Nota
Fumigaciones: juicio por el homicidio de un chico de 4 años
Por primera vez en Argentina se procesó a un propietario y productor agropecuario bajo la figura de homicidio, por la muerte de un niño de 4 años que en abril de 2011 pisó un charco contaminado e inhaló agroquímicos provenientes de una tomatera, en el pueblo de Lavalle, provincia de Corrientes. Así lo determinaron las pericias que detectaron herbicida endosulfán en los siguientes lugares:
- En las inmediaciones de la chacra del productor Ricardo Nicolás Prieto.
- En el organismo de Nicolás Arévalo, 4 años, la víctima. El veneno fue absorbido a través de la piel de sus pies y por inhalación, según el procesamiento dictado por el juez de instrucción Carlos Balestra.
La autopsia al cuerpo del niño determinó la aplicación d el Código Penal para procesar al productor bajo la figura de “homicidio culposo agravado y lesiones graves” por la muerte de Nicolás y por la intoxicación de su prima Celeste Estévez (7 años), quien estuvo 3 meses internada en el Hospital Garraham de Buenos Aires y aún hoy (un año y medio más tarde) continúa en tratamiento.
En Lavalle otro niño de 4 años, José Carlos Rivero, falleció en mayo de este año y se presume que la causa es idéntica, aunque por otro agroquímico.
Contacto venenoso
Lavalle es un pueblo de 3 mil habitantes situado a 10 kilómetros de Goya, la segunda ciudad en importancia de Corrientes. La zona rural llega hasta el frente de la casa la familia Arévalo, lindante con una chacra ubicada en el paraje Puerto Viejo. “Inmediatamente la familia de Nicolás señaló a las fumigaciones de la plantación de tomates del lugar. Los nenes tomaron contacto con el veneno que había chorreado hacia la calle, al pisar unos charcos. Al rato empezaron a sentirse mal”, relata a lavaca Emilio Spataro, integrante de la Campaña Salvemos al Iberá. Al día siguiente Nicolás fue internado en el Hospital Zonal de Goya con un cuadro de intoxicación, fuertes dolores en el cuerpo y vómitos. De ahí fue trasladado al Hospital Pediátrico Juan Pablo II, donde murió 3 días después.
Autopsia
La autopsia efectuada en el Juan Pablo II demostró que lo que decía la familia era cierto y que la causa de la muerte fue la intoxicación con el herbicida endosulfán. Por primera vez en Argentina se pudo probar de modo directo que la causa de una muerte fueron las fumigaciones. Pericias posteriores también demostraron la presencia del agrotóxico en toda la zona.
“Con todos estos elementos se reclamaron dos cosas” explica Spataro: “Que se eleve a juicio y se procese al dueño de la tomatera, y que se paren las fumigaciones. No se logró esto último pero sí el procesamiento, luego de marchas, movilizaciones, difusión pública y, sobre todo, de difundir en Corrientes el antecedente del caso del juicio en Ituzaingó”. En ese juicio (en el que se condenó por fumigar a un productor y un aeroaplicador) se aplicó la Ley de Residuos Peligrosos, que aún no está reglamentada en Corrientes: esa es la raz{on por la que juez Balestra recurrió al Código Penal, según Julián Segovia, abogado de la familia Arévalo: “Es un mensaje a unos 1.800 productores de la zona sobre las consecuencias de lo que están haciendo” dijo a lavaca el abogado, integrante a la vez de Infancia Robada, organización encabezada por la hermana Martha Pelloni.
Juicio en espera
La defensa de Prieto apeló el procesamiento, tema que ahora debe resolver la Cámara de Apelaciones de Corrientes para determinar si el juicio sigue adelante: “Nosotros somos optimistas al respecto, ya que hay pruebas muy concretas de la causa de la muerte de Nicolás” planea el abogado Segovia. “No deja de ser una maniobra dilatoria, porque en el mejor de los casos el juicio se podrá realizar el año próximo” agrega por su lado Spataro. El acusado Prieto, vale aclarar, es ingeniero y fue quien diseñó y montó el sistema de fumigación de la chacra que provocó todo este episodio.
Nada cambia
A pesar de la contundencia en las pruebas y la visibilidad que cobró el caso en Corrientes, la situación en Lavalle no ha cambiado. “El gobierno correntino no ha tomado ninguna medida para cuidar la salud de la población de Lavalle, y tampoco se ha tomado ninguna medida para remediar la contaminación de la zona”, dice Spataro. En este sentido se espera que la muerte de Nicolás sea un caso testigo que no se limite al juzgamiento de los responsables sino que cambie la realidad de las poblaciones que lindan con zonas de cultivos donde se utilizan agroquímicos. Cuenta Spataro: “Estamos realizando relevamientos en hospitales y el panorama es bastante grave, tanto por nacimientos con malformaciones como como por muertes de niños”.
“La familia de Nicolás es de escasos recursos, y por eso la hermana Pelloni y la organización Infancia Robada está colaborando para que se pueda hacer el juicio y la situación no quede impune” explica el abogado Segovia.
Otro caso
El otro caso en Lavalle ocurrió en mayo de este año: José Carlos Rivero, 4 años. En el hospital, un análisis de orina determinó la presencia de agroquímicos en su cuerpo, poco antes de morir. Spataro: “No se sabe exactamente cómo lo ingirió, pero en este caso la familia vio que la tomatera estaba fumigando e inmediatamente habían empezado a morir los chanchos, las gallinas”.
La familia Rivero vivía muy cerca de la casa de los Arévalo, y sabían lo ocurrido un año antes con Nicolás y su prima. Decidieron mudarse a la casa de un familiar, pero José Carlos seguía empeorando y rápidamente fue trasladado al hospital local. “Luego lo derivaron al Garraham porque en Corrientes no querían tener otro caso controvertido” dice Spataro. José sobrevivió una semana, pero finalmente murió el 12 de mayo de 2012.
En su caso la investigación continúa. “En el Garraham solamente dijeron que había muerto por intoxicación sin buscar cuál había sido el elemento” explica el abogado Segovia. Spataro coincide con el argumento: “El Garraham no buscó determinar el origen de la intoxicación, pero posiblemente el antecedente de Nicolás permitirá que se realice una investigación más a fondo”.
La situación de la producción correntina no ha cambiado, pero sí la percepción de la sociedad, a partir de la difusión de estas muertes. Spataro: “Es un contexto complicado pero vemos que las organizaciones y la sociedad civil están firmes, las familias están muy firmes y queremos que esto no vuelva a ocurrir”.
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


- ActualidadHace 2 semanas
Intoxicados
- ActualidadHace 3 semanas
Marcha de jubilados: lo que une el espanto
- ActualidadHace 4 semanas
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”
- Derechos HumanosHace 10 horas
La justicia en el cuerpo
- ActualidadHace 1 semana
Coimas: los próximos pasos de la investigación que acorrala a los Milei