CABA
Agro escuela: el discurso transgénico en la educación
Manuales escolares realizados por empresas como Monsanto. Empresarios que “capacitan” a los chicos. Cómo son los convenios que firmó el gobierno. Qué dicen los libros que elogian el agronegocio. Y hasta dónde llega la educación transgénica. Esta investigación fue publicada en la edición 123 de MU. ▶ DARIO ARANDA
Escuela pública. Alumnos de entre 5 años y 17. Una sola mirada: los transgénicos son beneficiosos, los agroquímicos no son tóxicos y el modelo de agronegocio -con la soja como principal cultivo- es una bendición para Argentina y el mundo. Ese el discurso que imparte, literalmente, el gobierno nacional en articulación con entidades socias de Monsanto, Bayer, Syngenta y Nidera, entre otras.
Doctrina transgénica
La resolución 349 del Ministerio de Agroindustria-fechada el 28 de octubre de 2016- institucionaliza y profundiza una práctica que provenía del gobierno anterior: empresas y organismos oficiales trabajan en conjunto para impartir talleres, cursos y seminarios en escuelas públicas. El nombre del programa es sugestivo: “Escuelagro”.
“El programa pone el foco en los jóvenes, quienes no sólo son el futuro sino también el presente. Escuelagro es unir en una misma mesa escuelas agrarias, productores e instituciones del medio junto a gobiernos municipales y provinciales y el trabajo de los ministerios nacionales”, indica la resolución y precisa que se desarrollarán “encuentros sistemáticos en las diversas escuelas secundarias agrarias y rurales”.
Entre las temáticas a impartir sobresalen biotecnología (básicamente, industria transgénica) y “buenas prácticas agrícolas”, eufemismo instalado por las empresas de agroquímicos para habilitar fumigaciones diez metros de las viviendas. Con una gran campaña publicitaria, el agronegocio logró que periodistas y funcionarios, y ahora profesores, hagan propio el término “buenas prácticas agrícolas” según el cual se podrían controlar los efectos nocivos de los agroquímicos
El programa aclara que para el financiamiento se contará con “Aportes No Reintegrables (ANR – Subsidios)” para la organización y adquisición de insumos que permitan llevar a cabo los encuentros. “Los mismos podrán ser otorgados a municipios, escuelas nacionales y/o provinciales, asociaciones cooperadoras, organizaciones no gubernamentales y/o quien resulte ser organizador de los encuentros citados (incluso empresas)”, señala. Entre los objetivos también figura el asesoramiento y capacitación destinada a los directivos y docentes.
En la resolución, firmada por el ministro Ricardo Buryaile, el gobierno se compromete a facilitar “el traslado de expositores, materiales didácticos y demás elementos que requiera la realización de los encuentros”. Entre las impulsoras del proyecto está Beatriz “Pilu” Giraudo, ex presidenta de Aapresid (Asociación de Productores de Siembra Directa, socia de las grandes multinacionales del sector), actual coordinadora de Políticas para el Desarrollo Sustentable del Ministerio de Agroindustria; y Victoria Zorraquín, directora de Escuelas Secundarias Agrarias y Rurales de Agroindustria.
Zorraquín es una de las fundadoras de la ONG Educere, donde “actualiza” y “acompaña” a docentes y cuenta con financiamiento de Aacrea (Asociación de Consorcios Regionales), el INTA y de la multinacional Nidera.
El semillero
Uno de los primeros encuentros de Escuelagro se realizó en Bartolomé Bavio, en el partido bonaerense de Magdalena. “Encuentro de escuelas agrarias y rurales para generar valor al interior de las aulas”, publicitó el Ministerio de Agroindustria, con la presencia del secretario de Agricultura, Ricardo Negri, que disertó sobre la bondades del agronegocio. Participaron escuelas públicas de Baradero, Berazategui, Berisso, Brandsen, Ciudad de Buenos Aires, Campana, Cañuelas, Chascomús, Escobar, Exaltación de la Cruz, Ezeiza, Florencio Varela, General Belgrano, General Guido, General Rodríguez, Lomas de Zamora, La Plata, Lobos, Luján, Marcos Paz, Mercedes, Monte, Moreno, Navarro, Quilmes, Salto, San Andrés de Giles, San Antonio de Areco, San Pedro, San Vicente y Zárate.
La jornada se repitió en Daireaux, al oeste bonaerense. “Queremos lograr una manera distinta de interactuar con las escuelas y comunidades educativas, esa es la semilla que queremos sembrar un poco en sus cabezas y otro poco en su corazón”, aseguró el secretario Negri a los alumnos.
El 15 de junio de 2017 se profundizó la política de educación transgénica. “Los ministerios de Educación y Agroindustria impulsarán la educación agraria en todo el país”, fue el título de la gacetilla de prensa del propio gobierno. La foto mostraba a los ministros Buryaile y Esteban Bullrich en la firma de un convenio para “fortalecer la educación agraria”. Se precisó que también se firmó un acta compromiso con 45 empresas y entidades del sector para que sean “fuente de capacitación”.
Precisaron la participación activa de Aapresid, Aacrea y del sindicato Uatre (Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores), una de las entidades gremiales más desprestigiadas del país por perjudicar a los trabajadores que debiera representar. También firmaron más de 45 empresas y organizaciones -el Ministerio no precisó cuáles- “para facilitar el acceso de las escuelas rurales a la innovación agroindustrial. Se busca un acceso fluido, ágil y sencillo a las innovaciones y nuevas prácticas que se llevan adelante en la agroindustria, para lograr una alta capacitación en docentes y directivos de las escuelas y una mejor inserción laboral de los alumnos”.
Productor hogareños
“Biotecnología y mejoramiento vegetal” es el nombre de uno de los manuales que el Gobierno utiliza en el Programa Escuelagro. Fue editado (incluso con el sello en la tapa) por Argenbio, organización de lobby científico-político fundado por las empresas Syngenta, Monsanto, Bayer, Basf, Bioceres, Dow, Nidera y Pioneer, todas productoras de transgénicos y agroquímicos. Una de las editoras del manual es Clara Rubinstein, de Monsanto.
También imparten a los alumnos un material de Aapresid que afirma que el agronegocio cuida el suelo, contribuye a reducir el calentamiento global, ahorra agua y produce alimentos de forma sustentable. A los agrotóxicos los llama “fitosanitarios” y, en la página 29, alerta que el insecticida Raid (de uso hogareño) es más tóxico que los utilizados en el campo. En base a información de la multinacional Basf afirma que el glifosato es igual de tóxico que el Lisoform.
En la página 32 da un paso más: compara la toxicidad de los agroquímicos con lavandina, aspirina y sal de mesa. Con la leyenda “nada es veneno, todo es veneno”.
La Comisión Nacional de Biotecnología (Conabia) es la encargada de aprobar los transgénicos en Argentina. Está dominada por las mismas empresas que producen las semillas y se basa en estudios de esas mismas empresas para asegurar que no son perjudiciales. También aportaron una cartilla de quince páginas para dar clase en las escuelas titulada “Biotecnología agropecuaria, hacia un mundo sustentable”.
En la página diez resume: “Los cultivos transgénicos permiten aumentar la productividad, competitividad y sustentabilidad de las prácticas agrícolas, reduciendo el impacto de la agricultura sobre el medio ambiente, incrementando la seguridad alimentaria y ofreciendo productos de mayor calidad a los consumidores. Además, promueven la innovación y el desarrollo”.
Un afiche colorido que utilizan en las escuelas tiene un título en color verde, letra mayúscula: “El impacto de los transgénicos”. Y, en contradicción con numerosos estudios científicos (y contra lo que sucede en el campo), afirma con dibujos de insectos, maíz y dinero: “37 por ciento menos de insecticidas, 22 por ciento de mayor rendimiento, 68 por ciento de mayores ingresos para el agricultor”.
Expoagro es la gran feria de agronegocio que tiene como socios a las diarios Clarín y La Nación, junto a todas las empresas locales e internacionales de transgénicos, agroquímicos y maquinaria agrícola. El 14 de marzo pasado, la gacetilla del Ministerio de Agroindustria tenía título celebratorio: “Acuerdo educativo-empresarial en Expoagro”. Allí se explicaba que el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, firmó acuerdos con 27 empresas (que se suman a las 55 que ya participan) para el Programa Escuelagro. No precisaron el total de compañías, pero sí remarcaron la presencia de Syngenta, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina.
El maestro empresa
La Sociedad Rural Argentina (SRA) fue un actor central del avance del agro en el Siglo XIX y primeras décadas del Siglo XX. Pero con el modelo transgénico, década del 90, los actores fundamentales fueron (y son) las entidades Aacrea (Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola) y Aapresid (Asociación de Productores de Siembra Directa), siempre con un supuesto discurso “científico-técnico” y de “diálogo” muy estilo PRO.
Ambas entidades centran sus actividades en el trabajo con los productores, en su relación íntima con las grandes multinacionales del agro, el lobby ante sectores políticos, la incidencia en los granes medios de comunicación, la presencia en organismos de decisión (Ministerio de Agroindustria, INTA, Conabia) y, fundamental, la instalación de políticas públicas.
Aapresid fue uno de los actores principales en la creación e impulso de la “Red BPA (Buenas Prácticas Agrícolas)”, donde confluyen todas las empresas de agrotóxicos y que funciona como espacio de lobby político y técnico para maquillar las consecuencias del modelo basado en uso de químicos. En la red sobresale la Cámara de Sanidad Animal y Fertilizantes (Casafe, integrada por Monsanto, Bayer, Syngenta, Dow y todas las empresas de agrotóxicos), Asociación de Semilleros de Argentina (ASA), Argenbio (académicos con vinculaciones con empresas del agronegocio), INTA, ACREA, Facultad de Agronomía de la UBA y el Ministerio de Agroindustria.
El manual censurado
En 2011, el Ministerio de Educación de Nación y la Secretaría de Ambiente imprimieron 350.000 ejemplares del manual Educación Ambiental. Ideas y propuestas para docentes, donde de manera integral y crítica abordaba los temas de actualidad, entre ellos megaminería y agro. Dos actores principales imposibilitaron que se distribuya en las escuelas: el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, por su alianza con la minera Barrick Gold, y Aapresid en la defensa de los negocios transgénicos.
La entonces presidenta de Aapresid y actual funcionaria de Macri, Beatriz “Pilu” Giraudo, sinceró en una entrevista radial cómo operaron para censurar los manuales: “Empezamos a tener distintas reuniones. Primero entre privados. Rápidamente, con una gestión de Silvina Gvirtz (en ese entonces Directora General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires) nos pusieron en contacto con las editoriales”. Giraudo detalló que tuvieron reuniones con el Ministerio de Educación de Nación y con el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso. Confirmó que Acsoja (la entidad que nuclea a productores y grandes empresas de la soja) financió “la revisión de todos los manuales que están en el ámbito educativo”.
Los 350.000 manuales oficiales nunca se distribuyeron. Los alumnos de escuelas públicas no pudieron acceder a lecturas críticas sobre minería y agronegocio. El manual ambiental fue el libro censurado del kirchnerismo. “Había que evitar su nociva divulgación”, justificó Giraudo.
Aapresid redobló la apuesta: impulsaron un programa llamado Aula Aapresid, donde ellos mismos ingresan a las escuelas públicas y difunden las bondades del modelo transgénico. “Se busca difundir en ámbitos educativos, gubernamentales y en otras organizaciones el impacto que tienen la producción agropecuaria y la utilización de la biotecnología sobre el medio ambiente, la economía y la sociedad. Su ejecución está a cargo de los Grupos Regionales Aapresid. El objetivo principal es difundir un modelo de producción agropecuaria sustentable basado en las Buenas Prácticas Agrícolas, así también como en la aplicación de la biotecnología”, resumen en su página de Internet.
Según datos difundidos por Aapresid, en 2017 impartieron 144 charlas en escuelas de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, entre otras provincias. Nicolás Bronzovich, “líder de Aula Aapresid”, apuntó a los críticos: “Algunos protestan, desinforman, tienen una posición ideológica”. Y aseguró: “Nosotros nos paramos desde la ciencia”.
En agosto pasado, durante el Congreso Anual de Aapresid en Rosario, en el colegio Boneo reunieron a más de 500 alumnos de una decena de escuelas de Santa Fe. En la jornada unificaron Aula Aapresid y el programa oficial Escuelagro. “Los referentes del sistema productivo siembran en los adolescentes la ‘semillita’ de la vocación productiva”, celebró la gacetilla de prensa de la entidad.
“Esto es magia. Son talleres dictados por productores, funcionarios y especialistas”, destacó la funcionaria, Victoria Zorraquín.
El director de Agricultura de la Nación e integrante de Aapresid, Ignacio Garciarena, fue elocuente: “Es una instancia maravillosa, donde chicos que están queriendo definir su vocación encuentran un espacio que les ‘rompe la cabeza’”.
Nicolás Bronzovich, empresario agropecuario y referente de Aula Aapresid, resumió: “Este tipo de encuentros permite que se transmita el conocimiento, que se comunique lo que hacemos en el sector y se destierren aquellos prejuicios que ya están instalados. De la mano de estos chicos eso es posible”.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


Artes
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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