CABA
Allanan la casa de Santiago Maldonado: la familia critica la medida y reclama no desviar el eje
Luego de los rastrillajes en los escuadrones de Gendarmería, y de la multitudinaria marcha en Plaza de Mayo reclamando la aparición con vida, el Juzgado Federal de Esquel ordenó una requisa en la casa de El Bolsón donde vivía Santiago Maldonado. La abogada de la familia, Verónica Heredia, criticó la medida: “En vez de allanar Gendarmería se pone la lupa en Santiago”. La letrada cuestiona que los procedimientos del juez Otranto y la fiscal Ávila no apuntan a investigar una desaparición forzada, mientras que la familia, la comunidad, la Defensoría Federal y los organismos de derechos humanos señalan a la Gendarmería como la responsable de la desaparición: “Es la única hipótesis racional, lógica y objetiva que existe desde el 1 de agosto”. En ese sentido, la abogada Heredia cuestiona que el Estado, a pesar de haber sido condenado por la CIDH en otra desaparición forzada en democracia, sigue sin adoptar medidas para buscar desaparecidos.
A once días de la desaparición forzada de Santiago Maldonado, el Juzgado Federal de Esquel ordenó una requisa en la casa en la que vivía el joven de 28 de años en El Bolsón, para buscar “cualquier dato que pueda ser útil para seguir la investigación”, según declaró en el lugar el juez Guido Otranto. La medida se produjo dos días después de que el Juzgado ordenara un rastrillaje en los Escuadrones 35 y 36 de Gendarmería de El Bolsón y Esquel, respectivamente. “No tienen ninguna orden pero, como está el juez, entraron a la casa, rompieron la cerradura de frente”, informaron fuentes desde el lugar. “Están con el gorro que había encontrado la comunidad y con perros de rastreo no sabemos bien para qué. Dicen que están buscando pistas pero no explican cuáles”.
También estaba presente la fiscal subrogante de Esquel, Silvina Ávila.
En diálogo con lavaca, la abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia, criticó la medida: “El juez Otranto fue a buscar a Santiago a su casa, pero todavía no lo busca en Gendarmería. En vez de allanar Gendarmería pone la mirada en Santiago. ¿El juez se habrá enterado que Santiago es víctima de desaparición forzada?”.
-¿Qué significó esta medida?
-Lo concreto: la familia de Santiago no sabía que iban a ir a requisar la casa. No era necesaria la medida de esta manera. Si querían ir a buscar rastros de Santiago, se hubieran comunicado con la familia. La familia habría acompañado, por supuesto. Pero esta no es la forma: fueron y entraron como si Santiago hubiera estado escondido en la casa. Su madre, en Buenos Aires, está pensando si también la van a ir a allanar a ella. Su hermano Sergio y su cuñada Andrea, también. Esto es terrible. No es cierto que es sólo una medida más: fueron a buscarlo como si estuviera allí. Si no, no era necesaria esta forma.
Por qué el Estado es responsable
El juez federal Guido Otranto ordenó los rastrillajes a los escuadrones de Gendarmería señalados desde el primer momento por la comunidad mapuche, la familia, los abogados y los organismos de derechos humanos recién a nueve días de la desaparición de Santiago. Ocurrieron el jueves. ¿Qué resultados hubo?
- El rastrillaje con perros en el Escuadrón 36 de Esquel no encontró ningún rastro de olor ni restos cadavéricos. Las pericias se hicieron con prendas de Santiago: una boina y un buzo.
- El mismo rastrillaje en el Escuadrón 35 de El Bolsón arrojo el mismo resultado. Sin embargo, se hicieron pericias en uno de los Unimog de Gendarmería. La comunidad denunció el día de la represión que los efectivos se llevaron allí a una persona que, luego, trasladaron a una de las camionetas blancas de la fuerza. Dos veedores de la Regional Noroeste de Chubut de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) -que participaron de las pericias- confirmaron a lavaca que se encontraron “restos de cabellos, huellas dactilares, una soga con manchas que serán peritadas y un cono naranja cuya base tenía rastros de sangre”.
Todo será sometido a estudios en los próximos días.
Quién busca a Santiago
La abogada puntualiza su preocupación en que se cuide la cadena de custodia para preservar la evidencia, que será analizada por el Laboratorio de Bioquímica de la UBA. Heredia: “Lo cierto es que aún no sabemos si ese Unimog fue uno de los que participó en la represión del 1 de agosto. Las medidas llegaron tarde, pero todo hay que seguir haciéndolo. Todo sirve, en la medida en que no nos corramos del eje: encontrar a Santiago. Lo cierto también es que no tenemos el listado de todas las personas ni los móviles que participaron ese día. Todo el mundo está pidiendo un allanamiento, menos el juez: a 11 días todavía no adoptó esa medida. Lo del jueves no fue un allanamiento: fue un rastrillaje. Ese mismo día, donde también estaba el secretario de Seguridad Interior del Ministerio de Seguridad, Gerardo Milman, se podría haber hecho: secuestro de todas las computadoras, de todos los móviles, de todos los celulares. Pero el juez no lo hace”.
-¿Por qué no lo hace?
-Porque el juez dice que todavía no tiene elementos para pensar en una desaparición forzada. Entonces, por ejemplo, la fiscal Ávila llama al hermano de Santiago para preguntarle si tenía una dirección de mail: ¿piensa realmente la fiscal que un delito por desaparición forzada de Gendarmería puede resolverse con un correo electrónico? Es un absurdo. Son todas medidas que están en contra de lo que es una desaparición forzada. En agosto de 2011 se dictó la sentencia de la Corte IDH (Corte Interamericana de Derechos Humanos) en el que condenó al Estado argentino por la desaparición forzada de Iván Torres en 2003. Fue la primera condena al Estado por una desaparición forzada en democracia. Desde ese momento, el Estado no adoptó ninguna medida. Sólo hay un protocolo de búsqueda de personas, que es para trata de personas. Si bien no está dicho así, sino que es para “búsqueda de personas desaparecidas y extraviadas”, en el escrito se refieren directamente a la ley de trata y cita jurisprudencia en relación a la trata. Allí la primera medida que recomienda el protocolo es verificar el entorno de la víctima en las primeras horas. ¿Qué tendrá que ver el entorno con una desaparición forzada? Otra de las medidas que propone es que es crucial que el fiscal le recuerde al personal policial que no es necesario que pasen 24 horas para actuar. Acá lo crucial es que el fiscal no trabaje ni con la policía ni con la Gendarmería. No tiene sentido.
–¿Eso es lo que rige a nivel local?
-Un ejemplo. Esta semana le tuve que contestar a la CIDH por la desaparición forzada de César Monsalve (un niño de 13 años) el 27 de mayo de 2013, en Trelew. El Estado le dijo a la CIDH que tiene que desestimar la denuncia porque no agoté los recursos internos. Qué le contesto el 7 de agosto: con otra desaparición forzada en Chubut. Es fundamental que admitan esas denuncias, porque la Argentina no ha adoptado ninguna medida desde la sentencia del 2011 por Iván Torres. No sólo no desarticuló las fuerzas de seguridad para que no vuelva a producir ninguna víctima, sino que no hizo nada para que el juez o la fiscal sepan. A tal punto que lo único que hay hoy es un escrito de búsqueda de personas desaparecidas y extraviadas, que es para la trata, y no es efectivo. Llegamos hasta acá precisamente porque no hubo nada: ni antes, ni durante ni ahora.
-¿Cuáles son las medidas que, entonces, adoptó el juez?
-Hacer un alerta de extravío en los aeropuertos y las terminales de colectivos. Está escrito: el 4 de agosto. Otra: la recompensa. El jueves le pregunté al personal de búsqueda de personas extraviadas del Ministerio de Seguridad de Nación cuántos delitos por desaparición forzada resolvieron así. ¡Ninguno! Son totalmente ineficaces las medidas. Hay que apuntar en el lugar específico. Apuntarle a la Gendarmería no es un capricho: es la única hipótesis racional, lógica y objetiva que existe desde el primer momento del 1 de agosto. No es una cuestión antojadiza. Porque, además, la otra hipótesis que tiene el juez es que Santiago haya cruzado el río ese día. Esto tampoco es lógico ni racional ni posible porque hace exactamente una semana se hizo un rastrillaje en el lugar y el perro hizo el recorrido y llegó hasta la punta del río, confirmando que Santiago estuvo ahí y no cruzó. Además, Santiago no sabía nadar. Pero supongamos que hubiera cruzado: ¿por dónde andaría? ¡La comunidad está ahí, lo hubieran encontrado! Es irracional cualquier otra hipótesis: la única hipótesis lógica es la desaparición forzada. Y eso acá todavía no se empezó a investigar: todavía no existe un expediente penal que diga «Santiago Maldonado, víctima de desaparición forzada, artículo 142 ter del Código Penal». No: la carátula que tiene el MPF se llama todavía «NN sobre averiguación de delito»
De la flagrancia a la desaparición forzada
Julio Saquero, miembro de la Mesa Directiva Nacional de la APDH y de la Regional Noroeste de Chubut de ese organismo, dijo a lavaca que los efectivos del Escuadrón de Gendarmería de El Bolsón no los dejaron ingresar a la comunidad el día de la represión, y puntualizó en la responsabilidad de Fabián Méndez, comandante del Escuadrón 35: “Así lo han dicho también autoridades del Escuadrón de Gendarmería de Esquel cuando fuimos a la citación por la búsqueda de paradero el primer día: ellos niegan que hayan participado en esa parte del operativo”.
El presidente del CELS, Horacio Verbitsky, sostuvo en la audiencia de urgencia convocada por la Comisión de Derechos Humanos del Congreso (en la que faltó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, pese a la invitación) que la orden del ingreso a la comunidad no fue del Juzgado Federal. “Había una orden despejar la ruta 40 por cortes intermitentes, pero no de entrar a la comunidad. Los efectivos entraron y abrieron fuego con municiones de caucho y plomo”. En ese sentido, las miradas también se posan sobre el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, quien se ubicó en tiempo y espacio en la coordinación del operativo represivo esos días. El funcionario -quien fue defensor de represores de la última dictadura cívico militar-admitió que coordinó personalmente a fuerzas federales y provinciales de Río Negro y Chubut a “tomar intervención y detener a todos y cada uno de los miembros del RAM que produzcan delitos en vía pública en flagrancia”.
-¿Cuál es su lectura de la participación de Noceti? -preguntó lavaca a la abogada Heredia.
-Pasamos de la flagrancia a la desaparición forzada sin una coma en el medio. ¿Por qué? Porque la orden de Otranto del corte de ruta del 31 de julio y que se implementa el 1 de agosto, es solo eso: una orden para desalojar la ruta. La cuestión es que Noceti venía haciendo apología de la flagrancia y de todo lo que se puede hacer con esta figura. Entonces la explicación de por qué la Gendarmería ingresó al territorio mapuche es porque dijeron que habían vuelto a intentar cortar la ruta, y esa flagrancia los habilitaba para ingresar. Eso es lo terrible: flagrancia es igual a desaparición forzada. ¿Y quién lo habilitó? Noceti. Por eso no tiene que declarar ante el juez: tiene que ser indagado.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

- Revista MuHace 2 semanas
Mu 205: Hay futuro
- CABAHace 1 semana
Villa Lugano: una movilización en contra del “Máster Plan”
- ActualidadHace 1 semana
Mendoza movilizada: sábado de caravanazo contra la minera San Jorge
- #NiUnaMásHace 1 semana
Femicidios en julio: la noticia es el horror
- ActualidadHace 2 semanas
Mapuches en Neuquén: 10.000 personas movilizadas contra la represión y en apoyo a las comunidades originarias