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Un mes sin Santiago: todo lo que hay que saber

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La Gendarmería irrumpió en el territorio sin orden judicial. La hipótesis del gobierno fue desmentida por testigos que estuvieron con Santiago del 27 al 1 de agosto, cuando desapareció. La comunidad testifica haberlo visto siendo detenido por Gendarmería. Los informes de seguridad que constan en la causa coinciden con los horarios señalados por los mapuches. Los gendarmes de Esquel y El Bolsón en la mira, y el rol activo del jefe de gabinete de Seguridad, Pablo Noceti. A la espera de pericias clave y expectativa por el secreto de sumario. En la calle, un solo grito: ¿Dónde está Santiago Maldonado?
“La desaparición de Santiago es un límite social”, dijeron a lavaca Sergio Maldonado y Andrea Antico, hermano y cuñada del joven de 28 años desaparecido desde el 1 de agosto, cuando se cumplieron 21 días de que fuera visto por última vez en el operativo de Gendarmería en la Pu Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen.
Hoy se cumple un mes desde que el joven fue visto por última vez.
El Gobierno insiste con la hipótesis de que un puestero de Benetton denunció que el 21 de julio fue asaltado por un grupo que se autoproclamó de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) e hirió a uno de ellos. Desde entonces, se dijo que Santiago podría haber muerto o que podría estar herido y haber cruzado a Chile.
Distintos testimonios y pruebas lo desmienten.
¿Qué es lo que se sabe y lo que aún resta por saberse a un mes de esta desaparición forzada en democracia?

Los días previos

lavaca habló con cuatro personas que vieron, hablaron y estuvieron con Santiago entre el 27 de julio y el 1 de agosto.
Tres vieron al joven en dos eventos distintos el 27 y el 29 de julio.

  • María Eva Babarini, del Colectivo FM Alas, dijo: “Estaba impecable, perfecto, caminaba muy bien, se relacionaba con la gente maravillosamente, no tenía ningún tipo de rasgo de haber tenido algún encuentro desagradable con nadie y, mucho menos, que lo hayan lastimado en el cuerpo”.
  • Ese mismo día -27 de julio- Yanina Aleuy habló con él: “Estaba ahí: entero”.
  • Facundo Herrera Aquino estuvo con Santiago el 29 de julio en un evento de rap femenino en Alas. Tomaron unas cervezas: “Te juro que lo vi saltando, agitando. Estaba disfrutando, cantando, bailando. Como siempre. Es súper energético: el chabón no se quedaba quieto ni un segundo. Si lo hubieran apuñalado no habría podido hacer las cosas de esa manera”.

La familia también aportó pruebas. La primera es un cruce de SMS (mensajes de texto) que Santiago tuvo con su cuñada el 25 de julio, día de su cumpleaños.
La prueba confirma que hubo un cruce telefónico a uno de los celulares de Santiago cuatro días después de cuando habría sucedido el presunto ataque del puestero. Se suma a la conversación que tuvo con su madre el 27 de julio y que, según fuentes de la investigación, consta en los registros. La familia también presentó fotos y videos para acreditar que una de las personas que se ve en el corte de la Ruta 40 es Santiago.
Una cuarta persona -que prefirió mantener su nombre bajo reserva- dijo en exclusiva a lavaca que llevó a Santiago a la Pu Lof el 31 de julio a la mañana. También vio que, al momento de la represión, el joven tomó su mochila y corrió en dirección al río.
El testimonio: “Él siempre me decía: ´Cuando tengas un pedacito vamos para la Lof´. Yo sabía que era vegetariano, entonces bromeaba: ´Estás loco, te vas a espantar: son todos carnívoros´. Siempre que él quería ir estábamos muy llenos por una cosa o por la otra. Unos días antes de todo el despiole, fuimos para Esquel y vio el campo de pasada. En Esquel conoció a algunos de los que iban y quedó mucho más enganchado de conocer el lugar. A la vuelta, lo dejamos en la Biblioteca. Quedamos en que el lunes iba a haber una movida y que yo iba a salir temprano para el campo. Entonces pasé a buscarlo a él y a un amigo”.
-¿La primera vez que ingresó a la comunidad fue el 31?
-Sí.
-¿Cómo fue ese día?
-En el camino levantamos a más gente. Alguna gente que tenía ganas de ir porque se estaba pidiendo la liberación de Facundo (Jones Huala, en ese momento hacía poco más de un mes que estaba preso). Llegamos al campo.
-¿A qué hora?
-Entre 9:30 y 10 habrá sido

El 31 de julio

Los integrantes de la Pu Lof en Resistencia decidieron el 31 de julio iniciar un corte a la vera de la Ruta 40 en reclamo de la liberación del lonko Facundo Jones Huala, que llevaba más de un mes preso en la Unidad 14 de Esquel.
Dice un mapuche a lavaca:
Ya sabíamos lo que había pasado ese día: en una protesta en ese Juzgado, a las 7:15 de la mañana, teníamos seis detenidos. Después del mediodía, ya eran nueve. Habían reprimido muy feo: una lamién (hermana) terminó con un diente roto y otro sacado. Aquí el único método de protesta que tenemos es saltar a la ruta y conversar un poco con la gente para que sepa cuál es el contexto en el que estamos. El corte se mantuvo hasta las 5 de la tarde, que aparece Gendarmería con un Unimog y tres camionetas, cargadísimos. Fue en el cruce de las rutas 40 y 70, a 1 km de aquí ”.
Según detalles del expedientes a los que tuvo acceso lavaca, Gendarmería informó que a las 13 horas de ese día se hicieron presentes el primer alférez Daniel Gómez y los oficiales de apellido Coronel, González, Coca Alba, Carmen Saldaño y Echazú. A las 17:15 -mismo horario que describe el peñi-, surge de las actas de los gendarmes que personal a cargo del Comandante Principal Fabián Arturo Méndez, del Escuadrón 35 de El Bolsón, trajo el oficio 972/2017 del Juzgado Federal de Esquel.
“Nos acercamos con algunos peñi hacia el cruce y cuando estamos llegando, empiezan a a efectuar disparos con balas de goma y algunos tiros 9mm que se escucharon. Respondimos con hondas de revoleo. Ahí es cuando se retiran del lugar, y ya 1 ó 2 kilómetros más atrás nos leen una orden de desalojo de la ruta. La orden la desconocemos hasta el día de hoy porque nos la leen por altoparlantes”.
Esa lectura está registrada en uno de los videos que difundió C5N.
Sigue el relato:
“Evaluamos con los peñi y las lamien qué hacer. Entre ellos estaba Santiago, que había llegado ese día para acompañar. Con ideas muy claras: era un pensador que también cultivaba el proyecto de vivir de forma autónoma, como nosotros. Por eso acompañaba el proceso de recuperación. Mantenía siempre activo un sentido de luchar socialmente. Santiago había llegado un rato antes del mediodía y de los cortes. Hicimos el ingreso al campo. Dejamos un pino afuera en la ruta”.

El 1 de agosto

Sigue el mapuche: “Gendarmería lo vino a sacar cerca de las 4 de la mañana: ahí apareció un contingente muy grande”.
En las actas del expediente, el primer alférez Gómez informó estos horarios.

  • 3:30: personal del Escuadrón Nª 35 de El Bolsón -apoyado por personal del Escuadrón N! 36 de Esquel- aprovecharon que “los manifestantes no se encontraban sobra la ruta 40” y procedieron a desarmar “cuatro barricadas compuestas por palos, árboles cortados, piedras y chatarras distribuidas estratégicamente”.
  • 5:30: Labra un acta (fojas 14) en la que expresa que “ante la ausencia de manifestantes no hubo enfrentamiento con personal uniformado”. Y que una vez “despejada la ruta en cumplimiento a la demanda judicial 972/2017 se informó lo actuado al magistrado interviniente telefónicamente”. El magistrado interviniente es Otranto. Es la última vez que se consigna una comunicación con el juez.

Sigue el relato:
“Alrededor de las 6 de la mañana, antes que esclarezca el día, se vuelve a acercar un Unimog con una camioneta con las luces apagadas. Nosotros reflectoriamos desde el lado de adentro del campo y cuando prendimos el reflector, empiezan a disparar desde la ruta hacia adentro. También se empiezan a prender los reflectores del Unimog. Los efectivos llegan hasta el alambre. Ahí hacemos autodefensa de nuevo con la honda de revoleo y piedras y logramos que no ingresen. Se van. Para eso, ya nos habían dejado bastante alerta. Después, tipo mediodía, a las 11, evaluamos seguir con el corte”.
La descripción también coincide con las actas del expediente. Según Gendarmería, a las 11:15, “en cumplimiento del oficio 972/2017 se procedió al despeje del corredor antes mencionado”. Dice el peñi: “Evaluamos seguir porque, más allá de que a las fuerzas represivas las teníamos ahí, entendíamos que no había que dejar de protestar, comprendiendo que lo que quiere el Gobierno es eso”.
Lo que siguió entonces, según el testimonio del mapuche, fue la cacería.
“Entramos de vuelta a a ruta, pusimos el pino y ya se nos vino todo el contingente de Gendarmería. Nosotros vimos alrededor de 100 efectivos. Hoy los medios afirman que son 80. Les solicitamos la orden. No nos dicen nada. Empiezan a bajar. Les dijimos: ´Si van a reprimir, que sea con una orden. Queremos la orden´. Nunca nos la dieron”.
-¿No la leyeron por altoparlante como el día anterior?
-No, ahí solamente vinieron. Se formaron a lo largo del alambrado. Algunos, campo más arriba, venían disparando con 9 mm. Los del medio venían tirando con escopeta. Empezaron a reprimir. Nosotros hicimos uso de autodefensa de vuelta. Y ahí nos logran correr hacia dentro del campo. Una vez entrando dijimos: “Ya está, era solamente la ruta, ahora la tienen despejada: hagan lo quieran”. Pero cuando nos estábamos dando vuelta para entrar al predio, como yendo para la guardia (una casita de madera), los efectivos siguieron disparando, disparando y disparando, y cuando nos dimos vuelta para mirar, en el plazo de dos segundos, teníamos ya toda la milicada del lado del alambre. Así que ahí dijimos: “Van a querer entrar”. Seguimos peleando como pudimos. Ahí es cuando atraviesan un Unimog, se apuestan unos tiradores detrás y empiezan a disparar. Entonces aparece un efectivo con escudo, que es el que rompe el candado de la tranquera. Otro patea la puerta. Y ahí todos entran corriendo y disparando a los gritos de “agarren a uno, agarren a uno, agarren, agarren”. Tratamos de seguir resistiendo dentro, pero no se pudo más: eran muchos efectivos corriendo al grito de “agarren”. Los disparos no cesaban. Y ahí es donde logramos correr y salvaguardar nuestras vidas tirándonos al río. Nos encontramos todos del otro lado, pero faltaba uno. Y era el compañero que hoy nos sigue faltando.
-¿Vos fuiste uno de los que cruzó el río?
-Sí. Es el Río Chubut. El cruce fue muy difícil porque íbamos cruzando y los gendarmes nos seguían disparando, tirando piedras. No reconocían que tenían vidas enfrente.
-¿Y luego hicieron la reconstrucción?
-Sí. Ahí dijimos: “Falta el Brujo”. La voz de alto se escuchó en todos lados, porque acá hay un montón de eco. Cuando estamos cruzando se escucha. Lo ven llegar hasta el río, pero no logra cruzar porque era tanta la lluvia de balas y piedras. No conocía la zona tampoco. Se quedó agarrado de una rama, abajo de las matas. Y después se ve lo que decimos: tres efectivos golpeando a alguien, en el mismo lugar donde se encuentran sus cosas después en los rastrillajes, y como cargando algo al Unimog.
-¿El Unimog estaba de culata al río?
-Sí, de culata. A unos 40 metros: está el río, hay una subidita y ahí está el Unimog. Nosotros al llegar al cerro vemos que el Unimog sale soplando para la ruta y sale para el desvió de la Ruta 40. Ahí para otra camioneta al lado, los efectivos hacen toda una pantalla, bajan algo, cargan algo y la camioneta blanca se va soplando rumbo a Esquel. Hay muchas pruebas suficientes ya para lo que es la desaparición del Brujo: la sociedad sabe que el responsable directo es Gendarmería. Se puso en duda si estuvo o no estuvo: sí, estuvo. Santiago estuvo acá, defendió al territorio y lo chupó la Gendarmería.
-Desde el momento en que la Gendarmería irrumpe al territorio y ustedes cruzan el río, ¿cuánto tiempo pasó?
-Media hora habrá sido, más o menos. Si a las 11 comenzó, 11:30 ya estábamos del otro lado del río. Lo de Santiago pasó en ese trayecto.
El defensor federal de Esquel, Fernando Machado, se presentó en la comunidad ese mismo día y tomó testimonios a las 19:10: desde ese momento consta en la causa el relato de los hechos. Otro testimonio clave es es el de Julio Saquero, integrante de la Regional Noroeste de Chubut de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) e integrante de la Mesa Directiva Nacional del organismo. Es un relato pormenorizado de los hechos que avala la versión de la comunidad y de la familia. Saquero llegó a las 13 horas del 1 de agosto al enterarse la represión en la Pu Lof junto a su compañera Mabel Sánchez, presidenta de la Regional Noroeste. Los gendarmes no los dejaron ingresar. El relato de Saquero abre la foja 1 del expediente que lleva adelante la fiscal federal Silvina Ávila por desaparición forzada de persona.
Su testimonio está fechado el 2 de agosto a las 17:20 horas.

  • “Había aproximadamente 10 ó 12 vehículos en la ruta y dentro del predio. Vimos que había gente detenida y aproximadamente 30 efectivos de Gendarmería. Había un camión donde se estaban cargando objetos que no podíamos distinguir. Todo esto sucedió desde las 13:00 (horario en que llega Saquero) hasta las 17:00 hs. Fueron llegando familiares que querían entrar pero no se lo permitían. En algún momento comienza a haber una conmoción muy grande, un fuego muy fuerte y me llamó la atención porque había gritos y de todas maneras no permitieron ingresar”.
  • “Finalmente todo terminó a las 17:00 hs que se retiró el operativo y nunca pudimos lograr que nos dijeran de qué se trataba. Algunos de Gendarmería nos decían que era un desalojo, otro que era un allanamiento, otro que era una orden de Guido Otranto (juez) y que teníamos que averiguar en el Juzgado, lo que hicimos y como todavía no había denuncias de desaparición de personas, nos estamos presentando porque a partir de esta situación desapareció Santiago Maldonado”.
  • “Las personas de la comunidad nos dijeron que fue aprisionado en el borde del río por los Gendarmes pero ellos nos negaron que hubiera algún detenido o herido y por eso presentamos esta denuncia”.

Saquero dijo a lavaca: “Nuestra intención fue visualizar quién era el jefe del operativo: cuando nos presentamos, nos dijeron que era el comandante Méndez”. Fabián Arturo Méndez es el Comandante Principal del Escuadrón 35 de El Bolsón.
Otros de los apuntados saltan en la causa el 4 de agosto, cuando el comandante del Escuadrón 36 de Esquel, Juan Pablo Badié, dice sobre ese día que “ellos no hicieron actuaciones sino el Escuadrón 35 de El Bolsón”. Cuatro días más tarde, en respuesta al pedido del Ministerio Público Fiscal, Badié responde en el oficio 263 quiénes fueron algunos de los efectivos (con el comandante Juan Pablo Escola a la cabeza) que participaron en apoyo al operativo “a cargo” del Escuadrón 35. Saquero cuenta que el 6 de agosto fueron notificados de una diligencia que se haría en el Escuadrón 35: se sorprendió al ver quién los recibió de Gendarmería: “Era el comandante Méndez. No me dejaron sacar fotos. Había tres vehículos: dos Amarok y un camión Iveco. El comandante dijo que esos eran los que se iban a analizar. Su presencia estuvo durante todo el procedimiento”.

El rol de Noceti

En su interpelación en el Senado, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, ubicó a su jefe de Gabinete, Pablo Noceti, a las 12:30 del 1 de agosto en el operativo represivo de Gendarmería nacional. El dato no pasó desapercibido para los abogados y los organismos querellantes: la máxima responsable de la cartera de seguridad del país confirmó la presencia del funcionario. “Se bajó del auto porque iba para Esquel a seguir con las tareas que estaba realizando, saludó a la Gendarmería y siguió-dijo Bullrich-No participó, no dio órdenes, no tuvo nada que ver con la parte operativa. Es un principio que tiene el Ministerio de Seguridad: nosotros dirigimos la estrategia, no damos órdenes operativas sobre el terreno”.
En dos entrevistas radiales, Noceti se ubicó en tiempo y espacio en la coordinación de dos operativos represivos que se llevaron a cabo esos días: tanto el 31 de julio, en Bariloche, como en Esquel, con represión y posterior desaparición del joven de 28 años. El funcionario admitió que coordinó personalmente a fuerzas federales y provinciales de Río Negro y Chubut para “tomar intervención y detener a todos y cada uno de los miembros del RAM que produzcan delitos en vía pública en flagrancia”. Noceti confirmó esos dichos y su presencia en una entrevista con lavaca, en la que acusó de mentirosos a la comunidad, a los organismos querellantes y a la Defensoría Federal.
Uno de los testimonios clave que confirman la presencia de Noceti en la zona mientras se desarrollaba el operativo es Soraya Maicoño, una de las tres personas demoradas durante la mañana del 1 de agosto. Hoy tiene una causa federal por entorpecimiento de servicios públicos. Hace dos semanas contó a lavaca que llegó a la Pu Lof a las 9 de la mañana luego que le avisaran que la Gendarmería estaba “balaceando y reflectoreando el territorio”. Su horario de llegada coincide con lo informado por Gendarmería en el expediente: el primer alférez Daniel Gómez dijo que a las 9 de la mañana observó un vehículo color gris que ingresa por un camino al margen de la ruta 40 “a la construcción que se encuentra a 400 metros”. Sin ningún tipo de precisión sobre el motivo de la actuación, a la 10:30 establecen que personal apostado observó al auto salir y que se “ordena a un vehículo oficial realizar un seguimiento controlado”.
Sigue Soraya: “A las 10 de la mañana la lamien dice que me vaya lo antes que pueda, porque allí cuesta agarrar la señal telefónica y teníamos que informar a las diferentes organizaciones cuál era la situación. Salí de allí a las 10:30. Apenas salimos con dos lamien del campo, una camioneta de Gendarmería nos siguió. A la altura de la estancia de Leleque, del casco de la entrada de Benetton, que es también a la altura de la subcomisaría, nos detiene Gendarmería. Allí ya había dos camionetas apostadas con conos bien grandes. Eran tres camionetas, contando la que nos seguía desde el Lof”.
-¿Era una de las camionetas blancas de Gendarmería?
Sí, de esas blancas con cuadraditos verdes al costado de las puertas. Ahí nos piden los papeles del auto y los documentos. Preguntamos por qué: dijeron que era tarea de rutina. Ahí nos empezaron a revisar el auto, todo de una manera muy prepotente, pero como sabíamos cómo se estaban manejando en los últimos días, sabíamos que cualquier situación de enojo o resistencia de nuestra parte iba a generar una nueva detención. El día anterior habían sido detenidos en Bariloche 9 lamien. ¿Quieren revisar? Revisen. Pero veíamos que sólo nuestro auto era el que detenían: el resto pasaban sin ningún problema, tanto los que iban para Esquel como para el lado otro lado.
-¿Qué pasó?
-A las 11 de la mañana todos se suben a las tres camionetas con muchísima urgencia y se van en dirección al campo. Ahí nos dejan con tres gendarmes, en la ruta. No nos decían nada, no nos respondían nada. Pasaron dos horas. Aparece otra camioneta: planteamos la situación, preguntamos por qué estábamos detenidos, si estábamos circulando lo más bien. Ahí veo que abren la parte de atrás de la caja y puedo ver diferentes elementos de la comunidad: cajón de herramientas, motosierra, mochilas.
¿Qué hora era?
-Un poco antes de la 1 de la tarde. Porque después, tipo 1:15, empezamos a preocuparnos porque vuelven a ponerse los cascos y a salir en dirección al Lof. Ahí pienso: “Ya entraron, nos quitaron todo”. También podía ver cómo salían las camionetas blancas del casco de la estancia de Benetton. Hablaron con los gendarmes. Eran como que estaban muy al tanto de lo que pasaba. Hacían consultas, se informaban. Pedíamos ir al baño, nos decían que nos aguantáramos, que hagamos entre los yuyos. Les dijimos que no, que nos dejaran seguir porque no teníamos por qué estar detenidas.
-¿Todo esto fue en medio de la ruta?
-Todo en la ruta. Por eso pude ver que la camioneta de Gendarmería tenía nuestras cosas. Había una mochila que me llamó la atención porque estaba muy limpita. Allá se ensucian muy fácil, pero esta era una mochila mediana con colores verdes a los costados. Había una mujer gendarme y dos hombres. Nosotros estábamos en el auto y cada vez que salíamos nos sacaban fotos. En eso vemos que viene una camioneta blanca con unas luces azules, tipo led, en lo que sería la parrilla del vehículo. Luces todas chiquititas, muy aparatosas, nunca las habíamos visto. Y ahí baja un hombre, saco largo, alto, flaco, le da la mano a cada uno de los gendarmes. La lamien se le acerca, se presenta y le pregunta quién era, que por qué nos tenían demorados hacía más de dos horas, que nos quitaron los papeles del auto, los documentos, y entonces dice: “Yo soy el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación y si yo quiero las puedo tener seis horas también”. Nos quedamos duras.
-¿Era Pablo Noceti, jefe de gabinete del Ministerio de Seguridad?
-Era Noceti.
-¿Hora?
-Más o menos entre las 13 y las 13:15 del mediodía, porque hacía más de dos horas que estábamos ahí y nos habían detenido a las 11. Me pegó una mirada con mucho desprecio. Me di cuenta que era un funcionario por el modo en que habló.
-¿Cómo siguió el diálogo?
-Nada. Él se subió a la camioneta, cortó el diálogo y se fue rumbo a Esquel
Soraya cuenta que Noceti volvió a pasar por el retén. Fue en el momento en que querían hacerles firmar un acta como si ellos hubieran salido de la estancia de Benetton en Leleque. Uno de los testigos de Gendarmería para labrar ese acta es Héctor Guajardo, un empresario conocido en la zona por balear a mapuches. “Estábamos en eso cuando otra vez aparece la camioneta de Noceti volviendo de Esquel. Eso tipo 6 de la tarde. Hizo lo mismo: se bajó, habló con gendarmes, un lamien intentó hacerle una entrevista y ahí volvió a arrancar. Ese fue el momento de la foto que circuló de él”.

Por qué el operativo es ilegal

Dice Paula Litvachky, directora del Área de Justicia y Seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), uno de los organismos querellantes en la causa.
“Lo que sucedió se explica sólo si se analiza la hipótesis de que aprovecharon esa flagrancia para realizar un procedimiento que querían realizar sí o sí, y que tenìa como destinataria a una comunidad que la propia ministra de Seguridad había vinculado públicamente como un lugar que alojaba a personas con prácticas terroristas. Así decidieron ingresar a la comunidad y hacer un operativo. Si damos crédito por un segundo que hay un hecho flagrante por el cual ingresan a la comunidad y que ese hecho es el de detener a quienes supuestamente agredieron a un gendarme, pero de ahí es más todo lo que hicieron no está justificado y es ilegal (destrozos y quema de pertenencias). Y ese operativo ilegal fue el origen de la desaparición de Santiago”.
Dice Verónica Heredia, abogada de la familia Maldonado:
“Pasamos de la flagrancia a la desaparición forzada sin una coma en el medio. ¿Por qué? Porque la orden de Otranto del corte de ruta del 31 de julio y que se implementa el 1 de agosto, es solo eso: una orden para desalojar la ruta. La cuestión es que Noceti venía haciendo apología de la flagrancia y de todo lo que se puede hacer con esta figura. Entonces la explicación de por qué la Gendarmería ingresó al territorio mapuche es porque dijeron que habían vuelto a intentar cortar la ruta, y esa flagrancia los habilitaba para ingresar. Eso es lo terrible: flagrancia igual a desaparición forzada. ¿Y quién lo habilitó? Noceti. Por eso tiene que ser indagado”.

El Estado

La abogada Heredia responde qué está haciendo el Estado para buscar a Santiago:
“El Estado se compone del Poder Ejectuvo, del Poder Legislativo y el Poder Judicial. Hasta ahora, el Poder Legislativo ha pedido la interpelación de la ministra Bullrich en la Comisión de Derechos Humanos y en el Senado. Conocemos que algunos diputados están avanzando con denuncias, pero institucionalmente también tiene su responsabilidad. El Poder Judicial duda, toma algunas medidas tarde y el Ministerio Público Fiscal recién hoy asume la desaparición forzada. Por otro lado, el Poder Ejecutivo niega. En ese sentido, ¿qué está haciendo el Estado en su Poder Ejecutivo? Configurar el delito de desaparición forzada”.
La familia denunció a lavaca que en diversas reuniones los funcionarios del Estado le dijeron que estaban buscando a una persona extraviada. Dice la abogada Heredia: “Todas las medidas fueron tardías. Todas. Lo único que hizo rápido fue dar una recompensa, poner alertas en los aeropuertos, pedir en las fronteras y en las terminales. ¿Esto es una lógica de qué? De una persona que se está fugando, que está huyendo, y no de una víctima de desaparición forzada”.
Algunas de las medidas que se tomaron desde el Juzgado Federal o la Fiscalía podrían sintetizarse en el reporte que realizó la fiscal Ávila dirigido a Ramiro Badía, coordinador de la Dirección Nacional de Asuntos Jurídicos en materia de derechos humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

  • Señala que las prendas con las que se hicieron los rastrillajes (cuello, gorro y buzo) están “contaminadas” y que presentaron “inconsistencias”. Por eso se avanzó en el allanamiento de la casa de Santiago en El Bolsón. Los veedores de los rastrillajes (APDH y Comisión Provincial por la Memoria) indicaron que los perros realizaron tres veces el mismo recorrido. Por la supuesta “contaminación” de las pruebas es que se pone en duda la presencia “indubitable” de Santiago.
  • Sostiene que el rastrillaje a la comunidad del 5 de agosto tuvo que ser suspendida por la “férrea oposición” de la comunidad mapuche que no dejó avanzar hacia el otro lado del río. Si bien este punto fue desmentido por los actores veedores, resulta contradictorio ya que la propia Ávila remarca en su escrito que los buzos de Prefectura “explicaron las razones por las cuales el cuerpo del joven Maldonado no pudo haber realizado un largo recorrido” del río por sus caractéristicas: porca profundidad y una zona llena de ramas y malezas. Un segundo rastrillaje con 400 efectivos se realizó el 16 de agosto: los organismos querellantes sostuvieron a lavaca que fue el propio juez Otranto quien decidió no continuar del otro lado del río. Nada dice Ávila de esta medida.
  • Recordó los rastrillajes en los Escuadrones 35 (El Bolsón), 36 (Esquel) y 37 (José de San Martín). Los elementos encontrados en el escuadrón de El Bolsón (soga con una supesta mancha de sangre, pelos y un cono de señalización vial) fueron sometidos a peritaje, “a la fecha sin el resultado y/o conclusiones”. La familia cuestionó la tardanza de esta medida clave: los rastrillajes llegaron 10 días después de la desaparición de Santiago. No fueron allanamientos: la Justicia no secuestró ese día ningún elemento de la fuerza federal.
  • “Se encuentra en análisis el estudio técnico sobre las líneas celulares que utilizaba Santiago, se analizaron los teléfonos celulares utilizados por él, su georreferenciación, etc. Tales medidas se encuentran en proceso”. Los móviles son tres: uno con característica de 25 de Mayo (con este se comunicaba con su familia), otro con característica de El Bolsón y otro chileno.

La fiscal también pone en duda los testimonios de la comunidad ya que, señala, muchos de ellos no pudieron ser judicializados “fundados en un supuesto temor a ser incriminados u hostigados por autoridades judiciales”.
La abogada Heredia subraya que ese descreimiento es parte del andamiaje estatal que se pone en marcha ante cada caso de desaparición forzada en democracia: “Estamos hablando de cuestionamientos a testimonios que están en el lugar de la represión de la violencia institucional. Lo que ocurrió el 1 de agosto forma parte de una práctica sistemática de represión por parte de Gendarmería al pueblo mapuche. Esto es una desaparición forzada anunciada: se da por una sistemática violación de derechos por las fuerzas policiales con apoyo del poder político y el silencio del Poder Judicial. En un momento iba a suceder esto. Sólo hay que investigar la relación de hostigamiento de Gendarmería hacia el pueblo mapuche, como la represión de enero. Cuando realmente se pongan a investigar y dejen de mirar a Santiago, vamos a entender qué sucede”.
La fiscal Ávila levantará el secreto de sumario el 4 de septiembre. En ese momento se sabrá cuáles fueron las medidas que tomó tendientes al rumbo que adquirió la causa con la recaratulación a desaparición forzada de persona y a la “gravedad” del caso por tratarse -como remarcó- de “la desaparición de un joven en el marco de un procedimiento realizado por una fuerza federal”.
Mientras, las calles del país sentirán un mismo grito al unísono:
-¿Dónde está Santiago Maldonado?

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La Estela: tierra guaraní en escena

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Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.

Por María del Carmen Varela

A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad.  La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.

La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.

Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

La Estela: tierra guaraní en escena

Foto: Gentileza La Estela.

Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.

El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.

Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.

La Estela

El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA

Sábados a las 18  hs, hasta el 27 de septiembre

@laestela.obra

@casandravelazqz

@ivanazacharski

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Nota

Litio: nace un nuevo documental

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Con poquito aportás muchísimo ¡Sumate!

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.

“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.

Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…

Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).

Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco. 

LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.

“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.

El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.

LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:

“Esta historia continuará

¿Dale?”.

Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

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CABA

Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

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¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?

Por María del Carmen Varela

Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?

La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.

Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.

¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.

Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.

En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.

Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.

NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA

Miércoles 30 de julio, 21 hs

Próximas funciones: los viernes de octubre

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