CABA
Amazonas en llamas: el incendio neoliberal
Datos, miradas e ideas sobre el desastre que está ocurriendo en el continente por los incendios en el Amazonas. Emilio Spataro (de Amigos de la Tierra) y Midia Ninja (colectivo fotográfico de Brasil): cómo comprender todo lo que se está quemando en estos días.
“La situación del Amazonas forma parte de toda una dinámica de destrucción de esta época. En menor medida ocurre en la selva chaqueña argentina, donde también hay incendios producidos deliberadamente en esta época del año, además de los desmontes con topadoras, para hacer avanzar los agronegocios en esas zonas” explica a lavaca Emilio Spataro, investigador y activista en defensa de los bosques desde hace casi dos décadas, inspirador del grupo Guardianes del Iberá en Corrientes y actualmente coordinador de la Campaña Bosques y Biodiversidad de la organización no gubernamental Amigos de la Tierra.
Sobre el Amazonas, que presenta casi 72.000 focos de incendios que salpican de fuego las fotos de los satélites, Spataro define: “Brasil es de los países más duros en los ámbitos internacionales en estos momentos, y trata de llevar a Latinoamérica a sus posturas que evíten la participación de la sociedad civil en las reuniones y decisiones sobre temas ambientales. Jair Bolsonaro viene profundizando esa línea de limitar toda observación y fiscalización independiente de lo que ocurre en el Amazonas”.
Eso explica las persecuciones a ecologistas y el hostigamiento estatal a organizaciones en defensa del medio ambiente a través del retiro de personerías jurídicas y trabas a su funcionamiento: “Por eso puede llegar a decir algo tan ridículo como que los ecologistas son los que provocan los incendios” explica Spataro, teoría que desnuda un acto fallido del presidente brasileño, que reconoce que los incendios son intencionales.
El marco es el conocido en modelos neoliberales que priorizan ganancias financieras sobre bienes comunes o incluso posibilidades de vida humana, y que extraen recursos naturales como el último mecanismo que les queda de valorización económica, poniendo al planeta ante un precipicio anunciado.
Una de las imágenes informativas difundidas por Midia Ninja.
Soja, ganadería, minería y Harvard
“El diagnóstico es que los incendios son absolutamente intencionales, en una época en la que no hubo demasiada sequía, y permiten el avance sobre esas tierras de tres actividades principales: soja transgénica, ganadería y minería, que son los impulsores más fuertes de la destrucción del Amazonas”.
Para Spataro hay un guiño político muy evidente del actual gobierno brasileño: “Es como un mandato o un piedra libre para incorporar tierras a la producción aunque sea de modo ilegal, por ejemplo en territorios que están bajo resguardo indígena. Es una política de hechos consumados. Una vez incendiada la selva se avanza con las plantaciones”.
Un argumento utilizado en estos días es que los incendios son provocados por pequeños productores locales.
“Pero el problema es mucho mayor. Vengo investigando hace mucho la intervención de corporaciones internacionales y hasta de universidades como la de Harvard de los Estados Unidos (ver https://www.lavaca.org/notas/harvard-reclamo-contra-las-inversiones-de-la-universidad-en-monocultivos-en-el-ibera/). La universidad compra tierras productivas como modo de financiarse, pero son inversiones muchas veces muy poco éticas, más allá del prestigio que tiene Harvard. Hace dos años tuvieron problemas fuertes en Brasil porque una de las empresas que utilizan para esas inversiones había comprado tierras que muy poquito antes habían sido apropiadas ilegalmente. Tuvieron que retirarse. La realidad es que tras las apropiaciones, con topadoras o con incendios como ahora, las corporaciones multinacionales se quedan con esos campos y terminan usándolos para los agronegocios, exportando carne o soja a Europa o China. La ética queda en otra parte”.
El tamaño del desastre
Cree Spataro que aún no se puede medir con exactitud la extensión del daño producido por los incendios “porque todavía hay un importante grado de nubosidad y cenizas en suspensión que hace que con los mismos satélites no se pueda calcular exactamente el área perdida, pero sí puedo decir que el área afectada por la presión de los incendios es superior a lasuperficie de toda la provincia de Buenos Aires. Cuando se apague el fuego se podrá hacer el cálculo preciso”.
Estos 71.497 incendios, un 83% más que los que se produjeron en 2018, tienen un condimento altamente político: “Antes de Bolsonaro, Brasil venía con un atendencia a disminuir la deforestación. Perocambió el eje político y la brutalidad de los incendios parecería una forma de recuperar el tiempo perdido”.
La idea neoliberal demaximización deganancias explica tambiénlos incendios: “Es elmétodo más barato concondiciones climáticasfavorables. Es más barato quemar que desmontar con topadoras, con las que en última instancia puede haber algúnordenamiento de qué y cómo destruir. Pero el incendio es una herramienta brutal y descontrolada. El incendio además acelera la erosión por el calor, mata todos los sistemas del suelo, y al destruir la selva afecta climáticamente a todo el continente con mayores sequías en ciertos lugares, lluvias en otros, y la ruptura de toda la regulación que produce el Amazonas como la región selvática más grande del mundo”.
Los incendios provocaron un choque de Brasil con Noruega, que quitó fondos que aportaba para la conservación del Amazonas. “Bolsonaro contestó por Twiter diciendo que los noruegos cazan ballenas y puso una foto que en realidad era de una matanza en Dinamarca. Pero es cierto que hay un punto de hipocresía en países europeos, cuyas empresas son las que protagonizan en buena medida la compra de tierras en el Amazonas, África e Indonesia”.
La situación en el Chaco
La situación en Argentina, según Spataro: “Solamente en la selva chaqueña (que abarca las provincias de Chaco, Formosa y Salta) hay que calcular entre 4 y 5 veces la superficie de la Capital Federal que se desmonta por año. Y la mitad son desmontes ilegales, sean con topadoras o con incendios. Es como si se llevaran puesta dos veces la superficie de Buenos Aires, para matar la selva y especular con la tierra”.
Considera Spataro que “si esto no sede tiene pronto, toda Latinoamérica y buena parte del mundo va a estar afectada climáticamente. Es terrible que esto no se entienda porque sobra el material científico sobre la importancia de las selvas para el destino del planeta y de su población. Estamos cerca de un punto de no retorno, sin vuelta atrás para estabilizar el clima. Quemar el amazonas es ir hacia una catástrofe en pocos años”.
Spatraro habló con lavaca apenas antes de partir hacia Kenya a un encuentro organizado por Naciones Unidas en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica, que viene alertando sobre la mayor extinción de especies de la historia y el abismo del cambio climático. “Pero es probable que me tope allí también con burócratas que dirán que hay que dejar que los gobiernos tomen medidas voluntarias, que no afecten la producción, mientras arde el Amazonas”.
La explicación Ninja
Midia Ninja es una red de fotógrafas y fotógrafos del Brasil que viene denunciando situaciones de violaciones a los derechos humanos, ambientales, de los indígenas, entre muchas otras cosas que, como ocurre en otros países de la región, los medios convencionales y comerciales no muestran. Aquí, algunas de las informaciones que el colectivo fotográfico publicó como lectura para entender en estos días.
- “Si bien las consecuencias de la quema afectan a todo el continente, el gobierno de Bolsonaro insiste en desmantelar las políticas ambientales y el Amazonas todavía está en llamas”.
- La quema en la región amazónica ha provocado que un corredor de humo se haya extendido por Sudamérica desde la semana pasada, llegando al Medio Oeste, Sudeste, Sur de Brasil y países vecinos como Argentina, Uruguay, Perú y Bolivia.
- Con el aumento de la quema y la deforestación, podemos tener una disminución en la evapotranspiración de la selva amazónica y, en consecuencia, una disminución en los ríos voladores, que son responsables de gran parte de la lluvia que cae en el continente.
- Sin los ríos voladores, tendríamos graves consecuencias:
– Sequía (clima seco)
– Falta de lluvia
– Aumento de temperatura (principalmente en ciudades)
– Problemas en el suelo que obstaculizan su productividad
– Problemas respiratorios debido a la baja humedad
– Posible caída en el índice fluviométrico del río debido a la falta de lluvia. - En comparación con 2018, los incendios en Brasil aumentaron un 82%. Solo hubo este año 71,497 brotes, en comparación con 39,194 en 2018.
- Cinco estados han experimentado un aumento en el número de incendios en Brasil desde el comienzo del año:
– Mato Grosso del Sur: 260%
– Rondônia: 198%
– Para: 188%
– Acre: 176%
– Río de Janeiro: 173% - Las Unidades de Conservación y las Tierras Indígenas también son afectadas y se queman:
-Áreas protegidas: 32
-Tierras indígenas: 36 - Según Inpe, el aumento de la deforestación en la Amazonía ya es el mayor de la historia, y gran parte de esto se debe principalmente al recorte del 95% en el presupuesto para acciones para combatir el cambio climático.
- El Amazonas concentra el 52.5% de los brotes de incendios en 2019, según datos del Programa Queimadas del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE). El Cerrado es responsable del 30.1%, seguido por el Bosque Atlántico, con el 10.9%.
- La Amazonía brasileña perdió más de una Alemania en un área boscosa entre 2000 y 2017. Alrededor de 400,000 kilómetros cuadrados menos de área verde, según un estudio realizado por un equipo de investigación de la Universidad de Oklahoma publicado en la revista Nature Sustainability.
CABA
Festival ENTRÁ: Resistencia cultural contra el Decreto 345 que quedó ¡afuera! y un acto performático a 44 años del atentado a El Picadero

A 44 años del atentado en plena dictadura contra el Teatro El Picadero, ayer se juntaron en su puerta unas 200 personas para recordar ese triste episodio, pero también para recuperar el espíritu de la comunidad artística de entonces que no se dejó vencer por el desaliento. En defensa del Instituto Nacional del Teatro se organizó una lectura performática a cargo de reconocidas actrices de la escena independiente. El final fue a puro tambor con Talleres Batuka. Horas más tarde, la Cámara de Diputados dio media sanción a la derogación del Decreto 345 que desfinancia al Instituto Nacional del Teatro, entre otros organismos de la Cultura.
Por María del Carmen Varela
Fotos Lina Etchesuri para lavaca
Homenaje a la resistencia cultural de Teatro Abierto. En plena dictadura señaló una esperanza.
Esto puede leerse en la placa ubicada en la puerta del Picadero, en el mítico pasaje Discépolo, inaugurado en julio de 1980, un año antes del incendio intencional que lo dejara arrasado y solo quedara en pie parte de la fachada y una grada de cemento. “Esa madrugada del 6 de agosto prendieron fuego el teatro hasta los cimientos. Había empezado Teatro Abierto de esa manera, con fuego. No lo apagaron nunca más. El teatro que quemaron goza de buena salud, está acá”, dijo la actriz Antonia De Michelis, quien junto a la dramaturga Ana Schimelman ofició de presentadoras.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
La primera lectura estuvo a cargo de Mersi Sevares, Gradiva Rondano y Pilar Pacheco. “Tres compañeras —contó Ana Schimelman— que son parte de ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) un grupo que hace dos meses se empezó a juntar los domingos a la tarde, a la hora de la siesta, ante la angustia de cosas que están pasando, decidimos responder así, juntándonos, mirándonos a las caras, no mirando más pantallas”. Escuchamos en estas jóvenes voces “Decir sí” —una de las 21 obras que participó de Teatro Abierto —de la emblemática dramaturga Griselda Gambaro. Una vez terminada la primera lectura de la tarde, Ana invitó a lxs presentes a concurrir a la audiencia abierta que se realizará en el Congreso de la Nación el próximo viernes 8 a las 16. “Van a exponer un montón de artistas referentes de la cultura. Hay que estar ahí”.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Las actrices Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y el actor Mariano Sayavedra, parte del elenco de la obra “Civilización”, con dramaturgia de Mariano Saba y dirección de Lorena Vega, interpretaron una escena de la obra, que transcurre en 1792 mientras arde el teatro de la Ranchería.
Elisa Carricajo y Laura Paredes, dos de las cuatro integrantes del colectivo teatral Piel de Lava, fueron las siguientes. Ambas sumaron un fragmento de su obra “Parlamento”. Para finalizar Lorena Vega y Valeria Lois interpretaron “El acompañamiento”, de Carlos Gorostiza.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
Con dramaturgia actual y de los años ´80, el encuentro reunió a varias generaciones que pusieron en práctica el ejercicio de la memoria, abrazaron al teatro y bailaron al ritmo de los tambores de Talleres Batuka. “Acá está Bety, la jubilada patotera. Si ella está defendiendo sus derechos en la calle, cómo no vamos a estar nosotrxs”, dijo la directora de Batuka señalando a Beatriz Blanco, la jubilada de 81 años que cayó de nuca al ser gaseada y empujada por un policía durante la marcha de jubiladxs en marzo de este año y a quien la ministra Bullrich acusó de “señora patotera”.
Todxs la aplaudieron y Bety se emocionó.
El pasaje Santos Discépolo fue puro festejo.
Por la lucha, por el teatro, por estar juntxs.
Continuará.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.


Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.

Foto: Lina M. Etchesuri para lavaca.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

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