CABA
Sudor Marika: Populismo rosa
Ese es el título de su último disco. Todo empezó como un juego y creció al ritmo de las ganas de bailar y de decir. Hoy el grupo es exponente de la escena cumbiera queer y lleva su música a la calle en marchas y movidas sociales. Dicen que la cumbia es marica y utilizan los prejuicios para componer canciones. Otras posibles formas de amor en tiempos de Macri. MARÍA DEL CARMEN VARELA
La novia y el novio invitaron a Vicente y a Sebastián a su fiesta de casamiento. El protocolo indica que, ante semejante ocasión, hay que hacer un regalo. ¿Qué podía ser?
Vicente toca la guitarra, Sebastián guitarra y teclado, y ambos saben cantar.
Bingo: hicieron una banda de cumbia para que animara la fiesta.
¿Quién puede ser para la percusión? Ahí apareció Rocío, amiga de un amigo. Llegó la noche del festejo y les tres tocaron unas cumbias sin más pretensiones que divertir al lxs invitadxs y pasarla bien. El regalo fue un éxito, tanto que el espíritu entusiasta no se acabó esa noche de hace cuatro años atrás. Al poco tiempo volvieron a juntarse y se incorporó Nahuel con el bajo. Siguieron tocando por diversión, haciendo covers de otras bandas, y en el camino fueron aprendiendo a componer sus propias canciones, a producir fechas y a ganar experiencia.
La primera aparición pública fue en el festival con la consigna “Amor sí, Macri no”, en octubre de 2015 en el Parque Centenario, previo al balotage presidencial de noviembre.
Marika es cumbia
El primer tema propio fue Las invertidas, compuesto en forma de cadáver exquisito. Fue el inicio de un proceso en el que fueron dejando de lado los covers para comenzar a tocar sus canciones. “El viento sopla y nos amontona, se acerca la plaga, fiebre rosa. Somos los putos, tortas, maricas, somos las trans, travas, grasitas”, dice la primera letra de la banda. Nahuel cuenta: “No nos planteamos hacer una banda disidente con un discurso contestatario sino simplemente una banda de cumbia. Lo otro se dio solo”.
Vicente, Sebastián, Rocío y Nahuel conforman lo que denominan la “unidad básica”, los cuatro miembrxs fundadores de Sudor Marika. Actualmente son siete integrantes. La forma de componer es variable: a veces une escribe la letra completa, pero sabe que luego puede haber modificaciones ya que apuestan a la construcción colectiva; otras veces las letras son consecuencia de un chiste que va tomando forma hasta convertirse en canción.
¿Por qué la cumbia? Vicente: “Que toquemos cumbia es un sentimiento y una decisión desde que nos conocimos. Sebas es un cumbiero de toda la vida. Yo, de chico, en Chile escuchaba cumbia. Tenía un vecino que vivía a dos casas que todo el fin de semana ponía los parlantes en la calle y nadie quedaba ajeno: todos nos sabíamos las letras de las canciones de cumbia argentina”.
Nahuel: “Decimos que la cumbia es la marica de la música: es la que nadie quiere bailar pero es la que te hace disfrutar. Entre músicos, también suena como que cualquiera puede tocarla. Hay un mercado de varones gays en el que la música que sostiene todo eso es la electrónica, donde pareciera que la cumbia no tiene nada que ver, que no se puede cruzar nada de lo marica con la cumbia. Las tortas están menos formateadas”.
Rocío: “Sí, es cierto, hay un mercado diferencial, la idea de gay palermitano con poder adquisitivo que vive solo y no tiene que mantener niñes. El mercado apunta a eso, las tortas en general vivimos con amigas y estamos precarizadas porque no tenemos una estética femme que nos haga acceder a determinados lugares. Tenemos algo más de manada, más de la fiesta, de la politización”. La Marcha del Orgullo no queda indiferente a estas circunstancias. Vicente cuenta: “El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires preparó una celebración propia en el ultimo año. Había una intención de desarticular la Marcha del Orgullo, poniendo un mes de celebración que es Buenos Aires Diversa, para estas identidades que son deseadas por el mercado. Había una gran actividad, pero dirigido a un público gay de Palermo”. Nahuel: “Querían vaciar la Marcha porque cada vez tiene más críticas al gobierno. Hay un sector gay que dice ‘no politicen la Marcha’, como si la Marcha no fuera un hecho político. Estuvieron atentos a eso y armaron una performance careta en Palermo. No había tortas ni travas. Sudor Marika produce una mezcla interesante porque hay tortas y maricas y es una mezcla potente. La mayoría del público de Sudor son las tortas, quizás porque están más entrenadas y es más habitual para ellas este encuentro entre pares en lugares de resistencia”.
A comienzos de julio se presentaron en Uniclub, en el barrio del Abasto. Contaron con la presencia de la artista Susy Shock, que cantó Vení a sudar, tema que grabó para Yeguas del apocalipsis, el primer CD de la banda: “Despertame cuando muera toda forma de opresión / Cuando el macho patriarcal quiera clavarse unas plumas”, dice la letra. Y luego Susy canta: “Dejame sentir que siento / Dejame y hacé siencio / Dejame vivir sin nombres / Ya no los quiero”.
Rocío: “Hay buena recepción, mucha amorosidad por parte del público: fiesta y desborde cada vez que tocamos. Parecía un cumpleaños de 15, fue un evento muy esperado por nosotres y por el público”. Agrega Vicente: “Nuestro público es muy cariñoso con nosotras, más allá de compartir este espacio de fiesta, de concierto. Siempre decimos que hay una idea de que se rompa esa cuarta pared, hay una comunicación constante entre el público y la banda por lo que está sucediendo en el escenario y lo que está sucediendo en el público y también ese mismo público que nos acompaña en los conciertos son amigues que después estamos juntes en las calles, en las marchas, en las concentraciones”. Sudor Marika fue invitada a distintos eventos como los Martes Verdes, la marcha contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el festival por la defensa de la ESI, la Marcha Nacional contra el gatillo fácil, el festival Lula Libre y fue la enrcagada de cerrar la marcha de la diversidad en Uruguay. Como cuenta Vicente, no solo participan desde el escenario, sino también en la calle y muchas veces se sorprenden cuando ven frases de sus canciones escritas en pancartas.
Al toque docke
Los de los miembros fundadores, Vicente y Sebastián, viven en Dock Sud, partido de Avellaneda, más conocido como “el Docke”. La banda lo siente como su lugar de pertenencia, su base de operaciones, el sitio donde ensayan y se nutren para componer y expresarse. Vicente: “La mayoría de nuestros videos están filmados en Dock Sud y muestran las calles, el paisaje que nos contiene, haciendo frente a ese imaginario tan perverso que tienen los medios de comunicación de marginarnos por el lugar donde vivimos, que está en plena sintonía con esta decisión de por qué la cumbia. Porque es el ritmo que suena en nuestras calles”. Nahuel: “No desestimamos los modos correctos de hacer música, pero no tener esa moral encima nos permitió ser irreverentes y desprejuiciades. Sudor Marika siempre fue tejiendo alianzas no estratégicas sino afectivas que después se volvieron un modo de ampliar lo que circulaba. Susy Shock, Kumbia Queers, Bife, son artistas que nos abrazaron y nosotras a su vez abrazamos a las que van llegando también como Rebelión en la zanja, Cachitas Now!, es una comunidad y se empieza a contagiar un modo de hacer, se empieza a instalar una lógica”. Vicente: “Esto de ser una banda que se autogestiona nos ha permitido ir comprándonos de a poco algunos equipos para ensayar. Antes no teníamos ni instrumentos, ensayábamos con una guitarra criolla y unas timbaletas prestadas; ahora contamos con nuestros propios instrumentos”. Rocío es psicóloga, atiende en un consultorio, hace investigaciones y da clases en la universidad. Nahuel también es psicólogo, da clases y con Vicente conducen el programa Rara, como encendida, en Radio Caput, los miércoles a la noche, en el que también participan la actriz Vanesa Strauch y Lucas, bailarín de la banda. Vicente integra la cooperativa audiovisual Mil volando con la que producen la mayoría de los videos de Sudor Marika. Con Sebastián, su compañero de vida y de banda, están armando un proyecto que se llama ‘Son pololos’ para rescatar canciones de Rocío Durcal, Luz Casal y algunos tangos.
Yeguas y populistas
Sudor Marika lleva dos discos editados en cuatro años de vida. El primero, de 2017, Las Yeguas del Apocalipsis es un homenaje a disidencias que en otros tiempos históricos hicieron una apuesta política desde el trabajo artístico. Las Yeguas del Apocalipsis fue un colectivo performático chileno de fines de los 80 integrado por los artistas chilenos Pedro Lemebel y Francisco Casas. En plena dictadura de Pinochet, realizaban acciones de una transgresión inusitada para la época. “Así también hay un montón de travestis, lesbianas, otras maricas que estuvieron en otros lugares de Sudamérica, de algún modo ejerciendo esa fuerza de yegua del apocalipsis desde distintos lugares. Siento ese deseo puesto ahí”. Nahuel: “También yegua es tomado como insulto”. En este primer CD hay invitades de lujo: Susy Shock, Chocolate Remix, Kumbia Queers, Tita Print y Bife. Incluye un bonus track: Susy Shock recita su poema El beso.
El segundo disco vio la luz hace muy pocos meses: se llama Populismo rosa.
El nombre del CD fue consecuencia de un comentario malicioso en las redes sociales. Rocío: “Hay una coincidencia entre Las yeguas del Apocalipsis y Populismo rosa en cuanto a apropiarse de un insulto. Populismo rosa surgió por un comentario muy despectivo en una entrevista que nos hizo Izquierda Diario: ‘No hacen más que perpetuar estereotipos ultrasexistas y denigrarnos con glamour. Lo suyo es mero populismo rosa bien berreta’. Alguien quiso insultar y tomamos esto porque nos encantó esa idea. Es interesante sacar de las palabras que son insultos algo que recupere una fuerza que está silenciada en esa misma palabra”.
Vicente: “Cuando pasó, dijimos: este tiene que ser el nombre del segundo disco. Pero no teníamos canciones todavía”. Y así fueron creando los once temas que componen el disco. “Me amotino” es el único tema que no fue compuesto por la banda sino por Yo no fui, organización que se dedica a desarrollar proyectos artísticos en el penal de Ezeiza y también trabaja con mujeres que recuperan su libertad. Nahuel: “Vinieron a cantarlo en vivo en algunos shows y el tema está circulando mucho en otros penales, se lo van pasando y escuchando”.
El disco finaliza con la chacarera, “Con tus hijes, sí” que estaba pensada como una cumbia, como todos los temas, hasta que Sebastián con su guitarra y unos acordes folclóricos, cambió el rumbo de la canción. Nahuel: “En eso somos descaradas. Nos permitimos mutar”. En Cuento de la infancia, cantan junto a Kumbia Queers: “La monogamia es un cuento de la infancia / Mejor nos enfiestamos con toda la vagancia”. Y en Amor planero hablan de las paritarias del amor. Rocío: “Tenemos una que critica la monogamia, otra que es muy romántica, pero no bajamos línea de cómo hay que vivir la vida; son relatos para todas las posibilidades y que cada uno resuene donde quiera. Nosotras mismas por momentos amamos románticamente, no estamos por fuera y el macrismo se nos inocula: estamos tratando de ver cómo nos despegamos de eso. No somos la banda iluminada que le ganó al macrismo y al patriarcado: somos una yeguas rengas tratando de tocar”.
A puro fuego y movimiento de caderas.
Con alegría, goce y desparpajo.
Con el arte de desatar el nudo e incomodar a la compostura.
A sudar, que la fiesta está por comenzar.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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