Nota
«Vuestras creencias personales no debieran entorpecer las políticas públicas»
«La visión ética del aborto»: el texto completo que leyó el obstetra y doctor en Medicina Mario Sebastiani, en la segunda jornada del debate en comisiones de la Ley de interrupción del embarazo.
«Señores legisladores,
El aborto es un dilema entre la vida del embrión y la autonomía de la mujer. Para algunos esta visión alcanza para inclinar la balanza o convertir en un imperativo ético la defensa de la vida del embrión. Sin embargo considero erróneo que se mire al aborto desde una ética o una creencia personal cuando la realidad nos muestra la necesidad de una ética social, una ética de valores políticos y de valores relacionados con la salud pública y la dignidad de las mujeres. Vuestros valores individuales, vuestras creencias y religión no debieran entorpecer las políticas públicas que aporten bienestar a los ciudadanos.
Por otro lado la historia actual y pasada demuestra que independientemente de las leyes restrictivas o permisivas, el aborto se convierte aquí y en otros países en una situación y una decisión individual de la mujer pero que tiene consecuencias en el resto de la sociedad.
Existen múltiples visiones sobre el concepto de persona, pero en una sociedad pluralista y en un estado laico, ninguna de ellas debiera ser tomada de manera taxativa y aún peor, manipulada.
La bioética permanentemente reflexiona sobre el estatuto del embrión pero bien se cuida de tener definiciones cerradas y taxativas. Esto se debe a que la ética no es moral ni es religión sino una disciplina racional y crítica y como tal se nutre de un diálogo multidisciplinario. Este diálogo sobre el estatuto del embrión se alimenta de las reflexiones de la ciencia, la genética, la moral, la ética, la filosofía, la religión y la filosofía del derecho.
Afirmar que un embrión es persona desde el momento de la concepción puede ser valido para un legislador, para una ley, o para una religión pero no lo es para la filosofía o para la ciencia. Este sería un claro ejemplo de manipulación de los estatutos. Por ello más que empecinarse en tener razón deberíamos de analizar cuales son los alcances de estas definiciones y sus consecuencias para la sociedad y la vida privada de las personas.
Por ello es que se requiere una reflexión bioética: se trata de vida, de muerte, de enfermedad, del papel del estado, de leyes y de políticas públicas. La discusión de la sociedad no debiera ser la de la condena moral sobre el aborto sino la discusión de cómo se le da protección a las mujeres y qué medidas se habilitan para la disminución del número de abortos.
La sociedad, ustedes, no legislaron si era moral o ético el matrimonio igualitario, sino que reconoció el derecho al matrimonio a personas de un mismo sexo y este ha sido un evento paradigmático e iluminador al respecto de otros temas controvertidos en nuestra sociedad y ejemplo para otros países. Lo mismo resolvieron ustedes con la anticoncepción quirúrgica, la ley de fertilización asistida o el divorcio.
Hasta ahora la sociedad y los legisladores han decidido penalizar a la mujer que aborta sobre la base de la defensa de la vida del embrión. Curiosamente han mencionado que el aborto es un asesinato pero bien se han cuidado de denominar a las mujeres asesinas. Esto no les conviene.
Los resultados de la penalización han sido la enfermedad de las mujeres por complicaciones del aborto (aproximadamente 50 mil internaciones por año), la muerte de un colectivo de mujeres (entre 50 y 100 por año en los últimos años) y un numero 4 a 5 veces superior de abortos que en los países donde se encuentra legalizado. Revisar esta ley es un imperativo moral y ético para ustedes. Mantenerla sería cronificar esta desgraciada escenografía.
Varios son los valores afectados por una ley que penaliza el aborto: Se sostiene la clandestinidad y por ello se afecta la salud y la vida de las mujeres, no existe la prevención del embarazo no deseado , no se establece un diálogo entre la mujer y la sociedad que solo queda supeditada a una complicación del aborto y no al otorgamiento de una interrupción del embarazo segura a los efectos de prevenir daños en la mujer, en su entorno personal y familiar, y en las cargas para el estado. Darle cobertura al aborto seguro es dignidad para las mujeres y expresión concreta de la salud pública. Hablar de Salud pública y prohibir el aborto es un contrasentido a todas luces.
Deben ser analizados el principio de autonomía en cuanto al papel de la mujer que gesta un niño o que interrumpe un embarazo. Si existe el derecho a tener hijos es razonable que exista el derecho a no tenerlos.
De la misma manera deben ser analizadas las miradas de los principios de no maleficencia y beneficencia en sus distintas aplicaciones. El principio de justicia debe articular equitativamente el resto de los principios anteriormente mencionados. La ley es la ética de mínimos en una sociedad.
En vez de discutir si está bien o mal el aborto, la obligación ética de la medicina y la sociedad toda es la de disminuir el numero de abortos y darle seguridad a cada mujer que decida por sus razones personales la interrupción de un embarazo. Recordemos que los abortos son 14 veces más seguros que los embarazos y los partos y por ello debemos darle cobertura a las mujeres y no condenarlas a llevar adelante embarazos no deseados. Por ello la prevención de la salud de la mujer debe estar por encima de la prevención de la vida y la salud del feto y esto es ética, sociedad, salud y dignidad.
Se necesita un diálogo que proteja a mujeres y que disminuya la cantidad de abortos. En vez de seguir discutiendo sobre la moralidad de los hechos avancemos en protección de la salud de las personas. En este marco se abren dos posibilidades. Si gana el Sí a la despenalización se abre una puerta para convertirnos en un país realmente democrático, moderno, pluralista y con dignidad y seguridad para las mujeres. Si gana el NO, pido encarecidamente a los legisladores indecisos y a los que votarían por el NO, que reflexionen sobre las consecuencias de dicha victoria y analicen quienes serían los ganadores. Ya ha quedado demostrado que no lo serían ni los embriones ni las mujeres.
Mario Sebastiani
Doctor en Medicina
[email protected]
Nota
La Estela: tierra guaraní en escena

Las actrices Casandra Velázquez e Ivana Zacharski crearon un unipersonal sobre una niña litoraleña que descubre aventuras al amparo del monte misionero. El calor agobiante, la siesta obligatoria, los árboles de yerba mate y las leyendas de ese territorio se cruzan con la inspiración de Clarice Lispector como punto de partida.
Por María del Carmen Varela
A la hora de la siesta el pueblo entra en una pausa obligatoria barnizada por un calor agobiante. Ni el sueño ni el sofoco detienen a la niña, que abandona su cama con sigilo y logra escapar al amparo del monte. Encuentra en la intemperie el abrigo que no es costumbre en su casa. Cada día la espera una aventura distinta, aunque no siempre hay juego y risas. Rebelde, divertida, decidida, busca compañía para sus andanzas y si no la encuentra, transita en soledad. La salvación a cielo abierto, la naturaleza como sostén y una fascinación: “La Estela”.
La actriz y bailarina Casandra Velázquez y la actriz y directora de teatro Ivana Zacharski dieron luz a esta niña litoraleña sumergida en la vastedad de un paisaje indómito y deslumbrada por Estela, la joven esquiva con mirada de pantera. Ivana y Casandra se conocieron a sus 18 años tomando clases de actuación con Pompeyo Audivert en el Teatro Estudio El Cuervo, poco tiempo después de que cada una viniera a estudiar teatro a la Capital. Casandra nació en Rosario y creció en Venado Tuerto (Santa Fe), Ivana es de Apóstoles, Misiones, donde se desarrolla esta historia que juntas llevaron a escena. Este universo, recorrido por Ivana, de tierras guaraníes surcadas por árboles de yerba mate y leyendas de peligros a la hora de la siesta, fue la inspiración para La Estela.
Ivana tenía ganas de dirigir un unipersonal y eligió a su amiga Casandra para actuarlo. El punto de partida fue un cuento de Clarice Lispector: La relación de la cosa. Casandra: “Los primeros encuentros fueron sin texto, nos acercamos a la obra desde el cuerpo, la respiración y la carne. En los primeros ensayos bailé un montón, unas danzas extrañas, medio butohkas, transpire, canté, corrí, toqué el bajo. Ivana empezó a escribir y yo a probar y actuar todos esos textos e hipótesis, el insomnio estaba presente, la obsesión con el tiempo, los fantasmas del futuro, algo vinculado a la materialidad del agua y el devenir del río. Aparecieron unos cuentos protagonizados por distintas niñas en paisajes litoraleños. Nuestro personaje de ese momento: una mujer en medio del insomnio, se contaba esos cuentos a ella misma para poder dormir”.

Foto: Gentileza La Estela.
Después de que Ivana hiciera un taller de escritura con Santiago Loza y Andrés Gallina, la historia fue tomando fuerza. Cuenta Casandra que algo se abrió y comenzó a aparecer la trama: “La obra apareció y nos empezó a hablar. Nos metimos adentro de esos cuentos, de esos paisajes y de esas niñas y dejamos de lado todo lo demás. Apareció algo muy mágico entre nosotras, algo de eso que las obras permiten, que es crear un universo común, descubrir conexiones y relaciones nuevas. Sentía que la obra estaba apareciendo y tenía voz propia, apareció el cuerpo de la obra y una forma de narrar”. Casandra recorre el escenario y su fuerza expresiva invita a adentrarse en la historia de esta niña llena de vitalidad y asombro. La vemos en su habitación, presa del calor de la tarde, en busca de libertad y juego, invocando protección divina cuando algo se le escapa de las manos, trabajando en el puesto rutero, pateando una pelota, como se patea a la injusticia, hipnotizada al descubrir la mirada felina de “la Estela”.
El entusiasmo de la juventud, las tragedias inesperadas, las súplicas, el goce de la novedad caben en ese cuerpo palpitante de sueños. Ivana y Casandra apelaron a sus propias vivencias para hilar la narración. Casandra: “Las dos pasamos nuestras infancias y adolescencias medio punkis en distintos paisajes litoraleños, lejos de esta ciudad, sus ritmos y velocidades. Había algo de ese universo común, de elegir siendo muy chicas irnos de las ciudades donde crecimos, que empezó a operar, casi telepáticamente. El ejercicio de revisitar esos paisajes y poblarlos de ficción fue fascinante, mirar el mundo con ojos de infancia nos abrió mucho permiso y nos devolvió mucha vitalidad, nos permitió vincularnos con la violencia, el dolor y la crudeza de crecer desde un lugar de mucho delirio y mucho juego. La obra es bastante impune en ese sentido, el relato no pide permiso, ni da explicaciones, sólo sucede. Justicia poética, decimos, un conjuro de liberación”.
Al cabo de dias de ensayo, la voz de la niña litoraleña comenzó a asomar y Casandra hizo un trabajo específico con la coach vocal Mariana García Guerreiro. El actor Iván Moschner también se sumó a pulir el fluir de la voz. Escuchar radios misioneras, discos y entrevistas a Ramón Ayala y otrxs artistas misionerxs colaboró con esa tarea. La niña que sube el escalón hacia la adolescencia, la que se enfrenta al monte y sus amenazas, se abre paso en la oscuridad con la lumbre de su irreverencia. Salvar y ser salvada, desafiar la imposición de la siesta, para correr a soñar despierta.
La Estela
El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, CABA
Sábados a las 18 hs, hasta el 27 de septiembre
@laestela.obra
Nota
Litio: nace un nuevo documental

Este viernes 29 de agosto se presentará un nuevo contenido de Cooperativa de trabajo lavaca: Litio. Un documental dirigido junto a Patricio Escobar que refleja la lucha de las comunidades originarias y el paralelismo entre la reforma (in)constitucional de Jujuy, como experimento hacia la Ley Bases votada a nivel nacional.
“Te cuento esta historia, si me prometés hacer algo. ¿Dale?”.
Así arranca el documental Litio, una historia de saqueo y resistencias, que continúa…
Un documental independiente y autogestivo de cooperativa lavaca y dirigido en conjunto con Patricio Escobar, que traza un hilo conductor entre la reforma (in)constitucional de Jujuy votada a espaldas del pueblo en 2023, y lo que pasó un año después a nivel nacional con la aprobación de la Ley Bases y la instauración del RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones).
Este proyecto tiene algunas particularidades: por un lado, no se trata de una única pieza audiovisual, sino de varias. Una más larga, de 22 minutos; y otras más cortas, de menos de 6 minutos. Por otro lado, se propone un documental en construcción permanente, al que se le irán agregando nuevas piezas de una cadena extractivista que parece no tener fin. Para esto, creamos una página web (que también estrenaremos el viernes 29) en la que iremos agregando los nuevos eslabones que surjan a futuro relacionados al oro blanco.
LITIO muestra cómo viven las comunidades de la puna jujeña en la cuenca de las Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, una de las siete maravillas naturales de Argentina, y a la par, zona de sequía y uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Dato insoslayable: para obtener un kilo de carbonato de litio se utilizan hasta dos millones de litros de agua. Las imágenes se entrelazan con los ostentosos congresos mineros, la represión policial a las manifestaciones por la reforma (in)constitucional y la resistencia de un pueblo que no otorga la licencia social a la explotación minera.
“¿Cuánto cuesta, cuánto vale… nuestra Pacha?”, cantan las comunidades originarias. Esa bandera hecha canción – y esa pregunta- se construye a través de distintas entrevistas a las comunidades Santuario de Tres Pozos, Lipán, El Moreno, Tres Morros, Potrero de la Puna, así como a otros actores. También evidencia el silencio de las autoridades, que no quisieron hacer declaraciones públicas. “Todas las Salinas están cuadriculadas de pedimentos mineros. Allí viven las comunidades y debajo, en el subsuelo, están las minas”, cuenta Alicia Chalabe, abogada de las comunidades.
El documental plantea una premisa: la reforma (in)constitucional de Jujuy en 2023 impuesta por el entonces gobernador Gerardo Morales –a merced de la explotación del litio, ya que modificó el régimen de agua, de tierras fiscales y de la propiedad privada, y ratificó la propiedad exclusiva de la provincia sobre los recursos naturales, entre los que incluye el subsuelo y el mineral de litio– fue el experimento que sirvió de antesala a la Ley Bases aprobada en 2024. Esta profundizó no sólo la matriz extractivista mediante enormes beneficios fiscales a empresas mineras, petroleras y del agronegocio, sino también las relaciones carnales con Estados Unidos y particularmente con Elon Musk, dueño de la empresa Tesla que construye autos eléctricos, para lo cual el litio es fundamental.
LITIO termina con tres palabras, y se erige como punto de partida:
“Esta historia continuará
¿Dale?”.
Te invitamos a seguir construyendo esta historia, este viernes 29 de agosto a las 20, en MU Trinchera (Riobamba 143, CABA).

CABA
Super Mamá: ¿Quién cuida a las que cuidan?

¿Cómo ser una Super Mamá? La protagonista de esta historia es una flamante madre, una actriz a la que en algún momento le gustaría retomar su carrera y para ello necesita cómplices que le permitan disfrutar los diferentes roles que, como una mamushka, habitan su deseo. ¿Le será posible poner en marcha una vida más allá de la maternidad? ¿Qué necesitan las madres? ¿Qué necesita ella?
Por María del Carmen Varela
Como meterse al mar de noche es una obra teatral —con dirección y dramaturgia de Sol Bonelli— vital, testimonial, genuina. Un recital performático de la mano de la actriz Victoria Cestau y música en vivo a cargo de Florencia Albarracín. La expresividad gestual de Victoria y la ductilidad musical de Florencia las consolidan en un dúo que funciona y se complementa muy bien en escena. Con frescura, ternura, desesperación y humor, abordan los diferentes estadíos que conforman el antes y después de dar a luz y las responsabilidades en cuanto al universo de los cuidados. ¿Quién cuida a las que cuidan?
La escritura de la obra comenzó en 2021 saliendo de la pandemia y para fines de 2022 estaba lista. Sol incluyó en la última escena cuestiones inspiradas en el proyecto de ley de Cuidados que había sido presentada en el Congreso en mayo de 2022. “Recuerdo pensar, ingenua yo, que la obra marcaría algo que en un futuro cercano estaría en camino de saldarse”. Una vez terminado el texto, comenzaron a hacer lecturas con Victoria y a inicios de 2023 se sumó Florencia en la residencia del Cultural San Martín y ahí fueron armando la puesta en escena. Suspendieron ensayos por atender otras obligaciones y retomaron en 2024 en la residencia de El Sábato Espacio Cultural.
Se escuchan carcajadas durante gran parte de la obra. Los momentos descriptos en escena provocan la identificación del público y no importa si pariste o no, igual resuenan. Victoria hace preguntas y obtiene respuestas. Apunta Sol: “En las funciones, con el público pasan varias cosas: risas es lo que más escucho, pero también un silencio de atención sobre todo al principio. Y luego se sueltan y hay confesiones. ¿Qué quieren quienes cuidan? ¡Tiempo solas, apoyo, guita, comprensión, corresponsabilidad, escucha, mimos, silencio, leyes que apoyen la crianza compartida y también goce! ¡Coger! Gritaron la otra vez”.
¿Existe la Super Mamá? ¿Cómo es o, mejor dicho, cómo debería ser? El sentimiento de culpa se infiltra y gana terreno. “Quise tomar ese ejemplo de la culpa. Explicitar que la Super Mamá no existe, es explotación pura y dura. No idealicé nada. Por más que sea momento lindo, hay soledad y desconcierto incluso rodeada de médicos a la hora de parir. Hay mucho maltrato, violencia obstétrica de muchas formas, a veces la desidia”.
Durante 2018 y 2019 Sol dio talleres de escritura y puerperio y una de las consignas era hacer un Manifiesto maternal. “De esa consigna nació la idea y también de leer el proyecto de ley”. Su intención fue poner el foco en la soledad que atraviesan muchas mujeres. “Tal vez es desde la urbanidad mi mayor crítica. Se va desde lo particular para hablar de lo colectivo, pero con respecto a los compañeros, progenitores, padres, la situación es bastante parecida atravesando todas las clases sociales. Por varios motivos que tiene que ver con qué se espera de los varones padres, ellos se van a trabajar pero también van al fútbol, al hobby, con los amigos y no se responsabilizan de la misma manera”.
En una escena que desata las risas, Victoria se convierte en la Mami DT y desde el punto de vista del lenguaje futbolero, tan bien conocido por los papis, explica los tips a tener en cuenta cuando un varón se enfrenta al cuidad de un bebé. “No se trata de señalarlos como los malos sino que muestro en la escena todo ese trabajo de explicar que hacer con un bebé que es un trabajo en sí mismo. La obra habla de lo personal para llegar a lo político y social”.
Sol es madre y al inicio de la obra podemos escuchar un audio que le envió uno de sus hijos en el que aclara que le presta su pelota para que forme parte de la puesta. ¿Cómo acercarse a la responsabilidad colectiva de criar niñeces? “Nunca estamos realmente solas, es cuestión de mirar al costado y ver que hay otras en la misma, darnos esa mirada y vernos nos saca de la soledad. El público nos da devoluciones hermosas. De reflexión y de cómo esta obra ayuda a no sentirse solas, a pensar y a cuidar a esas que nos cuidan y que tan naturalizado tenemos ese esfuerzo”.
NUN Teatro Bar. Juan Ramirez de Velazco 419, CABA
Miércoles 30 de julio, 21 hs
Próximas funciones: los viernes de octubre


- Revista MuHace 6 días
Mu 206: La revolución de la empatía
- ActualidadHace 3 semanas
Intoxicados
- ActualidadHace 4 semanas
Marcha de jubilados: lo que une el espanto
- Derechos HumanosHace 1 semana
La justicia en el cuerpo
- ActualidadHace 2 semanas
Coimas: los próximos pasos de la investigación que acorrala a los Milei