CABA
Vanesa Orieta, a 3 años de encontrar a Luciano Arruga: “Los casos de desaparición forzada tienen una sistematicidad y una lógica”
El 17 de octubre, mismo día del hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado en el Río Chubut, se cumplían tres años del hallazgo del cuerpo de Luciano Arruga, el adolescente de 16 años desaparecido el 31 de enero de 2009, hostigado y torturado por la Policía Bonaerense. Después de una intensa búsqueda de cinco años y ocho meses, su familia reveló la ingeniera social que se tejió en este caso de desaparición forzada: lo vieron por última vez en un destacamento policial, lo atropellaron mientras cruzaba con ropa que no era de él por un lugar inaccesible de la avenida General Paz y lo enterraron como NN en el Cementerio de la Chacarita. Hoy, familiares y amigos conmemorarán los tres años con actividades en la Plaza Luciano Arruga, en Lomas del Mirador. Vanesa Orieta, su hermana, habló con lavaca sobre una “lógica” que se repite en cada caso de desaparición forzada y que pudo verse de forma brutal en el caso Maldonado: “Se ha perdido mucho tiempo: se ha perdido inteligentemente bien y en favor de generar impunidad y que a los familiares no podamos saber la verdad. Eso es lo que se tiene que empezar a ver en cualquier causa de desaparición forzada: involucra a muchas personas en la actitud de invisibilizar, ocultar y dilatar los tiempos para que las pruebas se borren”. Esa denuncia es que volverán a trasladar a las calles: “No hay que quitar la responsabilidad social que tenemos de tomar una acción en conjunto, de salir a la calle, de visibilizar, de decir Nunca Más, de plantear que es sistemático, que es una actitud corporativa que intenta silenciar a familiares y silenciar las causas”.

Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga.
Foto: Lina Etchesuri
“Estamos con bronca, con tristeza, con desilusión y con ganas no de estar un día ni dos en la calle, sino todos los que sean necesarios para saber la verdad de cada uno de los casos y que todos los responsables políticos, judiciales y materiales de cada una de las causas de muerte de nuestros hermanos vayan presos. Esa es la sensación”. Vanesa Orieta, hermana de Luciano Arruga, describe así a lavaca su sensación ante la trágica coincidencia que ocurrió esta semana: el 17 de octubre, día que hallaron el cuerpo de Santiago Maldonado en el Río Chubut, se cumplían tres años del hallazgo del cuerpo de Luciano, el joven de 16 años de La Matanza (provincia de Buenos Aires) desaparecido el 31 de enero de 2009. Cinco años y ocho meses de una búsqueda intensa y movilizaciones multitudinarias, la familia pudo acercarse a una porción de la verdad. Este sábado conmemorarán los tres años con actividades en la Plaza Luciano Arruga, en Lomas del Mirador. Habrá radio abierta, charlas y proyecciones.
Vanesa Orieta recuerda que en ese barrio Luciano había sido detenido ilegalmente por efectivos de la Policía Bonaerense y transportado en un patrullero hasta un destacamento que no podía retener personas, mucho menos un menor, a tan solo unas cuadras de su casa, incluso antes de su desaparición. Allí estuvo privado ilegalmente de su libertad desde las 11 hasta las 19 horas del 22 de septiembre de 2008, según dictaminó el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de La Matanza que en mayo del 2015 condenó por torturas a 10 años de prisión a Julio Diego Torales, el oficial principal a cargo de la dependencia policial que convalidó esa detención arbitraria.
La última vez que lo vieron con vida fue en ese mismo destacamento el 31 de enero de 2009. La causa estuvo durante años en la justicia provincial bajo “averiguación de paradero” hasta que la familia logró el cambio a la justicia federal bajo la carátula “desaparición forzada”. El 17 de octubre de 2014 hallaron el cuerpo y, así, se enfrentaron cara a cara con la ingeniería social de la impunidad: según la reconstrucción, Luciano “cruzó” a las 3.21 de la madrugada del 31 de enero con ropa que no era de él por un lugar inaccesible de la General Paz “desesperado, como si estuviera escapando de algo”, según declararon testigos. Lo atropellaron, murió en el Hospital Santojanni -donde su familia fue a preguntar si había ingresado un joven y le respondieron que no-, lo derivaron al Cuerpo Médico Forense y fue enterrado como NN en el Cementerio de Chacarita. El circuito revela cuál fue la trama de encubrimiento de uno de los casos más resonantes de nuestra democracia. Las prendas nunca aparecieron, y un testigo declaró ante el Juzgado Federal de Morón (donde se tramita la causa) que vio desde la autopista una camioneta doble cabina de la Bonaerense con las luces bajas. Estaba sobre la colectora de la General Paz.
“No fue un accidente”, resalta Vanesa.
En el medio, y a lo largo de todos estos años, una fiscal que derivó la investigación en la propia Bonaerense denunciada (Roxana Castelli), otra fiscal que pidió “pinchar” los teléfonos de la propia familia (Celia Cejas) y un juez que lo convalidó (Gustavo Banco). Sobre estos tres funcionarios pesa un pedido de jury político.
-¿Cómo está la causa de Luciano hoy?
-La causa de Luciano está como siempre han deseado aquellos que esté, que son los responsables de la desaparición forzada, políticos, materiales y judiciales. Es una causa rodeada de impunidad, en donde por supuesto la impunidad lo que hace es borrar pruebas, alargar los tiempos, desgastar a la familia, generar un estado de abandono a las victimas más directas de familiares y los amigos para que en ese abandono puedan avanzar en sus amenazas y a favor de todos aquellos responsables de la desaparición de Luciano. Así que a 9 años que se van a cumplir el el 31 de enero de 2018, la causa está aún en instancia de instrucción, como cuando hablamos de causas que están rodeadas de impunidad: se sigue investigando a 9 años de secuestrado y desaparecido Luciano, no hay ningún procesado. En ese sentido seguimos un camino desesperante, tortuoso, y algunos de los que son responsables se presentan nuevamente en elecciones el domingo. Allí llevaremos los votos, a esas urnas manchadas de sangre.
–Desde el principio sostuvieron que no fue un accidente, ¿qué otros elementos surgieron?
-Están los testigos fundamentales, que dan un poco de luz a tanta oscuridad que se ha generado en esta causa judicial. Son dos testigos que hablan claramente. Primero, el que atropella a Luciano dice que mi hermano estaba corriendo como desesperado, escapando de algo o de alguien. El segundo testigo es quien ve claramente una patrulla de la Bonaerense colocada al costado de la General Paz, que le hace señas para asistir a Luciano, que todavía se encontraba con vida. Son detalles realmente importantes y se suman a declaraciones de otros testigos, que dicen Luciano estaba en la Comisaría 8va y en el destacamento de Lomas del Mirador. Hay pruebas con anterioridad, pero también había muchas pruebas que también se perdieron. La fundamental, y aquí es cuando aparecen las comparaciones que a uno le causan escozor en el cuerpo, es que Luciano aparece después de 5 años y 8 meses, y sus restos no pudieron decir nada acerca de lo que fueron esos últimos minutos de vida. Me refiero a que no aportaron datos respecto del sufrimiento que estamos seguros que Luciano padeció. Hoy estamos a la espera de saber si el cuerpo de Santiago puede darnos un dato de lo que le tocó sufrir en esos últimos momentos de vida. Cuando uno relata esto a mí se me sigue llenando la garganta de impotencia y dolor. Esto es lo que pasa hoy a 3 años de haber encontrado a Luciano. Algunos destellos de luz siguen dándonos esperanza para seguir luchando en el proceso judicial pero hay que ser realistas y entender que se ha perdido mucho tiempo: se ha perdido inteligentemente bien y en favor de generar impunidad y que a los familiares no podamos saber la verdad. Eso es lo que se tiene que empezar a ver en cualquier causa de desaparición forzada: involucra a muchas personas en la actitud de invisibilizar, ocultar y dilatar los tiempos para que las pruebas se borren.
«Después de tanto tiempo, sus restos no aportaron datos respecto del sufrimiento que estamos seguros que Luciano padeció».
-Hablaba de las comparaciones que generan escozor: ¿puede decirse que la desaparición de Santiago Maldonado reveló que la maquinaria de impunidad que se vio en las desapariciones de Iván Torres y Luciano, por ejemplo, continúa intacta?
-Ahí también está el interés de todos los familiares de poder expresar y entender una lógica que a esta altura es muy notoria. Esta desesperación tiene que ver con no entenderla sólo los familiares sino el conjunto social porque uno a diario lee comentarios muy a la ligera, flacos, que ponen estos casos en un lugar de hasta de muerte natural, quitando la responsabilidad social que tenemos de tomar una acción en conjunto, de salir a la calle, de visibilizar, de decir Nunca Más, de plantear que es sistemático, que es una actitud corporativa que intenta silenciar a familiares y silenciar las causas. En esa lógica tiene que ver el sistema judicial: dilatar los tiempos, lograr que las pruebas se borren, amedrentar con indagatorias a la familia y amigos, discriminar y criminalizar la figura de la victima, hacer oído sordos al pedido de la familia y la sociedad en conjunto por parte de políticos, cuestionar a los testigos y, también, discriminarlos y criminalizarlos. Esas dos palabras vuelven siempre y hay que hacerlas sonar todo el tiempo porque es la forma en la que se mueven en sus discursos y sus mensajes. Y el rol de los medios, de los monopolios de la desinformación, es bastante notorio, y lo que me sigue molestando mucho es que a los medios de la derecha ya le conocemos esta actitud de desvirtuar la información, generar caos y confundir a la sociedad, pero hay un sector de medios que también tienen cierta llegada, que hablan con parcialidad y siguen utilizando los casos según conviene. Echan luz, pero Invisibilizan al resto: muchos dijeron que Santiago Maldonado era el primer desaparecido de la democracia. Daña mucho y, sobre todas las cosas, en el futuro los va a dañar a ellos, porque si no entienden que hay una cola de casos que habla de una sistematicidad y una lógica, seguimos poniendo en riesgo este intento de democracia.
La familia realizará este sábado, desde las 15, radio abierta, charlas y proyecciones en la Plaza Luciano Arruga, en Lomas del Mirador. La dirección: Perú y Necochea. Hoy también habrán movilizaciones a Plaza de Mayo para exigir justicia por Santiago Maldonado. A través de un comunicado, familiares y amigos de Luciano Arruga expresaron: “Llamamos a todos a que se manifiesten en todo el país exigiendo el legítimo derecho de la familia y del pueblo a saber toda la verdad sobre la desaparición y muerte de Santiago. Como así también para todas las víctimas de la represión estatal. Proponemos accionar desde cada lugar con distintas expresiones, para concientizar la importancia de mantener una memoria dinámica en nuestra sociedad, que nos permita entender la sistematicidad y la metodología del aparato represivo del Estado”.
Portada
Sin pan y a puro circo: la represión a jubilados para tapar otra derrota en el Congreso
La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes […]

La marcha pacífica de jubilados y jubiladas volvió a ser reprimida por la Policía de la Ciudad para impedir que llegara hasta la avenida Corrientes. La Comisión Provincial por la Memoria confirmó cuatro detenciones (entre ellas, un jubilado) que la justicia convalidó y cuatro personas heridas. Una fue una jubilada a quien los propios manifestantes salvaron de que los uniformados la pasaran por arriba. En medio del narcogate de Espert, quien pidió licencia en Diputados por “motivos personales”, las imágenes volvieron a exhibir la debilidad del Gobierno, golpeando a personas con la mínima que no llegan a fin de mes, mientras sufría otra derrota en la Cámara baja, que aprobó con 140 votos afirmativos la ley que limita el uso de los DNU por parte de Milei.
Por Francisco Pandolfi y Lucas Pedulla.
Fotos: Juan Valeiro.
Un jubilado de setenta y tantos eleva un cartel bien alto con sus dos manos.
“Pan y circo”, dice.
Pero el “pan” y la “y” están tachados, porque en este miércoles, como en esta época, lo que falta de pan sobra de circo. El triste espectáculo lo ofrece una vez más la policía, hoy particularmente la de la Ciudad, que desplegó un cordón sobre Callao, casi a la altura de Sarmiento, para evitar que la pacífica movilización de jubilados y jubiladas llegara hasta la avenida Corrientes. Detrás de los escudos, aparecieron los runrunes de la motorizada para atemorizar. Y envalentonados, los escudos avanzaron contra todo lo que se moviera, con una estrategia perversa: cada tanto, los policías abrían el cordón y de atrás salían otros uniformados que, al estilo piraña, cazaban a la persona que tenían enfrente. Algunos zafaron a último milímetro.
Pero los oficiales detuvieron a cuatro: el jubilado Víctor Amarilla, el fotógrafo Fabricio Fisher, un joven llamado Cristian Zacarías Valderrama Godoy, y otro hombre llamado Osvaldo Mancilla.



Las detenciones de Cristian Zacarías y del fotógrafo Fabricio Fisher. La policía detuvo al periodista mientras estaba de espaldas. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
En esa avanzada, una jubilada llamada María Rosa Ojeda cayó al suelo por los golpes y fue la rápida intervención de los manifestantes, del Cuerpo de Evacuación y Primeros Auxilios (CEPA), y de otros rescatistas los que la ayudaron. “Gracias a todos ellos la policía no me pasó por encima”, dijo. Su única arma era un bastón con la bandera de argentina.
Como en otros miércoles de represión, la estrategia pareciera buscar que estas imágenes opaquen aquellas otras que evidencian el momento de debilidad que atraviesa el Gobierno. Hoy no sólo el diputado José Luis Espert, acusado de recibir dinero de Federico «Fred» Machado, empresario extraditado a Estados Unidos por una causa narco, se tomó licencia alegando “motivos personales”, sino que la Cámara baja sancionó, por 140 votos a favor, 80 negativos y 17 abstenciones, la ley que limita el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) por parte del Presidente. El gobierno anunció un clásico ya de esta gestión: el veto.
Por ahora, el proyecto avanza hacia el Senado.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El poco pan
La calle preveía este golpe, y por eso durante este miércoles se cantó:
“Si no hay aumento,
consiganló,
del 3%
que Karina se robó”.
Ese tema fue el hit del inicio de la jornada de este miércoles, aunque hilando fino carece de verdad absoluta, porque las jubilaciones de octubre sí registraron un aumento: el 1,88%, que llevó el haber mínimo a $326.298,38. Sumado al bono de 70 mil, la mínima trepó a $396 mil. “Es un valor irrisorio. Seguimos sumergidos en una vida que no es justa y el gobierno no afloja un mango, es tremendo cómo vivimos”, cuenta Mario, que no hay miércoles donde no diga presente. “Nos hipotecan el presente y el futuro también, cerrando acuerdos con el FMI que nos impone cómo vivir, y no es más que pan para hoy y hambre para mañana, aunque el pan para hoy te lo debo”.
Victoria tiene 64 años y es del barrio porteño de Villa Urquiza. Cuenta que desde hace 10 meses no puede pagar las expensas. Y que por eso el consorcio le inició un juicio. Cuenta que otra vecina, de 80, está en la misma. Cuenta que es insulina dependiente pero que ya no la compra porque no tiene con qué. Cuenta que su edificio es 100% eléctrico y que de luz le vienen alrededor de 140 mil pesos, más de un tercio de su jubilación. Cuenta que está comiendo una vez por día y que su “dieta” es “mate, mate y mate”. Vuelve a sonreír cuando cuenta que tiene 3 hijos y 4 nietos y cuando dice que va a resistir: “Hasta cuando pueda”.

A María Rosa la salvó la gente de que la policía la pasara por arriba. Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
El mucho circo
Desde temprano hubo señales de que la represión policial estaba al caer. A diferencia de los miércoles anteriores, la Policía no cortó la avenida Rivadavia a la altura de Callao. Tampoco cortó el tránsito, lo que permitió que los jubilados y las jubiladas cortaran la calle para hacer semaforazos. Después de media hora, cuando la policía empezó a desviar el tránsito y la calle quedó desolada, comenzó la marcha, pero en vez de rodear la Plaza de los Dos Congresos como es habitual, caminó por Callao en dirección a Corrientes, hasta metros de la calle Sarmiento, donde se erigió un cordón policial y empezó a avanzar contra las y los manifestantes.
Desde atrás, irrumpieron con violencia dos cuerpos en moto: el GAM (Grupo de Acción Motorizada) y el USyD (Unidad de Saturación y Detención), pegando con bastones e insultando a quienes estaban en la calle. “Vinieron a pegarme directamente, mi pareja me quiso ayudar y lo detuvieron a él, que no estaba haciendo nada”, cuenta Lucas, el compañero de Cristian Zacarías, uno de los detenidos.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Cercaron el lugar una centena de efectivos de la policía porteña, que no permitieron a la prensa acercarse ni estar en la vereda registrando la escena.
“¿Alguien me puede decir si la detención fue convalidada”, pregunta Lucas al pelotón policial.
Silencio.
“¿Me pueden decir sí o no?”.
Silencio.
Un comerciante mira y vocifera: “¿Sabés lo que hicieron a la vuelta? Subieron a la vereda con las motos”.
Otro se acerca y pregunta: “¿A quién tienen detenido acá, al Chapo Guzmán?”
“No”, le responde seco un periodista: “A un pibe y a un jubilado”.
La Comisión Provincial por la Memoria confirmó las cuatro detenciones (fue aprehendida una quinta persona y derivada al SAME para su atención) y cuatro personas heridas. El despliegue incluyó la presencia también de Policía Federal, Prefectura y Gendarmería detrás del Congreso mientras el despliegue represivo fue «comandado por agentes de infantería de la Policía de la Ciudad». El organismo observó que después de semanas donde el operativo disponía el vallado completo, en los últimos miércoles el dispositivo dejó abierta una vía de circulación que es la que eligen las fuerzas para avanzar contra los manifestantes.

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
También se hizo presente Fabián Grillo, papá de Pablo, que sufrió esa represión el 12 de marzo, en esta misma plaza, y continúa su rehabilitación en el Hospital Rocca. “Su evolución es positiva”, comunicó la familia. El fotorreportero está empezando a comer papilla con ayuda, continúa con sonda como alimento principal, se sienta y se levanta con asistencia y le están administrando medicación para que esté más reactivo. “Seguimos para adelante, lento, pero a paso firme”, dicen familiares y amigos. El martes, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por el disparo. El domingo se cumplirán siete meses y lo recordarán con un festival.
Pablo Caballero mira toda esta disposición surrealista desde un costado. Tiene 76 años y cuatro carteles pegados sobre un cuadrado de cartón tan grande que va desde el piso del Congreso hasta su cintura:
- “Roba, endeuda, estafa, paga y cobra coimas. CoiMEA y nos dice MEAdos. Miente, se contradice, vocifera, insulta, violenta, empobrece, fuga, concentra. ¿Para qué lo queremos? No queremos, ¡basta! Votemos otra cosa”.
- “El 3% de la coimeada más el 7% del chorro generan 450% de sobreprecios de medicamentos”.
- El tercer cartel enumera todo lo que “mata” la desfinanciación: ARSAT, INAI, CAREM, CONICET, ENERC, Gaumont, INCAA, Banco Nación, Aerolíneas, Hidrovía, agua, gas, litio, tierras raras, petróleo, educación. Una enumeración del saqueo.
El cuarto cartel lo explica Pablo: “Cobro la jubilación mínima, que equivale al 4% de lo que cobran los que deciden lo que tenemos que cobrar, que son 10 millones de pesos. No tiene sentido. Por eso, hay que ir a votar en octubre”.
Pablo mira al cielo, como una imploración: «¡Y que se vayan!».

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org

Foto: Juan Valeiro para lavaca.org
Artes
Un festival para celebrar el freno al vaciamiento del teatro

La revista Llegás lanza la 8ª edición de su tradicional encuentro artístico, que incluye 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas. Del 31 de agosto al 12 de septiembre habrá espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. El festival llega con una victoria bajo el brazo: este jueves el Senado rechazó el decreto 345/25 que pretendía desguazar el Instituto Nacional del Teatro.
Por María del Carmen Varela.
«La lucha continúa», vitorearon este jueves desde la escena teatral, una vez derogado el decreto 345/25 impulsado por el gobierno nacional para vaciar el Instituto Nacional del Teatro (INT).
En ese plan colectivo de continuar la resistencia, la revista Llegás, que ya lleva más de dos décadas visibilizando e impulsando la escena local, organiza la 8ª edición de su Festival de teatro, que en esta ocasión tendrá 35 obras a mitad de precio y algunas gratuitas, en 15 salas de la Ciudad de Buenos Aires. Del 31 de agosto al 12 de septiembre, más de 250 artistas escénicos se encontrarán con el público para compartir espectáculos de teatro, danza, circo, música y magia.
El encuentro de apertura se llevará a cabo en Factoría Club Social el domingo 31 de agosto a las 18. Una hora antes arrancarán las primeras dos obras que inauguran el festival: Evitácora, con dramaturgia de Ana Alvarado, la interpretación de Carolina Tejeda y Leonardo Volpedo y la dirección de Caro Ruy y Javier Swedsky, así como Las Cautivas, en el Teatro Metropolitan, de Mariano Tenconi Blanco, con Lorena Vega y Laura Paredes. La fiesta de cierre será en el Circuito Cultural JJ el viernes 12 de septiembre a las 20. En esta oportunidad se convocó a elencos y salas de teatro independiente, oficial y comercial.
Esta comunión artística impulsada por Llegás se da en un contexto de preocupación por el avance del gobierno nacional contra todo el ámbito de la cultura. La derogación del decreto 345/25 es un bálsamo para la escena teatral, porque sin el funcionamiento natural del INT corren serio riesgo la permanencia de muchas salas de teatro independiente en todo el país. Luego de su tratamiento en Diputados, el Senado rechazó el decreto por amplia mayoría: 57 rechazos, 13 votos afirmativos y una abstención.
“Realizar un festival es continuar con el aporte a la producción de eventos culturales desde diversos puntos de vista, ya que todos los hacedores de Llegás pertenecemos a diferentes disciplinas artísticas. A lo largo de nuestros 21 años mantenemos la gratuidad de nuestro medio de comunicación, una señal de identidad del festival que mantiene el espíritu de nuestra revista y fomenta el intercambio con las compañías teatrales”, cuenta Ricardo Tamburrano, director de la revista y quien junto a la bailarina y coreógrafa Melina Seldes organizan Llegás.
Más información y compra de entradas: www.festival-llegas.com.ar

CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
- Revista MuHace 4 semanas
Mu 207: Crear lo que viene
- #NiUnaMásHace 2 días
Un mes sin Brenda, Lara y Morena: lo que se sabe de la trama narcofemicida
- #NiUnaMásHace 4 semanas
Triple narcofemicidio: la respuesta al horror
- #NiUnaMásHace 3 semanas
Lara, Brenda, Morena: Las velas del silencio
- Soberanía AlimentariaHace 2 horas
Miryam Gorban: hasta siempre, maestra