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Petróleo y protesta social. Caso testigo: La situación en el norte de la provincia de Santa Cruz

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“En los albores del siglo XXI, la Cuenca del Golfo San Jorge se encuentra en un proceso de reemplazo de un modelo de acumulación de capital basado en la fuerte participación del Estado (a través de políticas proteccionistas), por un nuevo modelo caracterizado por el mantenimiento de la extracción petrolífera como actividad principal, la reducción del costo laboral y la precarización de las relaciones salariales, la crisis en las instituciones gremiales, la flexibilización de los procesos productivos a través del uso intensivo del recurso tecnológico, la fuerte dependencia de los comportamientos de los mercados internacionales de crudo y la marcada ausencia de actores encargados de la Planificación y la definición de políticas sobre el Desarrollo Regional”.
Salvia, A. (comp.); La Patagonia de los Noventa. Sectores que ganan, sociedades que pierden; Buenos Aires; Editorial Colmena; 1999
Contexto: La Cuenca del Golfo San Jorge es una amplia región ubicada en la Patagonia central entre los paralelos 43 y 47 grados de latitud sur. Comprende la zona meridional de la provincia del Chubut, la parte norte de la provincia de Santa Cruz y gran parte de la plataforma continental argentina.
El área total de la cuenca se estima en unos 200.000 Km2 de los cuales 70.000 Km2 (35%) tienen interés petrolero (posibilidades potenciales de contener hidrocarburos) según los conocimientos y datos actuales.
En la provincia de Santa Cruz, la red de oleoductos está integrada por el que se origina en el yacimiento Las Heras con destino al tramo de ducto Pico Truncado. Estas instalaciones alcanzan un recorrido de 72 km de extensión con una capacidad de 9.600 m3/día, siendo el transportista Repsol /Y.P.F.
Desde el tramo de ducto Pico Truncado hasta el yacimiento Caleta Olivia se conectan las estaciones intermedias Cañadón León y Cañadón Seco, en 53 km de extensión y con una capacidad de 35.000 m3/día. A su vez, el ducto Pico Truncado se conecta con el ducto Huemul a través de un recorrido de 27 km y una capacidad de 3.500 m3/día, siendo el transportista Total Austral.
Como podrá notarse, el trazado de estos oleoductos marcan el mapa de los más graves conflictos sociales de la actualidad.
a) Las riquezas en juego
La Cuenca del Golfo San Jorge es como una mancha de otro color en el entramado de los reservorios hidro- carburíferos del país. Mientras los niveles de reservas de petróleo y gas, entre 1988 y 2004, se redujeron en los yacimientos de todo el país, en el sur del Chubut y el norte de Santa Cruz se produjeron incrementos. Esos aumentos son del 14,62% en el petróleo de dicha cuenca y del 8,56% del gas.
En mayo de 2005 la administración Kirchner lanzó un plan de incentivos fiscales para que las compañías destinen mayores inversiones a la exploración y la ampliación de los horizontes de explo- tación.
La iniciativa oficial contempló otorgar los siguientes beneficios para las inversiones petroleras:
– La devolución anticipada del IVA por la compra de bienes de capital e inversiones en infraestructura.
– La amortización acelerada de los bienes y equipos en el pago de Ganancias.
– La exención del Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta.
– La eliminación de derechos de importación para equipos y bienes de capital que se no produzcan en el país.
– Los beneficios se extenderán por 15 años para las nuevas áreas y 10 años para las subdivisiones de las zonas concesionadas.
– Los actuales titulares de permisos de explotación podrán acceder a áreas adyacentes con continuidad geológica.
– Las áreas que no están asig- nadas se concursarán según lo previsto en cada jurisdicción.
– Las concesiones actuales se podrán subdividir y el área generada se volverá a concursar, pero con derecho de preferencia para el concesionario actual en base a la prórroga de diez años que prevé la ley de hidrocarburos.
– Para acceder a estas áreas y a los incentivos fiscales será ineludible una asociación con Enarsa. Si bien no se dieron a conocer las condiciones para esa asociación, los funcionarios de Planificación destacaron que se instrumentará un mecanismo por el cual las empresas interesadas deberán ofrecerle una partici-pación a Enarsa y la que plantee la opción más conveniente se adjudicará el proyecto. Si Enarsa desiste expresamente de alguna asociación, en ese caso la petrolera que impulsa el proyecto podrá realizarlo por su cuenta y recibir los beneficios fiscales.
Los planes de incentivos a la exploración han sido múltiples en los últimos 30 años y ninguno de ellos ha dado resultados satisfactorios, y cada vez que se exploró en forma abultada la inversión fue realizada por el Estado con el objetivo de facilitarle los negocios a las compañías privadas.
Entre 1999 y 2005 la rentabilidad de los pozos argentinos ha sido altísima, pero contradictoriamente a estos niveles de ganancia se puede apreciar como los pozos exploratorios fueron los de menor cuantía en las últimas tres décadas. Nunca antes se había explorado tan poco, ni siquiera tras la privatización de YPF, pero desde la llegada del grupo Repsol los niveles exploratorios fueron cada vez menores.
b) Los dueños del golfo
Las empresas que extraen las riquezas en esta cuenca son:
Repsol-YPF Según informa su página web, al 31 de marzo de 2004, sus principales accionistas son:
1)Repinves 5,6%
2)Repcon Lux 4,8%
3)Caixa 10,2%
4)BBVA (Banco Bilvao Vizcaya) 6,3%
5)Free float 73,1%
El diario El País, de España, el 10 de noviembre de 2002 anunció que el mayor accionista de Repsol es un californiano: “Una gestora norteamericana, Brandes Investment Partners, ha desplazado a la banca española como primer accionista de Repsol-YPF. La californiana Brandes, propiedad exclusiva de un financiero del mismo nombre, se convirtió en uno de los principales accionistas institucionales de Telefónica y de BBVA en España, de Portugal Telecom en Portugal y de Telmex y su filial América Móvil en América Latina”. Cuenta también con participaciones superiores al 2 % en Unilever, Hitachi, BAT, Matsushita o Tyco y Volkswagen.
Sin embargo, no es cierto, como aseguró El País, que Brandes pertenezca a un solo propietario. Tal cual informa el propio fondo, así fue en los comienzos. Pero la estructura de la corporación fue cambiada en 1985, primero; en mayo del 96 después y, por último, en junio de 2002, hasta licuarse en anónimas manos, apenas unos meses antes de la inversión en Repsol.
Tecpetrol: perteneciente a la División Energía del Grupo Techint, con operaciones en Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador, México y Perú. Opera 12 áreas en las cuencas argentinas, con participación total o mayoritaria en concesiones de largo plazo. A fines de la década del ´80 – tras ganar una licitación del Chase Manhattan Bank – Tecpetrol se adjudicó el yacimiento José Segundo, en la Cuenca chubutense del Golfo de San Jorge. A mediados de 1991 -al ser licitadas cuatro áreas centrales- Tecpetrol se adjudicó El Tordillo (Chubut) junto a La Tapera y Puesto Quiroga y pasó a ser una de las áreas productoras de primera línea.
El Área El Tordillo, en el Golfo de San Jorge, es uno de los yacimientos de petróleo más importantes operados por Tecpetrol. Produce alrededor de 10 millones de barriles de petróleo y 6 billones de pies cúbicos de gas al año. El Tordillo posee actualmente más de 700 pozos en producción.
Vintage Petroleum: compañía estado- unidense que hace negocios en el país desde 1995, a través de su subsidiaria Vintage Oil Argentina. El grupo compró en agosto de 2004 la petrolera Río Alto por 36,4 millones de dólares. Río Alto pertenecía a la petrolera canadiense Río Alto Resources International y había ingresado en el mercado hidro- carburífero de la Argentina en el 2000. Actualmente posee 52 pozos productivos en la cuenca de San Jorge.
Pan American Energy: es una com- pañía de BP (60%) y BRIDAS Corp. (40%). Sus directores son Carlos y Alejandro Bulgheroni
Chevron, la cuarta petrolera de los Estados Unidos, compró a la local San Jorge en 1999 por 1.000 millones de dólares. La empresa vendedora fue Bolland, una firma de servicios para la industria petrolera creada por Jorge Priú y Guillermo Ostry, dos ex funcionarios de YPF, a comienzos de los 60. San Jorge creció con la política de privatizaciones de Raúl Alfonsín.
Sipetrol: Sociedad Internacional Petro- lera (Sipetrol) es la filial internacional de la Empresa Nacional del Petróleo de Chile (ENAP) dedicada a la exploración y producción de petróleo y gas en diferentes partes del mundo.
TERMAP S.A.: Es la canilla que concentra la producción de petroleo de toda la cuenca. Sus dueños son los principales operadores de la zona, que formaron un consorcio para centralizar las tareas de almacenaje y carga. Ellos son Repsol-YPF (37.35%), Pan American Energy (31.72%), Vintange Oil (13.79) y Shell (4,20). Opera desde febrero de 1994 las terminales de Caleta Córdova y Caleta Olivia ubicadas en las provincias de Chubut y Santa Cruz. Ambas terminales reciben el crudo de los distintos yacimientos de la cuenca del Golfo San Jorge que equivale aproxi- madamente al 35% de la producción del país. El petróleo es almacenado y preparado para ser bombeado a los buques tanques, de hasta 160.000 toneladas de Porte Bruto, que amarran en las monoboyas distantes a 3.500 metros de la costa. Mensualmente TERMAP S.A. recibe de los productores de la Cuenca del Golfo San Jorge un volumen promedio aproximado de petróleo crudo de 1.250.000 m3. Este volumen de petróleo constituye aproxi- madamente el 33,4 % del producido en el país.
c) Comprar la “paz social”
Con el cliché de asegurar la paz social el 25 de agosto del 2004 se sentaron en una mesa las operadoras petroleras de YPF, representada por el sr Roberto Alfredo Domínguez, (quien el 9 de febrero de 2006 fue uno de los que se sentó en Comodoro Rivadavia a negociar con los petroleros de Las Heras) y el intendente de la ciudad de Pico Truncado, Osvaldo Maimo.
Allí uno por parte del Estado y otro por la parte privada decidieron firmar lo que denominaron “convenio de cooperación” en cuyos considerandos se establece que del análisis realizado por “las partes” (es decir Municipalidad y petroleras) respecto de la situación social en la zona del Golfo de San Jorge ” desean colaborar mutuamente en la generación de una red de contención transitoria que permita atenuar los impactos que se están dando en los niveles de ocupación territorial, generando situaciones de transición para disponer de plazos que posibiliten la puesta en marcha de nuevas obras de infraestructura básica por parte de la Municipalidad que habiliten paliar de mejor manera la situación “, señala el fundamento de este acuerdo.
En el primero de los 9 puntos del convenio se advierte ” Que la Operadora asume el compromiso de subsidiar con carácter de excepción, el costo de los proyectos productivos de forestación y/o de saneamiento ambiental que lleva adelante la Municipalidad con la entrega de PESOS QUINIENTOS MIL (500.000 pesos) en forma mensual “.
En el segundo punto aclara. “El presente convenio de Cooperación tendrá una duración de 12 meses prorrogables por otro período más en forma automática, en la medida que no se hubieran suscitado nuevos incidentes que afecten la actividad de la Operadora , caso contrario la prórroga solo será viable mediando acuerdo expreso de partes. El primer aporte se efectivizará el quinto día hábil de setiembre y los sucesivos pagos dentro de los primeros cinco (5) días hábiles de cada mes”.
En el punto tercero se establece que la Operadora depositará el dinero a orden de la Municipalidad de Pico Truncado en la sucursal del Banco santa Cruz en la cuenta Nº 71363/9.
En el séptimo artículo que tiene el documento se insiste en que la Operadora con este dinero se “asegura” que nadie va a entorpecer su actividad. Al respecto destaca: “Las partes signatarias comprometen su máximo esfuerzo para garantizar la paz social y el normal desarrollo de las activi- dades que tiene a su cargo la Operadora en la zona, quien en caso contrario, podrá suspender el aporte referido en el artículo primero, sin que ello de lugar a reclamo alguno por parte de la Municipalidad “.
Tal como se presenta el documento se inferiere que se trata de un seguro de producción donde la operadora YPF/Repsol paga para que la Municipalidad ejerza la vigilancia social a través de subsidios para controlar cualquier tipo de desbordes que impida el desenvolvimiento de la actividad extractiva. En ese marco la comuna de Truncado puede distribuir a su total arbitrio sin que, al menos públicamente, exista la menor idea de cómo se gestiona ese dinero, cómo se controla, quién los distribuye, cuál es el criterio de selección y de prioridades, qué se hace con lo que no se afecta al pago de sueldos y otros detalles por el estilo.
A través de este dinero la Municipalidad enfrió la atmósfera caliente de la zona norte y 700 personas usufructuaron inicialmente de un subsidio de 700 pesos cada uno lo que en total sumaba alrededor de 500 mil pesos que ingresaban a la comuna para afectar a ese concepto.
Lo cierto es que a medida que se fue depurando el padrón, el número de las personas que cobraban ese subsidio fue disminuyendo al punto que en diciembre de 2005 y de acuerdo a fuentes de la municipalidad de Pico Truncado que omitieron revelarse, no serían más de 100 los que cobran esa suma.
Averiguaciones practicadas en el medio de Pico Truncado dan cuenta extraoficialmente que a lo que abona Repsol se habrían sumado otros 500 mil pesos que aportan las empresas Panmerican y Vintage Oil, con lo cual la Municipalidad de Pico Truncado estaría recibiendo alrededor de 12 millones de pesos anuales distribuidos estos aportes en un 50% por Repsol YPF, 31% Pan american y 19% Vintage.
A raíz de la inquietud que generó esto en medios sociales y laborales de Pico Truncado, los primeros días del mes de agosto de 2005 en una radio de la ciudad petrolera, el Secretario de Planificación Económica y Producción de la Municipalidad Luis Alberto Martínez, argumentó que el dinero que reciben de las operadoras (lo cual recordemos estaba destinado en principio al pago de subsidios a los desocupados) es utilizado inicialmente para cubrir este objetivo social y “lo que sobra” es destinado a la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos, señaló el funcionario como forma algo difusa de detallar cuánto, cómo y en qué se invierte tanto dinero mensualmente.
d) Los conflictos sociales
Un trabajo de investigación realizado por el Centro de Estudios Nueva Mayoría, consigna que durante 2005 Santa Cruz fue la provincia con más cortes de rutas y vías públicas en relación a su población, ya que con sólo el 0,5% de los habitantes concentró el 4,8% de las protestas, registrando un corte cada 3.455 personas.
El alto nivel de conflictividad no tuvo su correlato en una más activa partici- pación de las autoridades locales y nacionales en la búsqueda de una solución.
Analicemos algunos de los casos más conflictivos que marcaron la agenda de la región durante el 2005:
Abril
A fines de abril de 2005 el Tribunal de Justicia de Santa Cruz hizo lugar a un recurso de casación y nulidad presentado por el abogado Ramón Amaya a favor de seis detenidos durante un reclamo social. Concluía así ocho meses de prisión en los calabozos de Caleta Olivia donde permanecieron encerrados Elsa Orozco (32 años, 2 hijos) Marcela Constancio (32 años, 6 hijos) Selva Sánchez (28 años, 3 hijos), Jorge Mansilla, Mauricio Perenacho y Hugo Iglesias . Los habían acusado de “usurpación con impedimento de funciones públicas”, “privación ilegítima de la libertad y daños”, “usurpación” y “entorpecimiento de la actividad económica”. En su sentencia, los jueces realizaron un llamamiento a no aplicar el Código Penal para resolver los conflictos sociales. Para argumentar en esa dirección citaron a prestigiosos juristas como el ministro de la Corte Suprema de la Nación Raúl Zaffaroni, dictámenes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la obra de Roberto Gargarella, “El Derecho ante los Cortes de Rutas”.
Todo había comenzado el 19 de agosto de 2004, cuando unas 200 personas, en su mayoría mujeres, reclamaron “trabajo genuino” frente a la Municipalidad. Unos días después, los manifestantes se trasladaron para reclamar a la playa de tanques de Terminales Marítimas Patagónicas (Termap), el consorcio de empresas multinacionales que controlan el negocio petrolero de la zona.
La tensión se había resuelto con la firma de un acuerdo con la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia de Santa Cruz que prometió trabajo a los manifestantes -unos 500 puestos con sueldos entre 500 y 700 pesos- y aseguró que no iba a haber represalias. Sin embargo, en la noche del tres al cuatro de septiembre, cuando ya habían cerrado los tribunales, se hicieron efectivas las citaciones libradas por Marcelo Bailaque, del Juzgado Provincial de Instrucción Nº1 de Caleta Olivia: 21 órdenes de detención, de las cuales la policía concretó quince. Se llevó a las personas de sus casas a los golpes y sin explicar los motivos. Incluso, a un hombre que terminó en la comisaría con su bebé tras las rejas. La acción duró dos días y el saldo fue la detención de las seis personas que habían oficiado como voceros de los reclamos.
Mayo/Junio
Los estatales de la ciudad de Pico Truncado -unos 600 trabajadores- sostuvieron desde mayo un plan de lucha en reclamo de una mejora de 300 pesos y por el blanqueo del personal contratado. El reclamo se extendió por 44 días, en 37 de los cuales hubo piquetes. Finalmente, el municipio firmó un acta-acuerdo, pero luego el intendente denunció que la mejora había sido conseguida en forma “compulsiva” y aseguró que él y otros funcionarios fueron “tomados de rehenes hasta las 5 de la mañana para llegar a una propuesta”. Maimo sostuvo que los trabajadores rodearon el lugar donde se negociaba y lo amenazaron de muerte.
El ministro de Gobierno de Santa Cruz, Roque Ocampo, acusó a los manifestantes de haber roto bienes de la municipalidad valuados en 100 mil pesos. Así fueron tomados prisioneros e incomunicados Alejandro Garzón, secretario del gremio de empleados estatales de Santa Cruz y los delegados gremiales del municipio de Pico Truncado, David Esteré, Belisario Segel, Julio Pesolano, Pedro Pallagulla y Pilar Peralta. Al secretario gremial, de ATE, Alejandro Barriga, no pudieron llevarlo a la comisaría porque los vecinos de Río Turbio corrieron a los gritos al móvil policial. Los seis fueron imputados de coacción, privación ilegítima de la libertad y daños, y, por la gravedad de los delitos imputados, la jueza Graciela Roarte de Leone les denegó la excarcelación.
El sindicato ATE nacional declaró un paro que fue acompañado con movilizaciones. En Pico Truncado hubo una marcha con antorchas, mientras que en Río Turbio los mineros cortaron la ruta de acceso a Chile. Se hicieron manifestaciones en San Juan, Jujuy, Mendoza, Corrientes, Entre Ríos, Tierra del Fuego, Neuquén y La Pampa. En la Capital Federal hubo una concentración frente al Ministerio del Interior.
La esposa del detenido Alejandro Garzón, Olga Reinoso, denunció que en vísperas de la jornada de protesta su casa fue robada y que los ladrones se llevaron electrodomésticos. “Quiero creer que se trató de un robo común”, indicó. El secretario de ATE Santa Cruz cumplió su detención internado en el Hospital de Caleta Olivia, ya que sufrió una peritonitis. Los cinco detenidos restantes fueron repartidos entre esa ciudad, Perito Moreno y Los Antiguos. Además, el acta-acuerdo del aumento fue declarada nula por la Justicia tras la denuncia que dio origen a las detenciones.
Por su parte, los abogados Mariano Mansilla y Matías Cremonte, de la Asesoría Jurídica del gremio estatal, elaboraron una carta modelo para que las organizaciones gremiales y políticas de todo el país sumen su pedido de libertad a los detenidos enviándola al Juzgado de Instrucción Penal de Pico Truncado, mientras que informaron que “tanto la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) como la Organización Internacional de Trabajo (OIT) han pedido a las autoridades provinciales y nacionales la inmediata libertad de los delegados”.
Pocos días después, la presentación de un video en donde se ve al intendente conversando relajadamente con las mujeres que protagonizaron el reclamo salarial desbarató la acusación que mantuvo siete días en prisión a seis representantes gremiales.
Julio
El 14 de julio de 2005, un grupo de desocupados mantuvo cortadas las rutas provinciales N° 12 y N° 99 en Cañadón Seco, en el norte de Santa Cruz, en reclamo de puestos de trabajo en la industria del petróleo. El martes 19, cerca de 200 desocupados tomaron una planta deshidratadora de Repsol y bloquearon las oficinas operativas de Vintage Oil.
Ese mismo día, Repsol formalizó una denuncia en la cual se acusaba a los trabajadores desocupados por usurpa- ción y daños contra la entidad. A raíz de esta presentación judicial, la jueza subrogante Marta Yánez dispuso el desalojo de la planta el miércoles 20 por la noche. En el operativo participaron más de 300 integrantes de las fuerzas de seguridad, junto al Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEO) y gendarmería. El desalojo se produjo en forma violenta y 44 manifestantes fueron detenidos y trasladados a la Comisaría Tercera de Caleta Olivia, localidad a 12 kilómetros de Cañadón Seco. Allí distintas organizaciones sociales recla- maron la libertad de los presos. La policía respondió con balas de goma y detuvo a otras 50 personas, entre ellas 15 menores y 16 mujeres.
Los trabajadores desocupados afirmaron que fueron brutalmente golpeados por la policía. Varios de ellos sufrieron poli traumatismos, fracturas y golpes, por lo que algunos tuvieron que ser internados internados en el hospital zonal. El director del hospital local, Dr. Daniel Esloper, confirmó que tres personas habían sido internadas allí: un hombre con herida de bala de goma, una mujer con varios golpes y una niña menor que sufrió un golpe en una pierna. El médico informó que durante toda la tarde del 25 estuvo entrando gente con lesiones de distinta consideración e irritación en los ojos y garganta, resultado de la represión policial.
Los familiares efectivizaron una serie de denuncias por abuso de autoridad y malos tratos y catalogaron de “aberrante” el accionar de las fuerzas de seguridad.
Por estos episodios permanece aún detenido Cristián Ruiz, quien durante el reclamo actuó como vocero de los manifestantes.
Cañadón Seco no tiene intendente. Su gobierno está a cargo del presidente de la sociedad de Fomento de la localidad, José Claudio Dalle Mura, quien luego de estos hechos asumió como ministro de Gobierno de la provincia.
Setiembre
El 1 setiembre de 2005 los trabajadores del sector petrolero de la provincia de Santa Cruz protagonizan una protesta que tiene lugar en las puertas de dos plantas de Repsol y que bloquea la salida de los camiones. El Ministerio de Trabajo se ha visto obligado a intervenir y ha sentado en la misma mesa a empresarios y sindicalistas. Según denunció la empresa Repsol, cada día de paro le cuesta unos 1,8 millones de pesos. Inicialmente, la protesta surgió por el despido de dos trabajadores que eran delegados del Sindicato de Petroleros Privados, que luego fueron reincorporados. Luego, siguió cuando los representantes del Sindicato de Petroleros Privados se decidieron a pasar a la acción y exigir por la fuerza la firma de un nuevo acuerdo salarial que se discute desde hace tres meses y que supondría un aumento del 30% al 40% en los salarios. En la actualidad, los trabajadores de este sector cobran 650 pesos mensuales y quieren que se incrementen sus sueldos hasta 850 ó 900 pesos.
Octubre/Noviembre
El 21 de octubre los trabajadores el petroleo continuaron con su reclamo de aumento en las calles. A las 10 de la mañana, unos 400 trabajadores se instalaron frente a la Casa de gobierno de Santa Cruz. A media tarde, un grupo de familiares de policías que desde unos días atrás se habían autoacuartelado en reclamo de mejoras salariales, se sumó a la protesta. Por la noche, el gobernador Sergio Acevedo se reunió con los delegados petroleros y acordó de palabra acepar los reclamos del sector. Al no cumplirse este acuerdo, a mediados de noviembre se anunciaron medidas de fuerza.
e) Denuncias de contaminación: cómo afecta la salvaje extracción petrolera a la región
La industria petrolera necesita cada vez de mayores volúmenes de agua para la recuperación secundaria de petróleo y allí parece radicar uno de los mayores y menos debatidos conflictos. “La falta de agua suficiente para poder abastecer a toda la zona sur del Chubut y norte de Santa Cruz se debe fundamentalmente a la ausencia de una obra en alguna parte de la cuenca del río Senguerr que permita administrar de mejor manera el agua necesaria para el consumo humano, el riego de las zonas alta y medias de la cuenca y el abastecimiento a la industria petrolera. La cuenca hídrica del río Senguerr parece haber llegado a su punto de colapso. Los últimos veranos han mostrado con claridad que el agua que circula por el acueducto no es la suficiente y las propias autoridades han admitido que más allá de tener en funcionamiento el nuevo y el viejo acueducto los niveles de suministro son inferiores a la demanda existente”, informa el periodista Marcelo García en una nota publicada en octubre de 2005.
El otro tema silenciado es el de la contaminación. Además de escasa, el agua de la región está en riesgo por la descuidada acción de las empresas que allí operan. Un ejemplo:
Una serie de inspecciones realizadas por la delegación de Medio Ambiente de la Zona Norte de la provincia de Santa Cruz, determinó que las tareas de saneamiento que comenzaron luego de la privatización de YPF no fueron efectivas y sus consecuencias comienzan a desudar un importante pasivo ambiental. Inspecciones rutinarias que se llevan a cabo por parte del personal de esa delegación, en los distintos yacimientos petrolíferos de la Cuenca del Golfo San Jorge, detectaron un total de 310 piletas de petróleo mal saneadas, que constituyen una fuente de contaminación. Según el informe dado a conocer en febrero de 2005, la responsabilidad de estas violaciones a lo estipulado en el decreto N 3.316 de la Ley de Residuos Peligrosos, se distribuye de la siguiente manera:
– 130 piletas en los diferentes yacimientos operados por Repsol
– 58 en los operados por Pan American Energy,
– 77 en Vintage Oil,
– 27 en la UTE Lago del Desierto,
– 10 en Ehrencap S.A., 4 en Misahar Argentina S.A.
– 4 en Pionner.
Una vez detectadas estas piletas, el personal de la delegación, labró las actas correspondientes en las cuales se solicita a la operadora el correcto saneamiento y el traslado de los suelos afectados con el hidrocarburo a los repositorios habilitados, para su posterior tratamento.
Contacto
Dr Ramón Amaya
(0297) 4851450

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Memoria, verdad, justicia y Norita

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Partidaria de los besos y los abrazos, reivindica la sonrisa como principal bandera de lucha. Cumplió 94 años este 22 de marzo y hace siempre que puede la ronda de Madres de Plaza de Mayo, hoy ya en silla de ruedas. Vida, obra y endorfinas de una mujer que ha acompañado a fábricas recuperadas, pueblos originarios, comunidades afectadas por el extractivismo, jóvenes y mujeres en situaciones de violencia, todo como una continuidad en la defensa de los derechos humanos. El clítoris, el cannabis y las autodefiniciones. Esperando el 24 de marzo, compartimos esta nota y retrato, publicada originalmente en la revista MU 138 (2019, todavía tiempos macristas). El movimiento, la calle, y lo que ella piensa (y hace) frente a la historia y los futuros posibles.

Texto: Sergio Ciancaglini

Nora revisa su cartera en la que lleva el pañuelo blanco, el verde, crema de cannabis medicinal, una lata de sardinas y la agenda en la que anota sus hiperactividades cotidianas, entre otros secretos. Está también su DNI: 0.019.538. Ríe: “Fui de las primeras en la cola para sacarlo. El otro día, por un trámite, los empleados de un banco me dijeron que la máquina no podía interpretar un número tan bajo”.
Estamos en la sede de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. Envolvemos las masitas que no alcanzamos a engullir y que se incorporan a la cartera de Nora para llevárselas a una amiga. Luego guarda un par de carpetas, limpia la mesa de papelitos y me pide que cierre las persianas y puertas del balcón que da sobre Piedras al 100, Buenos Aires. Ya tiene el llavero en la mano esta señora que no puede ser interpretada por las máquinas. Chequea que esté todo ordenado. Empieza a apagar las luces que iluminan salones, oficinas y paredes atiborradas de recuerdos de las Madres, homenajes, reconocimientos, diplomas y tres imágenes: Azucena De Vincenti, Mary Bianco y Esther Careaga: sus apellidos de casadas pero sobre todo, el de sus hijos e hijas. Fueron las madres secuestradas en diciembre de 1977 en un operativo organizado por la ESMA, que culminó con 12 desapariciones incluyendo a dos religiosas francesas.

Memoria, verdad, justicia y Norita

El saludo de Nora en una de las marchas actuales, con la foto de su hijo, la bandera de los 30.000 detenidos-desaparecidos, y el acompañamiento de una nueva generación.


Nora se pone el ponchito de barracán, agarra la cartera, el bastón, y cumple con el rito según el cual el último –la última- apaga la luz. Y cierra la puerta con llave.
La escena podría parecer un tanto melancólica, pero es al revés.
Al cerrar esa puerta, da media vuelta y abre un mundo.
Nora se transforma en Norita, que en lugar de ser un diminutivo resulta un aumentativo, una clave, un código de acción.
Sale Nora de Madres y entra Norita a la calle, las plazas, las ciudades, los pueblos, las rutas, las fábricas, la naturaleza, los conflictos.
Entra a sus verdaderos lugares de acción: lo público, los espacios donde ocurren las cosas, o donde las cosas se manifiestan escapando de los encierros y del silencio.
Lo mismo sucede cada vez que sale de su casa en Castelar, llena de muñecas, libros, plantas y recuerdos, se toma un micro hasta la estación (evita los taxis y es ajena a las aplicaciones uberísticas), luego el tren Sarmiento, luego el subte A o lo que haya que abordar para ir a donde quiere ir.
Su estrategia consiste en intentar estar donde haya injusticias, violencias, crímenes, abusos, discriminaciones, psicopatías estatales o privadas y otras desventuras nacionales que son del orden de lo clásico: nunca pasan de moda.
Logra materializar ese acompañamiento con una eficiencia casi incomprensible. Ana María Careaga (desaparecida a los 16 años estando embarazada e hija de aquella madre secuestrada en la iglesia) cuenta que una vez le dijeron al sacerdote pasionista Carlos Sarracini que Nora parece Dios, porque está en todas partes. El cura no se mosqueó con la comparación y subió la apuesta: “Sí, pero a Nora se la ve”.
“Cuando dicen esas cosas me estremecen –corcovea Nora–, me da un poco de vergüenza. Siento que son como abrazos para darme fuerza, pero no me generan soberbia ni nada. Lo que digo es sencillo. Si no es para pelear contra la injusticia, los organismos de derechos humanos, ¿para qué estamos?”.

Memoria, verdad, justicia y Norita

Sobre la magia y el clítoris

Plaza de Mayo, jueves, 15.30.
Las Madres están partidas desde 1986, pero allí están. Girando siempre en sentido inverso al de las agujas del reloj, como para recuperar el tiempo perdido por tanta muerte, cada uno de los dos grupos (Asociación y Línea Fundadora) en el extremo opuesto de ese círculo alrededor de la Pirámide de Mayo que culmina con una estatua que representa a la Libertad. La libertad está inmóvil, mientras la memoria, la verdad y la justicia rondan alrededor.
Bajo una placa descansan las cenizas de Azucena Villaflor de De Vincenti, quien junto a las otras dos madres desaparecidas fue arrojada viva por los militares desde un avión al mar. La marea luego devolvió los cuerpos a la costa de Santa Teresita en enero de 1978.
En Línea Fundadora la única madre que ronda hoy -y sin bastón- es Nora, acompañada por unas 80 personas. El grupo crece de golpe porque se agregan como un borbotón unos 40 guardapolvos blancos de chicas y chicos de una primaria de Lugano que la rodean y marchan junto a ella con la bandera en la que se lee “30.000 detenidos desaparecidos. ¡Presentes!”.
Llora y ríe Norita porque al ver a los chicos se le agitaron la emoción y la alegría, lloran también las maestras y varios que disimulan. Los chicos la miran asombrados. Tres vueltas más tarde, ella se acerca a un micrófono con parlante. Este jueves habla de:
La impunidad estatal y judicial alrededor del atentado a la AMIA.
El proyecto de “servicio cívico voluntario” de Gendarmería para niños (editorializa diciendo: “Qué bestias”).
Recuerda junto a Beverly Keene, de Diálogo 2000, que la solitaria Madre de Ledesma (Jujuy) Olga Arédez, denunció en 2001 la creación de una policía infantil (niños uniformados que eran instruidos con armas de juguete). Y que en 2012 el gobierno de Cristina Kirchner ordenó cerrar 74 cuerpos de Gendarmes Infantiles en 17 provincias, que reunían a más de 6.879 niños.
De paso mencionan que Olga –que reclamó toda la vida por las desapariciones ocurridas durante el apagón en Libertador General San Martín- murió en 2005 por la contaminación de bagazo producida por Ingenio Ledesma. “Para abaratar costos no ponían los filtros en las chimeneas, y eso la intoxicó”, explica Nora.

Memoria, verdad, justicia y Norita


Denuncia cómo le prohibieron a su compañera de Madres LF, Vera Jarach, quien además es sobreviviente del Holocausto, dar una charla en el Colegio Nacional de San Isidro (“a lo mejor prefieren que vayan los de Gendarmería a dar clases de derechos humanos”).
Habla sobre una de sus obsesiones, el Hospital Posadas y la situación de sus trabajadores y pacientes (“el Estado achica y achica, es lo único que hace: hay que ir a acompañarlos”).
Informa que trabajadores de la textil Sport Tech, que estuvieron en la ronda y ocuparon durante dos años la fábrica quebrada en defensa de sus puestos de trabajo fueron autorizados como cooperativa, por el juez Horacio Robledo, a hacerse cargo de la empresa.
Presenta a gremialistas de Fabricaciones Militares (“no les tengan miedo, nada que ver con los milicos, son divinos”) movilizados contra los despidos y el achicamiento.
Recibe a Sergio Martínez, uno de los fundadores de El Algarrobo, asamblea de Andalgalá que con su movilización logró frenar la instalación del proyecto megaminero a cielo abierto Agua Rica. Sergio cuenta: “Hace poco cumplimos 500 marchas, cada sábado, reivindicando los derechos humanos, territoriales, a la salud y a la vida”.
Anticipa Norita el lanzamiento de una campaña para denunciar la deuda externa (y eterna) “porque hay gente que se queja en la verdulería, pero no entiende que lo que le pasa es consecuencia de que se están llevando los dólares y las riquezas, y cada dólar se paga con hambre en nuestro país”.

Memoria, verdad, justicia y Norita


Repudia por enésima vez la ilegal detención de Milagro Sala desde enero de 2016 (“no le encuentran nada y la someten a tortura psicológica las 24 horas del día”).
El tono de Nora es tan serio como lo sugieren los temas de los que está hablando; dice que el gobierno es “negacionista, inmoral y ladrón”, y oscila entre esas definiciones y el relato de lo que está sintiendo. “Hoy no hay buenas noticias para dar”, le dice a la gente que la escucha. “La buena noticia fueron esos chiquitos que vinieron de Lugano”.
Agrega: “No nos volvamos locos. Cada día me acuesto pensando ¿qué mal van a hacernos mañana? Es como que con cada acción, con cada decisión, quieren humillar. No lo logran, porque nos tienen que resbalar las cosas que dicen y hacen”.
La mujer y la gente se miran. “Siento que esta Plaza es mágica. Me siento feliz aquí. Me da pudor decirlo, con tantos desastres que pasan, pero es lo que siento viendo que tantas personas vienen, se encuentran, se abrazan, se reconocen”.
En ese momento repite tres veces: “30.000 detenidos desaparecidos y desaparecidas” y todos contestan “¡Presente!”. Y luego: “Ahora y siempre”. Nora, separando bien las sílabas, pronuncia tres veces la siguiente palabra: “Ven-ce-re-mos”.
Caminando hacia su bar favorito sobre Avenida de Mayo, para tomar un café que es parte del ritual de los jueves, quiere decirme algo sobre la magia, pero la detiene un grupo de chicas para saludarla y un joven, uniendo las palmas de las manos, pronuncia: “Gracias por existir”. Dice ella que jamás la cuestionaron ni la increparon por la calle. “Una sola vez, en una marcha por Cromañón, había un tipo muy borracho que me dijo de todo. Pero me había confundido con Estela de Carlotto. Que nos confundiera ya te muestra lo borracho que estaba”.
Otro grupo la reconoce, la saluda y le pide fotos. En los últimos tiempos cuando está en confianza Nora propone sonreír a la cámara diciendo “clítoris” en lugar de “whisky”.
Sigue la caminata y ella no pierde el hilo de lo que quería contar: “La magia no nace porque sí. La tenés que crear con tu espíritu. El espíritu de ver el lado bueno de la vida. Si no hacés magia con lo que te pasa, es imposible sentir que lo que hacés está bien, que te genera alegría. Sentir que no estás entre los mafiosos”.

Memoria, verdad, justicia y Norita

Comerse un pasaje

La primera vez de las Madres en Plaza de Mayo fue el sábado 30 de abril de 1977. El 15 había desaparecido Gustavo Cortiñas, el hijo mayor de Nora, secuestrado en la estación Castelar cuando iba a tomar el tren a las 8.45 rumbo a su trabajo en la Comisión de Valores. Militaba en la Juventud Peronista. Flaco, sonriente, bigote setentista, pelo largo.
En la casa de Nora hay una foto en la que se lo ve mirando a los chicos de la Villa 31, en la que militó con el padre Carlos Mugica. “Tiene un gesto que me parece dolorido y comprometido con lo que está viendo. Pero fijate los chiquitos, son iguales a los que ves hoy en las villas”. Se queda pensando: “Nuestros hijos luchaban por la justicia social. Pero hoy la brecha entre ricos y pobres es todavía mayor que cuando se tomó esta foto”.
Para esa mujer que había tenido que amoldarse al rol de ama de casa y profesora de alta costura, la desaparición del hijo representó el fin de muchas cosas. “Fue dejar la casa y salir a buscarlo. Y fue para todas igual. Mujeres comunes que no éramos de la academia, ni de los grupos de pensamiento. Pero hoy entiendo que ahí ya fuimos feministas. Ahí empezamos a romper”.
Aquel sábado inicial había pocos paseantes en Plaza de Mayo. Y 14 mujeres. Azucena propuso entonces ir los viernes. Nora, mientras tanto, buscaba en comisarías, en juzgados, hasta que empezó a ver a otras mujeres haciendo lo mismo, marcadas por la misma desesperación, que le contaron de las reuniones en la Plaza. Nora se sumó a la tercera. “Una madre muy católica y muy supersticiosa dijo que el viernes era mala suerte, día de brujas. Otra dijo que los lunes era día de lavar y limpiar. Quedó el jueves”. Acordaron las 15.30, salida de los bancos, el mayor tránsito de público en la zona. Las Madres nacieron para no ser parte de otros organismos ni partidos políticos. No tenían oficina: la crearon en la Plaza, sin techo ni puertas ni ventanas, para verse, intercambiar información, y hacerse ver. La policía dijo “circulen”, y jamás dejaron de hacerlo. En octubre de ese 1977 nacerían los pañuelos blancos, como modo de reconocerse entre la multitud durante una marcha a Luján: en realidad eran los pañales de tela (no existían los descartables) que guardaban para sus nietos, convertidos en un símbolo histórico de los derechos humanos.
Relata Nora que los varones y esposos no intervenían porque el horario era de trabajo. “Pasaba otra cosa. Al ver a los milicos algunos padres decían ‘yo le dije a mi hijo que no se metiera’ y cosas así. Entonces eso no servía. Las madres no hacíamos esas cosas”. Confrontaban. El lugar común indica que el dolor enceguece, pero Nora es de las que piensan distinto: “El dolor nos hizo ver. Nos fortaleció, y nos ayudó a ser claras”.
Empezó a entender algunas charlas que había tenido con su hijo: “Una vez me dijo: ‘¿Sabés que te pasa, mamá? Te falta calle’. Aprendí, ahora me pasé de calle” reconoce. “Más que en los libros, la concientización está en la calle. Esto significa moverse siempre. Y no pensar dos veces”.
Recuerda que fue varias veces presa con las Madres. “Una vez, los policías pararon un micro, bajaron a toda la gente y nos llevaron. En la comisaría teníamos dos variantes: pagar 30 centavos, o pasar 5 días de cárcel por escándalo en la vía pública. Había madres que decían “métanme presa, así me llevan con mi hijo”. Pero los tipos querían que pagásemos. Cuando me tocó, le di 60 centavos. ‘No señora, le dije 30’ me dijo, y le contesté: cóbrese lo de la semana que viene”.
Otra de esas detenciones ocurrió un día antes de un viaje que Nora debía hacer a Brasil con la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, María Isabel Chicha Mariani. “Esa vez nos llevaban en patrulleros. Abrí la puerta y me quise tirar, pero el policía me agarró. Si no, me mataba; era la desesperación por escaparme. De golpe me di cuenta de que tenía el pasaje a Brasil. Yo creía que era algo clandestino, que si descubrían eso no sé qué iba a pasar y entonces lo agarré, lo fui rompiendo en pedacitos, y me lo comí”. El viaje finalmente se hizo, en plena digestión del pasaje, con Nora y Chicha intentando denunciar lo que se vivía y se moría en el país.
Moverse, salir, romper, confrontar, escandalizar, chocaba con la noción de familia tradicional y hogareña, y con su marido Carlos. “Los viajes, las marchas, las búsquedas. Y él tenía una cosa de celos. Hubo algunas veces que pensamos separarnos. Murió en 1994. Creo que no hubiera soportado todo lo que hago ahora. Pero bueno: la desaparición de Gustavo había sido un cambio total. Me largué a hacer lo que tenía que hacer. Y eso fue no volver atrás nunca más”.

Del Mundial al cannabis

Nora recuerda que usaban la parte del Café Tortoni que da a Rivadavia, durante el Mundial 78, para encontrarse con jugadores (“creo que eran holandeses, no recuerdo los nombres”) y periodistas extranjeros. O lo que vivió su querida Mirta Baravalle: “El marido estaba muy mal con la desaparición de la hija (Ana) y no podía creer que parecía que no pasaba nada mientras en el país había desaparecidos. El día de la final que ganó Argentina, después del partido se puso peor y se murió de un infarto mientras todo el mundo seguía festejando”.
Las Madres son un símbolo de muchas cosas, empezando por la valentía. Resulta casi de ficción imaginarlas plantadas en la Plaza frente a la Casa Rosada tomada por Videla & afines, infiltradas por Astiz y la ESMA, ignoradas y silenciadas, o en el mejor de los casos tratadas como “madres locas” por los diarios que se atrevían a mencionarlas. Nora agregó algo a su currículum disruptivo: en 1978 fue hasta la Mansión Seré, centro clandestino de detención y torturas, simulando ser una interesada en comprar el lugar para instalar un hogar de ancianos.
“No era que buscaba a mi hijo ahí, pero sabía que había gente. Entré al predio y hablaba en voz alta. No sé qué quería: hacer ruido. Que si había alguien supiera que había gente afuera. Un milico dijo ‘despachen a la señora’ pero yo seguía diciendo que me mandaban de la Municipalidad o cualquier cosa, y vi una canilla con manguera al lado de una ventanita que se ve que daba a un sótano, donde estaban los desaparecidos. Cuando se recuperó como Centro de Memoria, contaron que me habían escuchado, sin saber quién era”.
El alegre caos que es cada conversación con Nora, ahora en su casa, cambia de rumbo porque va a preparar café. Desde que cumplió 82 años le divierte decir que es mínima, vital y móvil.
Mínima: nunca escondió la edad, pero se niega a revelar cuánto mide. “Ni a mis nietos se los digo”. En el jardín hay una pequeña piscina de dos metros de largo y uno de profundidad. Nora guiña un ojo: “Me meto con salvavidas”.
Vital: parece inagotable, aunque no lo es. Sufrió hace dos años un ínfimo ACV. “Hablé dos horas después de eso en un acto, y parada. Ni yo lo puedo creer. Pero es un compromiso con nuestros hijos y nuestras hijas. No es un sacrificio para nada. Cada día es estar donde hay una injusticia”.
Móvil: sus idas y vueltas a Castelar en micros, trenes y subtes son una especie de gesta cotidiana en la cual la casi nonagenaria dama va a veces arrastrada por la multitud. “El otro día bajaba del tren. En el medio del gentío un chico que iba a subir me vio, tenía un chocolate, me dijo ‘gracias por todo lo que hacés’, me lo dio y subió. Me quedé en el andén con el chocolate llorando de emoción. Ni sé el nombre. Solo sé que era un chico del oeste”.
Hace dos años un golpe en el empeine le repercutió en un fuerte dolor de rodilla, y los médicos le dijeron algo fantasmal: tenía que dejar de marchar. Problema de meniscos. “Te imaginás, yo lo que tengo son menisquitos”. Por eso fue al debate en el Senado sobre el aborto seguro legal y gratuito en silla de ruedas. La actual vicepresidenta Gabriela Michetti la saludó educadamente al verla, y más tarde ordenó que le prohibieran el ingreso al recinto, por lo que Nora vio el debate por televisión en el despacho de Pino Solanas.
“El año pasado me regalaron la crema de cannabis y me la empecé a poner en la pierna. De a poquito, te diría que en un mes o dos, dejó de dolerme totalmente, y pude volver a caminar con bastón primero, y cada vez mejor”. Del pronóstico de inmovilidad Nora pasó a abandonar la silla de ruedas, el bastón parece cada vez más un adorno, y no deja de estar en todas partes. “Ahora en vez de bombones me regalan cannabis”. En el jardín, además de la santa rita, las azaleas y los potus, crecen dos robustas plantas de marihuana.

Feminismo, grieta y hambre

Tiene docenas de muñecas que le han regalado, varias son Noritas con pañuelo blanco y hay una con pañuelo verde. Muestra una remera con una frase que ha hecho célebre: “Ser feminista es una cosa bárbara”. El lema forma parte del Norita Fútbol Club (Las Noritas) equipo femenino que participa en la Liga Nosotras Jugamos. En la delantera de Las Noritas juega su nieta Lucía. “Y yo pedí que me den la 10”, explica la abuela, que además está asombrada porque ha sido llamada a dar una charla por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
¿Qué es lo peor que vivió, además de la desaparición de Gustavo? “La desaparición de las tres madres. Veías que los militares no se saciaban ni con los miles que se habían llevado”.
¿Lo mejor? “La resistencia de la gente, de los pueblos. Si no fuera por la resistencia pacífica y prudente que tiene este pueblo ya estaríamos con las patas de los norteamericanos acá adentro. Hay espacios que parecen pequeños pero que van frenando, sin saberlo, los avances de la derecha”.
Reconoce que fue un dolor también la separación de Madres, en 1986. “Algunas nunca dejamos de sentir que no tendría que haber ocurrido. Pero había mucha diferencia sobre las metodologías y nosotras, en Línea Fundadora, queríamos ser horizontales e independientes”. No quiere hablar demasiado sobre las diferencias en la propia Línea Fundadora. “Lo que reivindico es esa independencia, la mirada crítica. En el anterior gobierno creían que la crítica era mala leche, y eso no es cierto. Yo reconozco que lo que se hizo con el tema de derechos humanos fue histórico. No pensábamos que íbamos a ver a los genocidas juzgados. Pero eso no quiere decir que una se calle cuando hay cosas como el apoyo al modelo extractivo, o poner a (César) Milani al frente del Ejército”, explica, críticas que hizo extensivas a la Ley Antiterrorista, el pago de deuda externa, la tragedia de Once, el INDEC, el Proyecto X, y toda área atacada por políticas oficiales, el modelo científico con Lino Barañao al frente, el modelo sojero, la minería a cielo abierto, la violencia institucional, la discriminación a los pueblos originarios, entre muchos etcéteras que hicieron que no fuera ella de las participantes en los actos emitidos por cadena nacional. “Nuestra función es otra desde siempre: es ser independientes de los partidos y del Estado”.
Cuenta que su nieto Damián, el hijo de Gustavo, fue siempre partidario de la gestión kirchnerista. “Pero yo decidí que no voy a perder amigos, familiares ni ideales por la política partidista. Entonces hablábamos de cualquier otra cosa. Pero desde que está este gobierno sí que volvimos a hablar de política”, dice riéndose.
Sobre lo electoral: “Estoy mirando. No decidí qué hacer”. Una pista: en una de las últimas elecciones Nora fue con un marcador. Tomó una boleta y escribió: 30.000 detenidos desaparecidos. No al extractivismo. No a la persecución a las comunidades indígenas. No a la deuda externa impagable, inmoral y odiosa. “Lo puse en el sobre y voté. Me lo habrán anulado. No importa, saben que estuve ahí”, cuenta. “Y digo sí a la justicia, a la verdad, a la memoria, a la resistencia, a los juicios hasta que se condene al último genocida y a la recuperación de la identidad de todos los jóvenes que fueron niños apropiados por el terrorismo de Estado”.
En el área de derechos humanos cree que la gran cuenta pendiente es que se conozcan los archivos militares. “Es una burla que no los entreguen. Registraban todo, hay pruebas, y eso permitiría saber qué ocurrió con cada persona desaparecida. Pero es una decisión política que ningún gobierno quiso tomar”.
¿Cuál es su principal preocupación hoy? “El hambre. Estamos cada vez peor. Más hambre, pobreza, desocupación. Es una época de destrucción. Pero no tenemos que dejar que nos llegue el odio. Hay que resistir, pero no tenemos que perder la sonrisa, que nos hace fuertes: es lo mejor que podemos tener”.
Está perpleja Norita porque su biznieta Camila, 9 años, le dijo que los besos y los abrazos contagian gérmenes. “Pero el abrazo y las caricias estimulan las endorfinas que son lo que dan ganas de vivir. Cuando alguien está enfermo, lo acariciás, le das la mano y eso es terapéutico por las endorfinas. Así que en eso sí que tengo partido: soy partidaria de los besos y los abrazos”.

La ley

Las Madres son cada vez menos. “El año pasado murieron cuatro. Las sentimos mucho”. ¿Cómo imaginar las cosas cuando ya no queden Madres? “Yo no me imagino nada. Nunca digo que esto va a ser así o asá Lo que creo es que siempre hubo etapas con determinadas personas que vivieron y luego murieron. Es la ley de la historia, y de la vida. Ojalá nunca más tenga que haber Madres porque hay genocidios y represiones. Pero en nuestro caso, de algún modo estaremos en la Plaza. Y entonces habrá que ver qué es lo que nace” dice sin miedo y sin nostalgia, haciendo bailar esa sonrisa alimentada en la calle con abrazos y resistencia, besos y valentía, magia y endorfinas.

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La Ronda, en la mirada de Nora Lezano

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Sexta entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo. Esta cobertura, realizada por Nora Lezano, corresponde al ritual del jueves 14 de marzo.

La Ronda es una iniciativa autogestiva coordinada por la editora Claudia Acuña y la fotógrafa Alejandra López. Todas las semanas, unx fotografx registra el ritual que se sostiene hace más de 40 años.

Todo el material colaborativo será entregado a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos.

“Nunca había estado en una Ronda.

Le pedí a una amiga que me acompañara. Sentí que se jugaba por un lado algo emotivo inmenso y por el otro el miedo a lo incontrolable. Jamás hago fotos en la calle justamente porque adentro de un estudio puedo controlar todo. Antes de salir para la Plaza dejé en mi casa un llanto espeso. El día estaba nublado. Ese llanto tenía la exigencia de haberme comprometido a resolver algo desde un lugar del que no estoy acostumbrada pero también el nerviosismo de saber que iba a vivir una experiencia de la que iba a salir profundamente atravesada”.

“Y así fue que me hice parte de esa ceremonia, fluyendo en círculos con mi cámara, acompañando esa fuerza indestructible del sostener. Donde nada importaba más que SER esa RONDA”.

Sobre Nora Lezano

Fotógrafa y artista visual.

Comienza a desarrollar su trabajo en la década de los 90. Sus retratos de músicos constituyen una parte representativa de su obra.

De 1992 a 2008 trabajó como fotógrafa institucional del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En los años 2000 y 2001 la Secretaría de Cultura y Comunicación de la Nación le encargó las coberturas de los ciclos “Argentina en vivo 1 y 2”, el “Festival Internacional de Jazz”,  la “1era. Semana Argentina en Madrid”, “La historia en su lugar” y “Música clásica en los caminos del vino”.

Trabajó como fotógrafa, directora, iluminadora y videasta para proyectos performáticos, de artes visuales y cinematográficos.

Publicó en forma independiente el libro Sin sueño se duerme también y Communitas (Planeta) -en coautoría con E. García Wehbi-.

FAN, la retrospectiva de sus años en el rock, se presentó desde el 2015 a la actualidad, en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta, el Museo de Arte Contemporáneo de Rosario, el Museo de Arte Contemporáneo de Mar del Plata, el Museo Boggio de Chivilcoy, la Biblioteca del Congreso Nacional, la Casa de la Cultura de Entre Ríos; el Centro Cultural San José, de Olavarría,  el Museo de Bellas Artes de La Plata, el Espacio Contemporáneo de Arte Eliana Molinelli de Mendoza, la Planta Alta de la Estación Belgrano, en Santa Fe y en la Universidad Nacional de Quilmes.

Junto a las fotógrafas Andy Cherniavsky e Hilda Lizarazu, en el Palais de Glace, presentó la muestra LOS ÁNGELES DE CHARLY, una celebración a la obra de Charly García.

INVENTARIO, que incluyó una serie de objetos, fotografías y material fílmico y sonoro del archivo personal de la artista, además de una performance, se presentó en la Bienal de Performance 2019.

Desde 1996 sus fotos ilustran el suplemento RADAR del diario Página/12 y desde el año 2015 realiza las fotos de los calendarios de la Fundación Viva la Vida por el Bienestar Animal.

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Nota

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

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Quinta entrega del registro colaborativo de la ronda de las Madres de Plaza de Mayo, que se propone transmitir el valor de la constancia, de los pies en el espacio público, de la gota a gota que horada la piedra, la no violencia contra la violencia, su valor social, su peso histórico, sus 40 años de coreográfico diseño: media hora, todos los jueves. Esta cobertura realizada fue por la fotógrafa y artista visual Martina Perosa.

Toda la producción será entregada a ambas organizaciones de Madres y al Archivo Histórico Nacional. Invitamos a quienes tengan registros de las rondas realizadas estos 40 años a que los envíen por mail a [email protected] para sumarlos a estos archivos. Esta iniciativa es totalmente autogestiva.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

“Desde hace tiempo me interesa la relación entre fotografía y movimiento. Hay un trabajo que me parece muy interesante, que me inspiró en esta búsqueda, que es la serie fotográfica de Muybridge en el que logra documentar el rápido trote de un caballo en el aire. Mediante esta serie intentaba demostrar, frente a la teoría opuesta de algunos periodistas deportivos, en el que hay un momento de la carrera en el que los cuatro cascos del equino están en el aire. Esas series en movimiento abrieron una nueva discusión en la historia de la fotografía, que incluso dieron comienzo al cine”.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

“Siempre me interesaron estos cruces interdisciplinarios entre las diferentes ramas artísticas como el cine, la fotografía y la danza. Pensando la ronda de plaza de mayo, me punzaba mucho la idea de coreografía. Una repetición constante todos los jueves, durante cuarenta años, por media hora. Una serialidad. Una duración y tiempo concreta. En un espacio determinado. Unos cuerpos, y una relación entre ellos, con una calidad de movimiento que a lo largo de los años fue mutando según el contexto: explosivo, suave, sutil. Y una música que hilvana el movimiento, los sonidos de la calle y el grito popular”.

La Ronda, en la mirada de Martina Perosa

Sobre Martina Perosa

Artista visual, nacida en la ciudad de Buenos aires. Su formación se centró en distintas disciplinas artísticas, que hoy confluyen en su obra. Estudió cine, indagó en el teatro, la performance y danza contemporánea y luego se especializó en talleres de fotografía y  clínicas de obra. Esta multiplicidad de intereses le permitió construir una mirada interdisciplinaria sobre la fotografía con un principal interés en el movimiento, y en la potencia de la imagen para construir ficción y contar historias. En 2019 editó su primer fotolibro “Shinsekai”, finalista del Premio Publicación Latinoamericano en el FELIFA 2021 y en diciembre 2023 editó su segundo fotolibro Proyecto Dallas.

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