Nota
El lado mapu de la luna: Puel Kona estará con Roger Waters
Puel Kona es una banda conformada por jóvenes mapuches que acaba de ser elegida por Roger Waters como telonera en sus conciertos del 6 y 10 de noviembre en el Estadio Único de La Plata. Conocé su historia en esta nota que les realizamos en MU: «Desde chicos participaron en recuperaciones y conflictos territoriales. Son voceros de las comunidades que enfrentan al fracking. Ska, rock y fiesta como medio de comunicación». Por Sergio Ciancaglini.
Lefxaru, Umaw y Amaru están explicando algunas cuestiones sobre la espiritualidad mapuche, pero también sobre cómo puede sonar un chamamé cordillerano con algo de rap. Estamos en la Ruca (casa grande), sede de la Confederación Mapuche, en un barrio obrero de Neuquén, y los integrantes de Puel Kona (van de los 16 a los 27 años) me hablan de la lucha de las comunidades frente a Chevron y sus procesos de hidrofractura, del discurso del progreso, de la posguerra del Estado Argentino contra los mapuches y de cómo fue grabar con Goy Karamelo.
Siento que están destinados a desmentir muchas cosas. En primer lugar, a Peter Capusotto y uno de sus apotegmas sobre las últimas décadas musicales: “El rock es un sólido cable carril para desplazarse por la aerosilla de la pelotudez”.
El grupo, además, parece desmentirse a sí mismo en su tema Clandestinos:
“Clandestino en tu propia tierra.
Extranjero en tu propio origen.
Es nacer y ya estar condenados,
existir, pero ser invisibles”.
Puel Kona es un conjunto de rock mapuche, pero es mucho más: la expresión de un pueblo, y acaso de una generación, que se rebela a ser invisible.
Por eso pueden plantear “la justicia no es venganza, somos nuestra propia esperanza” frente al asesinato de un kona (joven guerrero) chileno, y al mismo tiempo generar con el público una fiesta, como dice Umaw (27 años, bajo).
Lucio (18), que como baterista es el otro responsable de los latidos de esta banda, informa: “En el escenario hay energía y conciencia, pero siempre arriba: mucho power”.
Bebés en lucha
Puel Kona no está a favor de la lucha mapuche: es la lucha mapuche. Lefxaru (Lef para los amigos, 26 años, guitarra, voz y autor de los temas) es, junto a Umaw, uno de los konas que está interviniendo y militando más activamente en los conflictos de las comunidades con el Estado y las petroleras. “Cuando fueron los conflictos con Repsol en los 90 yo tenía 10 años, Amaru 7, y ya estábamos parando el gasoducto en Loma de la Lata. En una de las recuperaciones de tierras, de 120.000 hectáreas, Ñamku era un bebé: se lo ve en los videos a upa de la mamá que es werken (vocera) de la organización”.
Ñamku escucha con orgullo. Tiene 16 años y toca xuxuca, xompe y sikus (instrumentos de viento). Malen (19) es la saxofonista, hace los coros y es considerada la “más música” de todos. Amaru (23, teclados) es, según sus compañeros, quien arrasa con el público femenino, y Ayliñ (24) es la otra chica y cantante del grupo. Ñamku: “No tenemos la pose de ‘me gustaría tal cosa’, sino que contamos lo que creemos y lo que vivimos”.
Ñamku está en el secundario. Malén estudia música. Amaru, turismo (“pensando en que algún día podamos nosotros mismos mostrar a los que viajan nuestro territorio y quiénes somos”). Umaw es periodista y productor de Radio Universidad del Comahue. Otra de las canciones dice:
“Primero fueron las carabelas,
ahora son las petroleras”.
¿Quién genera el conflicto?
Lef trabaja en el Observatorio de Derechos Humanos del Pueblo Indígena: “Desde ahí se lleva la defensa judicial de las comunidades. Hay más de 80 causas y más de 300 procesados en la provincia por defender el territorio. Nos consideran usurpadores. El conflicto lo genera el Estado porque entrega tierras donde hay una comunidad y el comprador privado, en vez de hacerle juicio al Estado, nos hace juicio a nosotros, todo mezclado con negocios muy espurios”.
Los conflictos provinciales incluyen la reciente toma e la intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi donde el Estado no le otorga el derecho de y consulta a los mapuche, según lo ordena la ley. Pero la estrella del momento es el explosivo (en cualquier sentido) tema Chevron y Vaca Muerta: “Están fogoneando el conflicto, nos trataron de delincuentes, dijeron que no había comunidades y nos han amenazado, en lugar de ser garantes de nuestros derechos. El que entregó la concesión con una comunidad adentro es el Estado provincial”.
Los problemas parecen ubicarse en los territorios. Amaru: “Pero los que estamos en la ciudad sufrimos las mismas consecuencias. Hay especulación con la tierra, superinflación de precios, no hay viviendas ni planificación urbana en un lugar saturado de gente”. Y dice: “Aquí en Neuquén nuestra generación no tiene donde vivir”.
Cumbia, ska o Celine Dion
El alimento orejístico de Puel Kona incluye rock, cumbia, reggae, ska, folklore, y todo lo demás. Para ellos el rock también ha sido una cultura. Umaw: “Yo no iba a escuchar a Lerner, pero sí a Todos tus muertos, Sumo, Divididos, Las pelotas, o Sex pistols de afuera. Te nutrís de todo, desde Blondie hasta grupos que saben que hay que decir algo como La Vela Puerca, o Ska-p”. Pero no es fusión, ni música étnica. “Ni ninguna de las etiquetas de la industria. Lo nuestro es rock mapuche, no somos indiecitos tocando la guitarra. Te venden culturalmente la imagen del indio derrotado, triste, borracho o artesano. La realidad es distinta y nosotros somos lo contrario: tomamos nuestros instrumentos, luego los del rock, decimos lo que queremos decir, y podemos hacer un ska en nuestro idioma, el mapudungun”. Las letras son bilingües, la fiesta es intercultural.
En algunos geriátricos se presume que el rock podría estar colonizándoles la cultura. Amaru: “Nos hacía ruido eso, pero a los referentes mayores les pareció algo bueno y positivo. Si tenés el apoyo de tu gente, lo que opinen los demás no interesa”. Podría planearse que son ellos los que se adueñan y recrean el rock, y no al revés: “Es que somos parte de un pueblo vivo. Si no, nos pondríamos unas plumas y nos quedaríamos como hace 500 años. Seríamos una caricatura”.
Umaw: “Hay un grupo peruano que hace temas de Celine Dion con sikus y ropa indígena. La gente se vuelve loca. Nosotros somos otra cosa”.
Preexistentes a Marx
“Votar puede ser valioso, pero no lo es todo, la partidocracia no forma parte de nuestra cosmovisión” dice Lef. Las ciencias políticas y sociales deberían tener a Puel Kona como bibliografía: “Hoy se está pervirtiendo y ultrajando a la democracia porque otra de sus partes fundamentales es respetar las leyes y los derechos producto de esa democracia. Y no se cumplen. Se supone que no estás eligiendo a un monarca, o a un mandamás, pero ellos creen que pueden hacer lo que quieren. Ningún político tiene el tema indígena en su agenda, pero fijate que hay millones de hectáreas en disputa entre los originarios y el modelo extractivo, somos la punta de lanza de la resistencia a cuestiones como la hidrofractura y los recursos naturales”.
¿Y la izquierda? “Tampoco existimos para ellos” dice Umaw: “Los partidos como el PTS o el PO toman al pueblo mapuche como parte de la clase obrera, el proletariado, pero para nosotros no es así: somos un pueblo preexistente al Estado y también a las clasificaciones que hayan hecho Marx o cualquier otro pensador. Les decimos: ‘loco, ponete las pilas con esto, muy interesante tu análisis sobre Chevrón y el gobierno, pero lo que están reventando es nuestro territorio”. Lef agrega: “Y no es un problema mapuche, sino que nos afecta a todos”.
Otras palabras
Sobre el progreso, dice Umaw: “No nos oponemos al crecimiento ni a la soberanía energética. Preguntamos qué cabezas pisamos y a qué gente matamos para esos falsos ideales de unión y de independencia. En Francia está prohibido el fracking, pero la petrolera francesa Total hace fracking acá, en un Área Natural Protegida e intangible, Auca Mahuida. ¿Cómo lo entendés?”.
Sobre la generación de empleo: “Los nuevos espejitos de colores. Es asqueroso cómo nos mienten hablando de trabajo y calidad de vida. Dijeron lo mismo con Repsol, y mirá lo que pasó. Lo que hay que pensar es una nueva matriz productiva para Neuquén”.
Los chicos de Puel Kona me explican que la espiritualidad mapuche no incluye dioses, santos, seres superiores, cielos, ángeles, infiernos y otras supersticiones por el estilo. No piensan en un más allá, sino en una integralidad del mundo que nos rodea, algo que la ciencia ha empezado a entender en los últimos tiempos. “Tenemos una comovisión donde todos somos un newen, una fuerza, una vida y hay un equilibrio y una circularidad con la naturaleza”.
Me cuentan que la posguerra contra los pueblos originarios, con tierras usurpadas, robos de bebés, de identidad, desaparecidos y asesinados en lo que resultó el primer genocidio de este raro país, fue la que dejó la humillación, la vergüenza, la violencia, el machismo, el alcoholismo, el pervertimiento del propio ser.
Lef sabe lo que es el pasado, pero propone el futuro: “Creo que nuestros padres recuperaron y nos transmitieron el orgullo de ser mapuche. Y tenemos esa alegría, la fuerza, el newen. Está a flor de piel. Ya no estamos huyendo, ni estamos solamente resistiendo: estamos proyectando todo lo que nosotros queremos”.
CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


CABA
Sacate la careta y ponete el antifaz: una caravana para defender al teatro con color y calor

“Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”. Con esa consigna trabajadorxs de las artes escénicas salieron a exigir la derogación del decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro y pone en serio riesgo al sector teatral independiente. Hubo color y calor, pese a los tiempos oscuros y fríos. El apoyo de la gente en la calle, el fondo del planteo, y la inesperada reacción de Pluto.
Por María del Carmen Varela. Fotos: Sebastián Smok

El público en la calle, sumándose al reclamo en favor del Instituto Nacional del Teatro.
La cita fue en la puerta del cine Cacodelphia, en Diagonal Roque Saenz Peña 1150, desde donde partió la colorida y ruidosa caravana que dobló por 9 de Julio y continuó por Av. Corrientes, hasta llegar a Rodriguez Peña. A las dos de la tarde el tramo de la Diagonal entre Lavalle y Corrientes fue punto de encuentro para actores, actrices, músicxs, bailarinxs, cirquerxs y zanquistas que engalanadxs con trajes de colores, vestidos de puntillas, tapados simil piel y elegantes sombreros le pusieron alegría y movimiento a una lucha que viene desde hace tiempo y se agudizó con el decreto que pone fin a a la autonomía y financiamiento del INT, entre otros organismos afectados. Una de las consignas: “Vestite de gala y salí a la calle. Sacate la careta, ponete el antifaz”.

¿Quién dijo que hace frío?
Al grito de “Señor, señora no sea indiferente, estamos defendiendo el teatro independiente” la caravana de la cultura logró su objetivo. Irrumpieron sobre el carril peatonal de una Avenida Corrientes poblada de gente en plenas vacaciones de invierno y nadie quedó indiferente. Aplausos, bocinazos, brazos en alto y muchas gargantas se unieron al canto. El reparto de volantes con el logo de ENTRÁ –Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa– puso palabras al reclamo:

¿Te imaginás la calle Corrientes sin teatros?
Las luces apagadas, las pizzerías vacías
Los artistas callejeros sin público
¡Esta peatonal es orgullo nacional!
Y eso es gracias a nuestro teatro
Hoy, nuestro teatro llena la calle de música y color
en este desfile en defensa del Instituto Nacional del Teatro
que para quienes se pregunten ¿qué es y de qué sirve?
Para fomentar y garantizar que el teatro llegue a todo el país
Hace dos meses, el gobierno firmó el decreto 345 que vacía al Instituto
con argumentos falsos sobre su funcionamiento y financiación
¡Al INT, que con los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar,
produce obras, abre salas, genera trabajo y construye cultura e identidad federal!
¡El Instituto no solo implica poco gasto, sino que genera tanto valor!
¡Defendámoslo!

Las familias y el apoyo a la creación, al arte y al significado del teatro.
El teatro que habla y Pluto en marcha
Nora es una de las mujeres que no resultó indiferente. Mientras paseaba por Corrientes se topó con la caravana y se sumó con canto y aplauso. “Me resulta muy conmovedor porque están defendiendo lo más precioso que tenemos, nuestra posibilidad de seguir creando. Esta puesta en escena me emociona, es poner en escena el deseo”.
¿Vas al teatro? “Todo lo que puedo, cuando puedo pagarlo”.

Los besos vuelan.
Las niñeces se sintieron muy atraídas por la caravana y no dudaban en acercarse a saltar y aplaudir. Frente al Teatro General San Martín, hicieron una parada y allí el Teatro habló:
- Ay, ay, ay, me duele todo
- Teatro, ¿qué pasa?
- ¡Me dieron una piña en la cara! Y en la panza y en las piernas. ¡Me tiembla todo!
- ¿Por qué?
- ¡Quieren desmembrarme!
- ¿Quién?

- El teatro explicándo por megáfono la situación.
- El decreto 345 quiere vaciar mi instituto
- ¿Al instituto que produce obras y abre salas en todo el país? ¿Al instituto que genera trabajo y construye cultura e identidad?
- Sí. (El Teatro llora y casi se desvanece)
- ¡Cuidado el teatro se desmaya!

- Al teatro le da un soponcio.
- Yo les juro, no hice nada, el instituto recauda los impuestos que pagan los medios de comunicación y los juegos de azar, pero parece que no sirvo para nada
- ¿Qué serían las noches sin tus risas y tus lágrimas? ¿Sin tu forma de imaginar? ¿Sin que nos animes a encontrarnos?
- ¿Alguien vio un teatro? (Señalan a los distintos teatros de calle Corrientes y gritan: ahí, ahí)
- ¡Quiero vivir! (grita el Teatro).
- Si, acá estamos y nos organizamos– replican todas la voces.

Pluto junto a las familias en la calle, observando y aplaudiendo.
La escena de un Teatro golpeado pero en resistencia, revitalizado por la suma de voluntades que lo quieren vivo, se repitió en la puerta del Teatro Astral, donde mucha gente salía de una función infantil. Una vez más, muchxs se acercaron y acompañaron. Pluto, o la persona con el disfraz del famoso perro creado por Walt Disney, saludaba niñxs a su paso aprovechando la alta concurrencia del Astral.
Una vez finalizada la performance del Teatro que quiere seguir contando historias, la caravana emprendió el regreso hacia el lado del Obelisco. Y hasta Pluto decidió abandonar el teatro comercial y se sumó a la fiesta del teatro independiente, mientras otra mujer con su familia se hacía oír con cuatro palabras: “¡Que viva el teatro!”

CABA
Más allá de tu vereda: un documental sobre personas en situación de calle en CABA

Más allá de tu vereda.
Así, a secas, es el nombre del documental que acaba de estrenarse.
No es un documental más. Así se llama el programa de radio de y para personas que viven o vivieron en la calle, que se realiza semanalmente en la organización Sopa de Letras. Esta cobija y aborda la problemática así como la salud mental, desde hace más de 10 años en el barrio porteño de Parque Patricios.
El documental explicita la importancia de la radio, el valor de la comunicación, la potencia de lo colectivo, la necesidad de comunicarse, y que alguien escuche del otro lado, o mejor aún: al lado. Y también refleja la historia de Víctor Rodríguez Lizama, su director, que tiene 64 años y vivió varios en situación de calle.
El Cuervo, como le dicen a Víctor por su fanatismo por San Lorenzo, visibiliza en primera persona junto a otrxs protagonistas lo que se ve a diario, pero no tanto. Lo que se sabe, pero no tanto.
En Más allá de tu vereda, Víctor entrevista a muchos de los integrantes del programa que se emite en Radio Parque Vida (105.9) desde hace más de tres años.
Marcela dice que antes sólo escuchaba. Y que ahora se animó a decir.
Luciana dice que perdió un poco la timidez. Y que, quizá, eso la ayudó a crear la sección “la música que nos hizo”.
Cata dice que encontró un espacio para hacer arte. Para animarse a leer sus poesías.
Alicia dice que antes hablaba “poquito”. Y que ahora “habla un poquito más”.
Lautaro habla cuando llora, emocionado. Dice que no tenía experiencia. Y que ahora se sorprende de sí mismo.
Juan Bautista dice que es el encargado de informar las noticias. Y que ahora sí, alguien escucha su punto de vista.
Cristian dice que está más atento a su alrededor. Tanto, que ahora se anima a opinar.
Víctor dice que hasta no hace mucho, había personas que no agarraban el micrófono. Y que ahora no lo quieren soltar.



Termina el documental, con una última imagen; pantalla en blanco y una sola línea en letras negras.
«A todos los que estuvieron en situación de calle y ya no están».
Hay aplausos, hay felicidad, hay valoración.
Hay orgullo.
Luego, se abre el micrófono para que quien quiera diga lo que quiera.
Jorgelina: “Hagamos más radios”.
Adrián: “Podría estar en cualquier otro lado, haciendo cualquier otra cosa en este momento y gracias a ustedes estoy acá, me ayudaron un montón desde lo emocional”.
Cierra Víctor Rodríguez Lizama, con la remera puesta de su San Lorenzo querido y su pelo repleto de canas:
“La finalidad de este documental es mostrar cómo a través de la salud mental podemos llegar a la gente invisibilizada, que está ignorada. Ojalá que se reproduzca en otros lugares, que sirva de herramienta para salir adelante. Hoy hay mucha más gente viviendo en situación de calle. Además de haber vivido mucho tiempo, participé de los censos populares. Recientemente censamos en la comuna 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Monserrat y Constitución) y sólo acá contamos 1480 personas, por donde vos camines están. En la olla popular que hacemos en el Parque Lezama se ve algo similar al 2001. Más personas en calle y más hambre”.
Detrás del Cuervo hay un pizarrón donde se completa al nombre de su documental:
“Más allá de tu vereda,
hay otra realidad,
atrás de tu puerta”.
Al costado, un mural con un puñado de palabras escritas en letra cursiva:
“Hasta que no quede ni una sola persona en situación de calle,
allí seguiremos estando”.
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