¿Se comunicó el nuevo juez con ustedes?
-No aún. Sé que se ha comunicado con la familia, que era algo imprescindible. Esperamos que apenas se instale podamos mantener una relación normal con él. Esto es parte de la nueva etapa. Queremos que las reglas sean claras para todos. ¿Nos van a investigar a nosotros o a los responsables inmediatos, que señalamos desde el primer momento, que es Gendarmería y también Pablo Noceti? Hay elementos para empezar a indagarlos seriamente. Y creo que ya es momento de hacerlo.
 

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83 días después, Pablo Grillo salió de terapia intensiva

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Pablo Grillo
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83 días.

Pasaron 83 días desde que a Pablo Grillo le dispararon a matar un cartucho de gas lacrimógeno en la cabeza que lo dejó peleando por su vida.

83 días desde que el fotógrafo de 35 años se tomó el ferrocarril Roca, de su Remedios de Escalada a Constitución, para cubrir la marcha de jubilados del 12 de marzo.

83 días desde que entró a la guardia del Hospital Ramos Mejía, con un pronóstico durísimo: muerte cerebral y de zafar la primera operación de urgencia la noche del disparo, un desenlace en estado vegetativo.

83 días y seis intervenciones quirúrgicas.

83 días de fuerza, de lucha, de garra y de muchísimo amor, en su barrio y en todo el mundo. 

83 días hasta hoy. 

Son las 10 y 10 de la mañana, 83 días después, y ahí está Pablito, vivito y sonriendo, arriba de una camilla, vivito y peleándola, saliendo de terapia intensiva del Hospital Ramos Mejía para iniciar su recuperación en el Hospital de Rehabilitación Manuel Rocca, en el barrio porteño de Monte Castro. 

Ahí está Pablo, con un gorro de lana de Independiente, escuchando como su gente lo vitorea y le canta: “Que vuelva Pablo al barrio, que vuelva Pablo al barrio, para seguir luchando, para seguir luchando”. 

Su papá, Fabián, le acaricia la mejilla izquierda. Lo mima. Pablo sonríe, de punta a punta, muestra todos los dientes antes de que lo suban a la ambulancia. Cuando cierran la puerta de atrás su gente, emocionada, le sigue cantando, saltan, golpean la puerta para que sepa que no está solo (ya lo sabe) y que no lo estará (también lo sabe).

Su familia y sus amigos rebalsan de emoción. Se abrazan, lloran, cantan. Emi, su hermano, respira, con los ojos empapados. Dice: “Por fin llegó el día, ya está”, aunque sepa que falta un largo camino, sabe que lo peor ya pasó, y que lo peor no sucedió pese a haber estado tan (tan) cerca. 

El subdirector del Ramos Mejía Juan Pablo Rossini confirma lo que ya sabíamos quienes estuvimos aquella noche del 12 de marzo en la puerta del hospital: “La gravedad fue mucho más allá de lo que decían los medios. Pablo estuvo cerca de la muerte”. Su viejo ya lloró demasiado estos casi tres meses y ahora le deja espacio a la tranquilidad. Y a la alegría: “Es increíble. Es un renacer, parimos de nuevo”. 

La China, una amiga del barrio y de toda la vida, recoge el pasacalle que estuvo durante más de dos meses colgado en las rejas del Ramos Mejía exigiendo «Justicia por Pablo Grillo». Cuenta, con una tenacidad que le desborda: «Me lo llevo para colgarlo en el Rocca. No vamos a dejar de pedir justicia».

La ambulancia arranca y Pablo allá va, para continuar su rehabilitación después del cartucho de gas lanzado por la Gendarmería. 

Pablo está vivo y hoy salió de terapia intensiva, 83 días después.

Esta es parte de la vida que no pudieron matar:

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La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

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Una obra teatral que recurre al milagro como ingrediente imprescindible para una transformación. Un niño santo en un pueblo perdido. Su primera intervención paranormal desata furor y de todas partes van a suplicarle lo imposible. La transfiguración de Miguelito Pepe es un unipersonal con la dramaturgia y dirección de Martina Ansardi en el que el actor Tuco Richat se pone en la piel de varios personajes que dialogan con lo sagrado y lo profano. Este viernes 30 de mayo a las 20.30 podés ver en MU Trinchera Boutique la primera de tres funciones.

Por María del Carmen Varela.

La transfiguración de Miguelito Pepe: los milagros seducen

La transfiguración de Miguelito Pepe gira en torno a un fenómeno que sucede en un pueblo norteño. Miguelito, un niño de Famaillá, se convierte de la noche a la mañana en la gran atracción del pueblo. De todas partes van a conocerlo y a pedirle milagros. En todo el pueblo no se habla de otra cosa que del niño santo, el que escucha los pedidos de quien se le acerque y concede la gracia. 

La obra tiene dramaturgia y dirección de la activista y artista travesti Martina Ansardi, directora teatral, actriz, bailarina, coreógrafa y socia de Sintonía Producciones, quien la ideó para que fuera itinerante.

Se trata de un unipersonal en el que el actor Tuco Richat se luce en varios personajes, desde una secretaria de un manosanta que entrega estampitas a quien se le cruce en el camino, una presentadora de televisiòn exaltada a un obispo un tanto resentido porque dios le concede poderes a un changuito cualquiera y no a él, tan dedicado a los menesteres eclesiásticos.

La voz de la cantante lírica Guadalupe Sanchez musicaliza las escenas: interpreta cuatro arias de repertorio internacional.  A medida que avanza la trama, Richat irá transformando su aspecto, según el personaje, con ayuda de un dispositivo móvil que marca el ritmo de la obra y sostiene el deslumbrante vestuario, a cargo de Ayeln González Pita. También tiene un rol fundamental para exhibir lo que es considerado sagrado, porque cada comunidad tiene el don de sacralizar lo que le venga en ganas. Lo que hace bien, lo merece.

Martina buscó rendir homenaje con La transfiguraciòn de Miguelito Pepe a dos referentes del colectivo travesti trans latinoamericano: el escritor chileno Pedro Lemebel y Mariela Muñoz. Mariela fue una activista trans, a quien en los años `90 un juez le quiso quitar la tenencia de tres niñxs. Martina: “Es una referenta trans a la que no se recuerda mucho», cuenta la directora. «Fue una mujer transexual que crió a 23 niños y a más de 30 nietes. Es una referenta en cuanto a lo que tiene que ver con maternidad diversa. Las mujeres trans también maternamos, tenemos historia en cuanto a la crianza y hoy me parece muy importante poder recuperar la memoria de todas las activistas trans en la Argentina. Esta obra le rinde homenaje a ella y a Pedro Lemebel”.

Con el correr de la obra, los distintos personajes nos irán contando lo que sucedió con Miguelito… ¿Qué habrá sido de esa infancia? Quizás haya continuado con su raid prodigioso, o se hayan acabado sus proezas y haya perdido la condición de ser extraordinario. O quizás, con el tiempo se haya convertido, por deseo y elección, en su propio milagro. 

MU Trinchera Boutique, Riobamba 143, CABA

Viernes 30 de mayo, 20.30 hs

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Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro

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Una actriz que cautiva. Una historia que desgarra. Música en vivo. La obra Perla Guaraní volvió de la gira en España al Teatro Polonia (Fitz Roy 1475, CABA) y sigue por dos domingos. El recomendado de lavaca esta semana.

Por María del Carmen Varela

La sala del teatro Polonia se tiñe de colores rojizos, impregnada de un aroma salvaje, de una combustión entre vegetación y madera, y alberga una historia que está a punto de brotar: Perla es parte de una naturaleza frondosa que nos cautivará durante un cuarto de hora con los matices de una vida con espinas que rasgan el relato y afloran a través de su voz.

La tonada y la crónica minuciosa nos ubican en un paisaje de influjo guaraní. Un machete le asegura defensa, aunque no parece necesitar protección. De movimientos rápidos y precisos, ajusta su instinto y en un instante captura el peligro que acecha entre las ramas. Sin perder ese sentido del humor mordaz que a veces nace de la fatalidad, nos mira, nos habla y nos deslumbra. Pregunta: “¿quién quiere comprar zapatos? Vos, reinita, que te veo la billetera abultada”. Los zapatos no se venden. ¿Qué le queda por vender? La música alegre del litoral, abrazo para sus penas.

Relato salvaje guaraní: una perla en el teatro
Gabriela Pastor en escena. Detrás, Juan Zuberman interpreta a un ciego que toca la guitarra.

La actriz y bailarina Gabriela Pastor moldeó este personaje y le pone cuerpo en el escenario.  Nacida en Formosa, hija de maestrxs rurales, aprendió el idioma guaraní al escuchar a su madre y a su padre hablarlo con lxs alumnxs y también a través de sus abuelxs maternxs paraguayxs. “Paraguay tiene un encanto muy particular”, afirma ella. “El pueblo guaraní es guerrero, resistente y poderoso”.

El personaje de Perla apareció después de una experiencia frustrante: Gabriela fue convocada para participar en una película que iba a ser rodada en Paraguay y el director la excluyó por mensaje de whatsapp unos días antes de viajar a filmar. “Por suerte eso ya es anécdota. Gracias a ese dolor, a esa herida, escribí la obra. Me salvó y me sigue salvando”, cuenta orgullosa, ya que la obra viene girando desde hace años, pasando por teatros como Timbre 4 e incluyendo escala europea.

Las vivencias del territorio donde nació y creció, la lectura de los libros de Augusto Roa Bastos y la participación en el Laboratorio de creación I con el director, dramaturgo y docente Ricardo Bartis en el Teatro Nacional Cervantes en 2017 fueron algunos de los resortes que impulsaron Perla guaraní.

Acerca de la experiencia en el Laboratorio, Gabriela asegura que “fue un despliegue actoral enorme, una fuerza tan poderosa convocada en ese grupo de 35 actores y actrices en escena que terminó siendo La liebre y la tortuga” (una propuesta teatral presentada en el Centro de las Artes de la UNSAM). Los momentos fundantes de Perla aparecieron en ese Laboratorio. “Bartís nos pidió que pusiéramos en juego un material propio que nos prendiera fuego. Agarré un mapa viejo de América Latina y dos bolsas de zapatos, hice una pila y me subí encima: pronto estaba en ese territorio litoraleño, bajando por la ruta 11, describiendo ciudades y cantando fragmentos de canciones en guaraní”.

La obra en la que Gabriela se luce, que viene de España y también fue presentada en Asunción, está dirigida por Fabián Díaz, director, dramaturgo, actor y docente. Esta combinación de talentos más la participación del músico Juan Zuberman, quien con su guitarra aporta la cuota musical imprescindible para conectar con el territorio que propone la puesta, hacen de Perla guaraní una de las producciones más originales y destacadas de la escena actual.

Teatro Polonia, Fitz Roy 1475, CABA

Domingos 18 y 25 de mayo, 20  hs

Más info y entradas en @perlaguarani

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