CABA
Juntas y organizadas: cómo palpitan los gremios una jornada histórica
A horas de que el proyecto por #AbortoLegalYa llegue al recinto por primera vez en la historia argentina, sindicatos cuentan a lavaca cómo se preparan para acompañar el trámite legislativo en una vigilia que durará hasta el jueves. Cómo se organizan las docentes. La carpa que montarán las trabajadoras de prensa para facilitar la tarea periodística. Las intervenciones en los subtes y la rotación de las metrodelegadas durante la madrugada. Las trabajadoras estatales que sumarán un cese de actividades para acompañar en la calle de forma masiva. Dimensiones de una organización a la altura de la historia.Faltan horas para que el proyecto de ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo comience a ser discutido en el Congreso de la Nación por primera vez en la historia argentina. Luego de siete intentos frustrados, la Cámara Alta debatirá el proyecto cuyo eje central es el texto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito pero que también contempla observaciones de los otros nueve presentados y de lxs legisladorxs que estaban indecidxs. La discusión llega en el marco de una movilización histórica, con una enorme convocatoria a favor de la legalización del aborto que llama a inundar de verde las calles desde las primeras horas.
En ese escenario, colectivos, movimientos y sindicatos cierran los últimos detalles de una organización que garantizará una vigilia a la espera de la sanción del proyecto, cuya discusión se prevé que llegue hasta la mañana del jueves.
La deuda de la democracia
Karina Nicoletta es trabajadora del subte, conductora y secretaria de Género de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro. Mañana estará en la calle junto a las trabajadoras y trabajadores del gremio que vienen acompañando el trámite legislativo con pañuelos verdes en los horarios del trabajo, y el 4 de junio -día de la masiva movilización por un nuevo aniversario del Ni Una Menos- intervinieron las líneas con la consigna de la Campaña Nacional: “Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal y para no morir”.
¿Por qué es importante la vigilia? “Por fin, después de tantos años, el debate llega al Congreso de la Nación. Entendemos que es un derecho y una deuda de la democracia para con las mujeres, una cuestión de justicia social y de salud pública que el Estado claramente tiene que tomar y legislar entendiendo que, también, es una cuestión de derechos humanos. Esperamos que, después de tanto tiempo, se salde una deuda con nuestros derechos, que tiene que ver con la autonomía de nuestros propios cuerpos”.
Nicoletta afirma que la legalización del aborto no es una cuestión filosófica o ética. “Son las mujeres más pobres quienes mueren por abortos clandestinos. Por eso el Congreso tiene dar una respuesta a esta necesidad, y esa respuesta tiene que estar a la altura de las circunstancias. Hay muchos sectores antiderechos esperando a que la ley no salga. Por eso, trabajadoras y trabajadores del subte nos estaremos repartiendo desde temprano, y aguardando a las horas de la mañana el jueves, para que este debate culmine como esperamos: con una ley concreta para que al aborto sea legal, seguro y gratuito”.
Base de operaciones
La militante y trabajadora del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa), Lorena Tapia Garzón, cuenta a lavaca que armarán un gacebo desde las primeras horas del día en el que colgarán fotos de los pañuelazos que se hicieron en las redacciones. “La carpa va a estar todo el día. Evaluaremos en la madrugada lo que vaya aconteciendo y garantizaremos la presencia con delegados de todas las redacciones que irán rotando en ese espacio. A lo largo del día se irá sumando más compañeras y compañeros”.
Desde el gremio de prensa consideran fundamental armar una base de referencia para los que estén cubriendo la histórica jornada tanto en la calle como dentro del Congreso. “El gacebo estará para que lxs compañerxs puedan salir, cargar su celular, bajar fotos y compartir materiales. Vamos a movernos en función de la jornada”.
Desde el SiPreBA consideran importante la vigilia para acompañar -también- a lxs legisladorxs que están siendo presionadxs. “Es un contexto de mucha presión y amenazas que sufren incluso a través de sus hijos, por parte de la corporación de la Iglesia y otros sectores conservadores. Es necesario mostrar el apoyo: este pedido es una deuda de la democracia que llega al Congreso por la movilización del movimiento de mujeres pero también de un sector muy grande que está pidiendo que se reconozcan los derechos de todas las mujeres y personas gestantes sobre su cuerpo y su decisión”.
El momento es ahora
Juan Romero es integrante del Consejo Ejecutivo de la seccional La Matanza de Suteba. Dice: “Es fundamental la movilización y la vigilia por la presión del lobby clerical sobre los propios diputados y sobre el conjunto de la población, en la medida en que el debate está colocado en el centro de la política nacional. Por lo tanto, a esa visión en contra de la legalización creemos que hay que oponerle una presencia masiva y llevarla al frente del Congreso, donde la presión popular es la que va a a torcer a los indecisos”.
Desde La Matanza se están preparando en seis micros para movilizar a más de 300 docentes del distrito más grande del país. “Tenemos en claro que muchas van a ir por su cuenta y más tarde: estimamos que no va a haber menos de 800 compañeras. Y puede ser mucho mayor. Es impresionante lo que está pasando en las escuelas matanceras”.
El Suteba municipal, además, convocó a un cese de actividades para garantizar la mayor movilización posible. “Entendemos que los sindicatos deberían ponerse al servicio de este debate histórico. No todas las seccionales lo hicieron”.
La secretaria adjunta de Ademys, Amanda Martín, también subraya que un sector de los docentes porteños pararán mañana a partir de las 12. “Tenemos que facilitar la presencia de cientos de docentes. Y, luego, esperar que más compañeras y estudiantes, pieza fundamental de este debate, se acerquen a las actividades y a las carpas que vamos a armar. Hicimos campañas en escuelas con materiales y afiches públicos: es ahora”.
El punto de inflexión
“Seremos masivas: estamos muy convencidas que vamos a lograrlo y que ya ganamos”, dice a lavaca Laura Sotelo, integrante del Consejo Directivo de ATE Capital, secretaria de Género del sindicato y una de las organizadoras de la Carta Abierta de trabajadoras estatales por #AbortoLegalYa. “Cuando digo que ganamos es porque sacamos del clóset un debate impresionante que nosotras ya no íbamos a postergar más porque es el reconocernos en clave política dentro de la masividad que venimos logrando. Desde allí cuestionamos este sistema milenario que nos oprime y que tiene en nosotras la sola tarea de la reproducción y no nos trata como personas ni seres humanos”.
Sotelo subraya una articulación constante con los gremios de la CTA. “Vamos a estar desde las 9 de la mañana hasta que el aborto tenga, por lo menos, media sanción, y eso quiere decir que estaremos allí hasta el jueves”. Dentro de esa articulación calculan que, para la madrugada, habrá entre 15 y 20 trabajadoras por sindicatos. “Es muy grande. Sumá que tenemos una percusión en la que somos 60 compañeras y que acompañaremos la jornada con un cese de actividades. Seremos muchísimas: es ahora”.
-¿Por qué es ahora?
-Porque es imprescindible. Porque logramos que en lugares muy anquilosados, donde no podíamos atravesar el sistema patriarcal, sea un tema ineludible. Porque la sociedad se despertó. Porque hemos ganado el debate. Porque es una deuda que la democracia tiene para con nosotras. Es ahora porque así logramos que se quite la condena social. Ya no tenemos esa penalización, por lo que los diputados y las diputadas deberían escuchar al pueblo, algo que está muy complicado en este contexto, pero creemos que en esta oportunidad no les queda otra porque no supieron siquiera dimensionar lo que éramos capaces de hacer. Así seguiremos avanzando en la conquista de derechos.
-¿Qué representó el debate al interior de las organizaciones?
-Es fundamental porque lo enunciamos y lo entendemos como una realidad efectiva: estamos hablando de muchísimas muertes que se cobra el aborto clandestino. Allí el Estado tiene que hacerse cargo como un hecho de salud desde una política sanitaria, y atender a toda la legislación internacional no sólo porque es una necesidad urgente sino porque, así, no están respetando los principios más básicos de los derechos humanos. Además, es nuestro derecho al goce. Como laburantas tuvimos un punto de inflexión: no queremos más la maternidad obligatoria. Es muy cínico que nos obliguen a ser madres, y esa es la misma razón por la que el mercado laboral nos expulsa. Por eso, la legalización del aborto es parte de la trama para lograr nuestra independencia económica y decidir cuándo y cómo querer tener y proyectar hijos, hijas e hijes.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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