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Gracias a las desgracias: Chubut vuelve a movilizarse contra la minería en medio de la descomposición política provincial

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Chubut en la calle este lunes 15 de marzo. Criminalización de las comunidades y el choque entre Nación (a través de Wado de Pedro) y provincia por la visita de Alberto Fernández.

“Gracias a estas desgracias el tema saltó a nivel nacional y se ve claramente la descomposición política y mafiosa que está queriendo imponer la minería” dice Corina Milán, directora de la Escuela 23 de marzo de Esquel. Este lunes la ciudad chubutense volvió a movilizarse al igual que Rawson, Trelew, Comodoro Rivadavia, Lago Puelo, Epuyén, Puerto Mardyn, Telsen, Gualjaina, Sarmiento, Gaiman, Trevelin, parte de un total de 48 localidades y municipios que salieron a rechazar el supuesto debate legislativo de la ley de zonificación que habilitaría la megaminería a cielo abierto en la meseta provincial.

En medio del conflicto el ministro del Interior Wado de Pedro responsabilizó por Twitter al gobierno de Mariano Arcioni por los ataques sufridos por la comitiva oficial y reconoció que el gobernador no iba a ser de la comitiva: “Sabíamos que iba a generar malestar y enojo, debido a la gran cantidad de problemas sin solución que acumula la provincia”. Agregó con respecto a Arcioni: “Hoy, en lugar de reconocer su responsabilidad en los hechos de violencia contra la comitiva presidencial, el gobernador elige atacar al intendente de Lago Puelo, que está trabajando junto al Presidente para asistir a la comunidad”, revelando una interna política como trasfondo de la infiltración policial, las zonas liberadas también por la policía, que permite la intervención de patotas organizadas por la UOCRA que suelen operar en Chubut para disuadir a las comunidades que rechazan la megaminería.   

De Pedro y la responsabilidad de Arcioni

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Otra imagen de la movilización de este lunes en Esquel. La corrupción legislativa, los incendios en la Comarca Andina, la criminalización de las comunidades y una cuestión: ¿quién ejerce la violencia?

El debate legislativo estaba previsto para este martes 16, pero por segunda vez será suspendido en vista de la conflictividad provincial frente al tema. “El riesgo es que lo traten sobre tablas, pero si lo hacen no les dan los números para sancionarla” explica Pablo Palicio Lada desde Trelew. “Sobre 27 diputados necesitan 14 votos que, hasta donde se sabe, el gobierno de Mariano Arcioni no logra sumar. Y la tendencia es a que tengan cada vez menos votos debido a la bronca y la indignación que hay en la provincia con este tema y la corrupción que implica”.  

La situación se da en medio del llamado Chubutaguazo, la movilización provincial que busca defender un bien común como el agua frente al modelo extractivo y contaminante de la megaminería. El agua amenazada justamente es un símbolo crucial cuando al problema minero se agregan las miles de hectáreas incendiadas en la zona de la Comarca Andina, el tema que motivó el viaje presidencial. Por eso una de las banderas en las movilizaciones de este lunes planteaba: «Somos el agua que apaga su fuego».

Gracias a las desgracias: Chubut vuelve a movilizarse contra la minería en medio de la descomposición política provincial

Cuando Corina Milán agradece a las desgracias –parafraseando La Cigarra, la bella canción de María Elena Walsh– se  refiere a la situación general de la provincia y la detención de manifestantes ocurrida con motivo de la complicada visita del presidente Alberto Fernández a Lago Puelo el sábado pasado, que dejó al descubierto una serie de maniobras que facilitaron la violencia y simbolizan una radiografía del modo de actuar del gobierno chubutense. En cualquier caso el problema de Chubut no es solo “chubutense” sino que implica una cuestión ambiental, política, productiva, de justicia y de derechos humanos que la comunidad  viene señalando desde comienzos de este siglo, tema que ya atraviesa a tres generaciones de habitantes de la provincia.

Pablo explica parte de la situación: “La visita terminó mostrando al ministro de Seguridad provincial, Federico Massoni, echándole la culpa a la Presidencia y a la Casa Militar por la violencia y por no haber informado el itinerario de Alberto Fernández, pero a la vez terminó reconociendo que hubo policías entre los manifestantes, algo que en la provincia se sospecha desde siempre”.

El señor Massoni efectivamente dijo que “directamente llevaron al presidente Fernández y al gobernador Arcioni a la boca del lobo, se modificó el itinerario y no nos notificaron”. La búsqueda de deslindar responsabilidades hacia arriba tuvo el efecto inverso a través de los citados textos del ministro De Pedro a través de Twitter, que desmembraron la maniobra de Arcioni. El sábado pasado, de hecho, la comitiva presidencial separó a Arcioni de la visita, sabiendo que la aparición del gobernador sólo puede ser leída en términos de provocación en una provincia devastada en los últimos años.

Un detalle sobre este curioso gobernante: aprovechó la visita de Fernández para visitar por primera vez territorios arrasados por los incendios. Sabiendo lo que genera su figura en la población, intentó utilizar de escudo la comitiva presidencial, mientras su gobierno continúa la táctica de demonización de las comunidades para intentar filtrar la ley pro-minera.

Criminalizar a las comunidades

Las internas políticas, como siempre, son pagadas por la ciudadanía a través de los clásicos mecanismos de criminalización y demonización de un rechazo que en Chubut lleva 19 años, cuando ya en 2002 comenzaron las movilizaciones esquelinas contra la intención de instalar a la minera Meridian Gold. Desde ese momento las comunidades chubutenses pudieron incidir institucionalmente con plebiscitos, como el de la propia Esquel en 2003 y dos Iniciativas Populares. La Iniciativa Popular es un mecanismo constitucional para que la legislatura debate una ley que cuente con el apoyo de al menos el 3% de firmas corroboradas del padrón provincial.

En ambos casos, 2015 y 2020, esos mecanismos constitucionales fueron burlados por los legisladores que ignoraron dichas Iniciativas. Uno de los casos fue célebre: el diputado kirchnerista Gustavo Muñiz participó de la deliberación recibiendo en su celular indicaciones de Gastón Berardi, gerente de la minera Yamana Gold. En la Iniciativa Popular más reciente, se conoció el video realizado al diputado del PRO Sebastián López que sugería el pago de “cien lucas” para solucionar estos temas a favor de las corporaciones mineras. La diputada peronista Leila Lloyd Jones ilustró al respecto a la sociedad a través de un audio filtrado a la prensa en el que sugería que los desocupados tendrían que pedirle “laburo a los legisladores que votan a favor (de la minería) que a ellos les pagaron 10 millones de pesos”, lo cual significaría que las “100 lucas” de las que hablaba su colega del PRO eran en dólares.

En este contexto es válida una pregunta: ¿Quién ejerce la violencia?

Sobre la violencia

Gracias a las desgracias: Chubut vuelve a movilizarse contra la minería en medio de la descomposición política provincial

Después de las movilizaciones del último 4 de marzo (que obligaron a la primera suspensión del tratamiento de ley pro minera) se formó un nuevo bloque político en la Legislatura, Chubut Unido, formado por oficialistas (incluida Lloyd Jones) que rechazan el tratamiento del proyecto.

La sociedad chubutense sigue movilizándose. La abogada Cris Hendrickse, quien participó en la elaboración de las primeras ordenanzas antimineras en Chubut, por ejemplo en Epuyén, planteó ayer a lavaca su impresión a partir de los hechos del sábado último: “Apedrearon a un presidente. La megaminería es intrínsecamente violenta. Violenta las montañas, las dinamita. Violenta las democracias, las corrompe. Violenta la fauna, la extingue Violenta el agua y el aire, lo contamina. Es prima del patriarcado: aquel cosifica a la mujer, ésta a la naturaleza llamándola ‘recurso natural’. Para los megamineros el otro es un medio, nunca un fin., Por eso es filosóficamente perversa. No sorprende la violencia en quienes defienden la filosofía de la muerte”.   

La movilización en Chubut continuará hasta que el proyecto de “zonificación” se retire definitivamente de la Legislatura provincial, cosa que muchas y muchos legisladores ya están reclamando, en algunos casos por convicción y en otros, tal vez, por tratarse de un año electoral.    

La mirada de las asambleas sobre todo lo que está ocurriendo en Chubut

CHUBUT, 15 de Marzo de 2021

Las asambleas que conformamos la UACCh (Unión de Asambleas de Comunidades de Chubut) alertamos una vez más a la sociedad en general sobre las graves consecuencias de la avanzada extractivista en nuestros territorios. Hoy cinco vecines de Chubut fueron detenides por manifestarse, sus rostros y sus datos personales fueron expuestos en conferencia de prensa por el ministro de seguridad de la provincia violando sus derechos y garantías constitucionales. Denunciamos este montaje mediático y judicial que busca la demonización del colectivo docente y de quienes nos oponemos a la megaminería para desviar el foco de la responsabilidad estatal en la catástrofe socioambiental que atraviesa la cordillera en estos días. A pocos días del triunfo popular que volvió a impedir el tratamiento del proyecto de zonificación minera del gobierno de Arcioni y Sastre en la legislatura provincial, nuestra amada Comarca Andina sufre un nuevo incendio forestal en zona de interfase, que ya se cobró dos vidas humanas y dejó a más de 300 personas sin techo. Miles de hectáreas de bosque nativo han sido arrasadas por el fuego, y la devastación terricida no puede pasar indiferente para nadie.
Por ello, convocamos a todo el pueblo de Chubut y a los pueblos del mundo que se solidarizan con la lucha por el agua, la vida y el territorio, a movilizar este Lunes 15 de Marzo bajo el lema «SOMOS EL AGUA QUE APAGA SUS FUEGOS», y declaramos:

  1. El bosque destruido por los incendios de todo este verano en la zona es el mismo bosque que el Estado Argentino pretendió eliminar a principios del siglo XX por ser un obstáculo para el supuesto “progreso y desarrollo de la Nación”. Ese proceso implicó el desalojo de los pueblos originarios que resistieron el genocidio llevado adelante por el Estado Argentino.
  2. El bosque nativo como pueblo verde que custodia la circularidad de la vida, y el pueblo mapuche tehuelche como pueblo libre, recuperando y habitando los territorios, siguen siendo enormes obstáculos para el aún promocionado progreso. Es por ello que persiguen, encarcelan y asesinan a nuestras hermanas y hermanos mapuche. Y es por la misma razón que el bosque arde: su subsuelo contiene enormes riquezas minerales que son el desvelo de empresas mineras propietarias de sus yacimientos.
  3. Denunciamos la vil mentira de sectores político-económicos y mediáticos que intentaron culpar de los incendios al pueblo mapuche en resistencia. Sostenemos que estamos bajo un ataque, pero los autores son justamente el lobby extractivista que se ha apropiado de las estructuras de gobierno en nuestra provincia y que le escriben el libreto al presidente Alberto Fernández. Rechazamos por falsas y racistas las acusaciones que vinculan a nuestrxs hermnxs con prácticas contrarias a la cosmovisión del pueblo nación mapuche, que vela por el equilibrio de todas las formas de vida en los territorios.
  4. Repudiamos los sucesos del pasado sábado 13 de marzo, cuando en el contexto de la visita presidencial a la zona afectada por los incendios, vecines autoconvocades fueron atacades por una patota del sindicato de la construcción (UOCRA). Denunciamos públicamente al gobierno nacional y al gobierno provincial por acudir a prácticas de tercerización de la represión. El sábado, en la localidad de Lago Puelo, las autoridades se dieron a la fuga y la policía liberó la zona para que la patota de la UOCRA actuara una vez más su triste papel. La historia reciente de Chubut suma varios episodios de este tipo. El más reciente cuando una patota de camioneros quiso romper el corte de la ruta nacional 3 en Trelew hace poco más de un semana. Las represiones en las rutas del sur de la provincia ante el reclamo docente manos de patotas conducidas por el secretario general del Sindicato de Petroleros, Loma Ávila, o las golpizas de la UOCRA y petroleros en legislatura, han estado siempre a la orden del día y se han intensificado con Mariano Arcioni en el poder. Pero la responsabilidad del gobierno nacional en este episodio es ineludible y nos trae a la memoria los sucesos del 24 de julio de 2012 en Cerro Negro, Catamarca, cuando un masivo corte de ruta en protesta contra la mina La Alumbrera fue violentamente desalojado por patotas sindicales y les compañeres asambleístas fueron privados ilegalmente de su libertad por varias horas con la complicidad de la policía provincial; o los sucesos de 2013 en el bloqueo a Monsanto en Malvinas Argentinas; o, más difundido por sus consecuencias funestas, el asesinato de Mariano Ferreyra en el barrio de Barracas, Buenos Aires, en manos de grupos de choque de la Unión Ferroviaria, en octubre de 2010.
  5. En la visita presidencial quedó nuevamente en evidencia la sistemática violación de derechos humanos que padecemos quienes nos manifestamos en defensa del agua y la vida hace más de 18 años en Chubut. Además de tercerizar la represión, el Estado infiltra personas en nuestras marchas y pretende amedrentarnos y dividirnos con montajes que sólo revelan los intereses que se disputan entre sí las diferentes facciones del poder político y económico. Nos espían, nos sacan fotos, nos filman, nos apalean y nos detienen para judicializar la lucha con causas que no llegan a ningún lado por falta de pruebas e inconsistencias en los testimonios de sus propios perros, como en la causa que le armaron a seis compañeres después de los sucesos del 5 de diciembre de 2019 en la legislatura provincial. Nada de esto nos ha detenido, porque somos mucho más que les vecines que ponemos el cuerpo en cada acción de lucha: somos el agua que apaga sus fuegos.
  6. Esta mañana se llevaron detenidxs a compañerxs de la comarca en un montaje mediático y judicial que pretende acusarlos de atentar contra la integridad del presidente. En conferencia de prensa Massoni reconoció que hubo policía infiltrada, esa misma q salió a cazar a quienes hoy están criminalizando. Exigimos se garantice el principio de inocencia y responsabilizamos al estado de la salud física y psíquica de lxs compañerxs perseguidxs y detenidxs.
  7. Llevamos tres años ininterrumpidos de embate minero que hoy se materializa en el proyecto de zonificación presentado por el gobierno provincial y resistido en las calles y las rutas de toda la provincia desde su presentación por ser inconstitucional, ilegal y clandestino. Cada nueva sesión legislativa trae un clima de zozobra sobre posibles represiones al pueblo movilizado en defensa del agua y el territorio. Las manos en alto de 14 diputados pueden cambiar la vida de nuestras comunidades, en un oscuro escenario con denuncias de corrupción sin investigar. El destino de Chubut no puede quedar en las manos de un grupo de irresponsables que muestran más aprecio por sus cuentas bancarias que por las futuras generaciones. Hay poderes siniestros en la política chubutense y el pueblo está harto de amenazas y extorsiones. De este otro lado, está el pueblo expresándose en las calles, decididos a impulsar otro futuro para la provincia, promocionando una ley que garantice la vida de las próximas generaciones. Exigimos el respeto por las herramientas participativas consagradas en la Constitución Provincial. Demandamos el urgente tratamiento y aprobación sin modificaciones del Proyecto 129/20 presentado por Iniciativa Popular por esta Unión de Asambleas de Comunidades.
  8. Agradecemos a todas las comunidades y territorios el enorme acompañamiento recibido en estos últimos meses de lucha y convocamos estar más atentes que nunca frente al ataque terricida que estamos atravesando hoy y a reforzar la solidaridad con los territorios afectados por los incendios.

BASTA DE SAQUEO Y DESTRUCCIÓN, ¡¡PAREN DE MATARNOS!!
FUERA MINERAS DE LOS TERRITORIOS, ¡¡NI EN CHUBUT NI EN NINGÚN LUGAR!!
RETIRO INMEDIATO DEL PROYECTO DE ZONIFICACIÓN MINERA. ¡¡FUERA ARCIONI!!
TRATAMIENTO Y APROBACIÓN SIN MODIFICACIONES DE LA INICIATIVA POPULAR
APARICIÓN CON VIDA DE NARCISO Y RAYMUNDO PINO, DESAPARECIDOS EN LA MESETA CENTRAL DE CHUBUT
¡¡BASTA DE CRIMINALIZAR LAS LUCHAS POR EL TERRITORIO!!
A CIEN AÑOS DE LOS SUCESOS DE LA PATAGONIA REBELDE, REPUDIAMOS LA PRESENCIA DE PATRICIA BULLRICH EN CHUBUT. ¡¡JUSTICIA POR SANTIAGO MALDONADO Y RAFAEL NAHUEL!!
¡NO ES NO! ¡¡NO PASARÁN!!

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La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas

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Una Ley Nacional que proviene del sector del agronegocio avanza en la Cámara de Diputados, impulsada por la UCR y la Coalición Cívica. Se trata de la norma que regula, entre otras cosas, la aplicación de agrotóxicos. El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas. La primera reunión informativa contó solo con oradores promotores de la iniciativa y solo dos voces críticas; crónica de esa reunión y la opinión del médico Damián Verzeñassi, la enfermera del Garrahan Meche Méndez, el abogado Marcos Filardi y Sabrina Ortíz, vecina fumigada y abogada que acaba de presentar un escrito para convocar a audiencias públicas y foros de debate para evitar que se apruebe esta Ley que prioriza el negocio a la salud social y medioambiental. FRANCISCO PANDOLFI

Esta semana se presentó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley nacional “de presupuestos mínimos de protección ambiental para la aplicación de productos fitosanitarios”. Es decir, de agrotóxicos.

El proyecto fue escrito por la Red de Buenas Prácticas Agrícolas, integrada por más de 80 instituciones públicas y privadas vinculadas con el agronegocio, y dentro del recinto encabezan la iniciativa los diputados Atilio Benedetti (UCR – Entre Ríos), presidente de la Comisión de Agricultura en la Cámara de Diputados, y Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica). La nueva norma ya cuenta con el acompañamiento de 32 legisladores, entre un abanico variopinto que engloba a La Libertad Avanza, Unión por la Patria, UCR, PRO, Coalición Cívica, Encuentro Federal, entre otros partidos. 

El punto clave de este proyecto legislativo figura en el artículo 9, donde se establecen distancias mínimas para fumigar desde los 10 metros para aplicaciones terrestres y con drones, y 45 metros para aplicaciones aéreas.

La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas
Atilio Benedetti, UCR-Entre Ríos, principal promotor del proyecto, expone en la reunión del pasado martes.

Exposiciones sin consenso

El martes pasado se llevó a cabo una primera reunión informativa en la cual las y los oradores sólo fueron personas, organismos y corporaciones a favor de la iniciativa.

En la comisión conjunta realizada entre Agricultura y Ganadería y Recursos Naturales y Conservación de Ambiente Humano hubo entidades gubernamentales, de productores, de ingenieros agrónomos, de acopiadores, de empresas de tecnología agropecuaria y ONG a favor de la ley. Maximiliano Ferraro expresó que “el proyecto no tiene una mirada sectorial”. Y que “nace de un diálogo. Un diálogo y consenso, que podemos ampliar”.

Sin embargo, se dijo, no hubo invitaciones a voces disonantes.

Las únicas dos ponencias que no se alinearon al lobby de la producción con plaguicidas fueron el diputado Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista – FIT Unidad) y su par Blanca Osuna (Unión por la Patria). Dijo Giordano: “Deben darle espacio a quienes estamos en contra de esta ley. Hay una lista de un montón de organizaciones que quieren venir a exponer las barbaridades que ocurren por el uso de agrotóxicos. Fumigar a 10 metros de ninguna manera puede ser una buena práctica agropecuaria”. Dijo Osuna: “Es indispensable escuchar voces de otros sectores, estamos en falta si no. Los expertos científicos deben estar acá, están ausentes en este proyecto. Primero debe estar la salud, luego la producción”.

La evidencia del modelo

Tras el encuentro del martes, distintos actores se manifestaron en contra del proyecto. Damián Verzeñassi es médico generalista y es el director del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario, desde donde se hicieron desde 2010 a 2019 más de 40 campamentos sanitarios en diversos pueblos de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba para  relevar puerta a puerta la situación de la salud en localidades fumigadas. ¿Qué demostraron esos resultados? Que en las comunidades rurales se multiplicaban los trastornos endócrinos, los abortos espontáneos, las malformaciones y el cáncer. Opina Damián: “Si se aprueba esta ley permitiría que se fumigue a 10 metros con productos que pueden generar cáncer de mama, cáncer de tiroides, alteraciones endocrinas en las glándulas, disminución de la capacidad de nuestro sistema inmunológico de defendernos. Por ejemplo, el herbicida atrazina está prohibido en 37 países, pero en Argentina está autorizada. Este tipo de cosas avala la ley que quieren aprobar”.

Sin embargo, el diputado por la Libertad Avanza Pablo Ansaloni, que proviene de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) dijo en la reunión informativa: “Desde nuestra actividad, que la vengo ejerciendo durante 30 años, manipulamos el cereal y estamos en contacto todos los días con el fitosanitario. Podemos dar fe que no tenemos ningún enfermo”.

Meche Méndez es enfermera de Cuidados Paliativos del Hospital Garrahan y desde hace años viene dando una pelea (casi en soledad) para que exista una historia clínica ambiental que pueda demostrar la relación de los agrotóxicos con las enfermedades. Le dice a lavaca: “El sistema de salud sigue sin considerar el daño, en muchos casos irreparable, que los tóxicos utilizados desde hace décadas en el modelo extractivo están produciendo en el ambiente, los territorios y por ende en los cuerpos de quienes los habitamos, atendiendo los síntomas y/o la enfermedad una vez producida, pero sin asociarlo cómo posibles causa”.

Sobre el proyecto de ley, analiza Méndez: “Sólo puedo compartir mi absoluto rechazo. Ya está comprobadísimo por la ciencia sin conflicto de interés que la deriva (movimiento de plaguicidas en el aire) no tiene control, que los venenos enferman y matan. Necesitamos medidas aún más protectoras de las que tenemos actualmente y sobre todo dejar de usar esos tóxicos. Hago un llamado urgente a los profesionales de la salud, a las sociedades científicas supuestamente comprometidas con la salud y el ambiente a que se expidan y rechacen esta posibilidad criminal de echar venenos a 10 metros”. Remata: “Se sabe que produce cáncer, malformaciones, daños genéticos, un montón de enfermedades y síntomas. Esto no puede salir de la Cámara de Diputados”.

María Luisa Chomiak, de Chaco, es la única diputada de Unión por la Patria que acompañó con su firma este proyecto. Argumentó: “Lo suscribí porque se necesita tener esta discusión. Toda iniciativa es perfectible y no hay nada más importante que la salud. Si se prioriza esto, celebro que estemos discutiendo este tema”. Sin embargo, en el proyecto no figura que la reducción de las distancias va en sentido contrario al principio de «no regresión en materia ambiental» que establece la Ley General de Ambiente y tratados internacionales como el Acuerdo de Escazú. Ni tampoco informa las pruebas científicas ya demostradas sobre la consecuencia de los plaguicidas: desde los efectos letales del glifosato en embriones anfibios, constatado por el ex titular del Conicet Andrés Carrasco, hasta los estudios de Delia Aiassa en la Universidad de Río Cuarto sobre daño genético, que comprobaron el riesgo aumentado de contraer cáncer. A partir de estas investigaciones hubo fallos judiciales en distintos puntos del país prohibiendo las fumigaciones terrestres a menos de 1.095 metros y las aéreas a menos de 3.000.

Antecedentes que enferman

Una de esas localidades es Pergamino, al norte de la provincia de Buenos Aires. Allí vive Sabrina Ortiz, una de las tantas personas que se enfermó por agrotóxicos. Perdió un embarazo de casi 6 meses y tuvo dos ACV. Sabrina tiene una particularidad notable: como no encontraba abogados que la defendieran, estudió Derecho y se recibió. Fue amenazada; le mataron a su perro como amedrentamiento. Después de años de denuncias y estudios científicos, la Justicia federal confirmó que el 3 de diciembre de 2025 comenzará el juicio oral contra tres productores agroindustriales por delitos de contaminación ambiental, según la Ley de Residuos Peligrosos (N° 24.051). En la causa se documentaron daños a la salud vinculados a la exposición crónica a sustancias como glifosato, atrazina y clorpirifós. 

Sabrina, junto a varios colegas, acaba de presentar un escrito colectivo de abogadas y abogados de Pueblos Fumigados en donde solicitaron a las presidencias de las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados de la Nación que convoquen audiencias públicas, foros y videochats de debate antes de tratar el proyecto de ley.

Marco Filardi es abogado especialista en derechos humanos y temas ambientales y es parte de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria de la Facultad de Medicina de la UBA. Le dice a lavaca: “Esta norma manda un mensaje a todas las provincias de que este (10 metros fumigación terrestre y dron, y 45 metros aérea) es el estándar mínimo, el piso ambiental y eso no lo podemos aceptar. Gran parte de nuestra población está expuesta cotidiana, sistemática y estructuralmente a la aplicación de más de 7.000 formulados comerciales con autorización vigente por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) en una cantidad de más o menos 500, 600 millones de litros de agrotóxicos al año. Tenemos el triste privilegio de ser el país que más agrotóxicos por persona y por año usa en el mundo y los resultados están en los cuerpos, están en los territorios”.

Desde los impulsores de la iniciativa no contactaron a científicos, ni profesionales de la salud, ni abogados, ni a ninguna de las organizaciones ambientales. Como por ejemplo la coordinadora “Por una vida sin agrotóxicos Basta es Basta”, de Entre Ríos, que se moviliza todos los martes desde 2018 frente a la Casa de Gobierno en Paraná. “La ley nacional es un ‘copy-paste’ de la que ya tenemos acá, aprobada a finales de 2024 y en la que habilitan fumigar a 5 metros de los cuerpos de agua, a 10 de las plantas urbanas y a 15 de las escuelas rurales. Ellos se amparan en las buenas prácticas agrícolas sin basarse en ninguna evidencia científica, a diferencia de todos los trabajos publicados en Argentina y en el mundo donde se demuestra el impacto que tiene el uso de los venenos sobre la salud y los ecosistemas, más allá de la dosis y la distancia. Lo que genera el daño es la presencia del veneno y si hay evidencia científica ya está: no hay más que hablar”.

La Ley del Cáncer: avanza un proyecto que permite fumigaciones con agrotóxicos a 10 metros de viviendas
Sabrina Ortíz presentó una iniciativa para frenar la Ley del Cáncer.
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Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza

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Al llegar al país luego de estar 8 días detenida (junto a otros tres argentinos, entre un total de 443 personas que conformaban la flotilla Global Sumud) la legisladora habló con lavaca.

Entrevista a Celeste Fierro, tras ser detenida en la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza
Celeste Fierro al llegar a Ezeiza. Fue recibida por decenas de personas que se acercaron a apoyarla y recibirla.

Celeste Fierro durmió sólo algunas horas, y de manera intermitente, y apenas se levanta habla con lavaca. Llegó anoche de Jordania, donde fue trasladada desde la cárcel de Ktzi’ot. Allí estuvo presa del 3 al 7 de octubre, después de que el Estado israelí interceptara el barco en el que pretendía llegar a Gaza como parte de la flotilla Global Sumud. Del 1 al 2 tuvo dos días de traslados, y el día 7 la llevaron también a Jordania, desde donde partió el vuelo a Buenos Aires.

La historia es conocida: en aguas internacionales, el Estado de Israel interceptó todos los barcos de la flotilla, tomó su mando y los dirigió a tierra para detener a sus tripulantes. “Sabíamos que, lo más probable, era que pasara lo que pasó”, se sincera Fierro respecto a la misión humanitaria que buscaba 1) romper el bloqueo naval israelí sobre Gaza y 2) hacer visible la crisis humanitaria allí.

Lo primero no lo lograron. Lo segundo, sí.

Lavaca fue el único medio argentino presente en la masiva movilización en Roma que, tras conocerse la noticia de la detención de los tripulantes de esta flotilla, reunió a un millón de personas para pedir el fin del genocidio israelí en Gaza y, entre otras cosas, la liberación inmediata de los recientes detenidos. Ese mismo día, por la noche, llegaron a la capital 26 personas italianas que habían sido detenidas, las primeras que largó el Estado de Israel.

Los cuatro argentinos (Ezequiel Peressini, Carlos Bertola, Nicolás Calabrese, y Celeste) fueron de los últimos.

Finalmente ayer, después de 8 días, volvieron a pisar su tierra.

Desde aquel 1 de octubre hasta ahora, Celeste no había vuelto a tomar mate. Está en eso mientras conversa y revela que su mate, al igual que todas sus pertenencias (a excepción del pasaporte) le fueron sustraídas por el Estado de Israel.

La primera pregunta es obvia: ¿Cómo estás?

Entera, lo cual es un montón. Y muy contenta de estar de nuevo acá. Eso es lo primero, pero también muy preocupada porque entiendo que todavía hay compañeros detenidos de la Global Sumud y que, además, interceptaron a la Freedom Flotilla (145 detenidos). Así que poniéndome en contacto con compas de otros países para estar a disposición.

Durante dos días no se supo nada de vos; luego lo que llegaba era casi nada. ¿Qué pasó en esos primeros momentos?

Lo que nos pasó no se compara con lo que pasan los presos palestinos en las cárceles de Israel; no se compara con lo que viven las familias palestinas en la franja de Gaza. Pero, en ese momento, lo que más preocupaba era que no supieran que estábamos vivos. Desde que nos detuvieron estuvimos 48 horas hasta que logramos ver a un abogado. Y después, la visita de la cancillería fue recién el viernes o el sábado, 3 días después de la intercepción. Lo único que yo quería que avisaran era que estábamos vivos.

¿Les iban informando qué harían con ustedes?

Los primeros que salen son los italianos. En las intercepciones preguntaron por los italianos, ya veíamos claramente que iban a liberarlos más rápido. Los que quedamos detenidos fuimos los del sur global, no solo América, Sudáfrica, Nueva Zelanda.

¿Por qué Italia primero?

Lo de Italia fue por la presión social hacia el propio gobierno italiano de ultraderecha. Hubo una huelga general una semana antes de la intercepción; eso hizo que Meloni mandara un barco, que fue directamente para responder a la huelga; y también para que los italianos desistan de esas misiones. No lo lograron.

¿Cómo fueron los días previos a que los interceptaran?

Ya habíamos tenido una situación previa el día anterior, donde rodearon dos de los barcos de la flotilla. Con alguna cosa magnética cortaron los radares, los teléfonos, como que esos barcos perdieron la comunicación. Y luego se retiraron. Ahí tuvimos el primer intento, ya antes habíamos tenido los ataques con los drones.

¿Cómo es un ataque con drones?

Los primeros dos ataques fueron en puerto de Túnez. Nosotros no habíamos llegado ahí todavía. Pero también entendimos que eran para intimidar, para amedrentar. Es un ejército muy preparado: si hubieran querido hundir un barco lo hacían. Lo que hicieron en el puerto dos días distintos a dos embarcaciones distintas fue tirar como unos explosivos. Y se logró contener ese fuego rápidamente y no pasó a mayores y lograron seguir esas embarcaciones.

En altamar también siguieron las intimidaciones

Todas las noches teníamos drones arriba. Una vigilancia permanente 24×7, fundamentalmente a la noche. Dos días antes de llegar a Creta, entre Sicilia y Creta, ya no eran algunos sino que eran decenas de drones que pasaban por todos los barcos. Y a las 11 de la noche empezamos a tener interferencia en las radios. Empezó a sonar ABBA a todo volumen, nos mirábamos porque no sabíamos qué estaba pasando… Y a los 15 minutos escuchamos la primera detonación… Tiraban esos explosivos que explotan cuando tocan algo; a uno de los barcos les tiraron uno de los mástiles… a otro directamente le rompieron una vela. A otros era solamente el sonido y veías una luz muy fuerte. Era sistemático: cada 15 minutos sentíamos una detonación. A otro le cayeron líquidos, que no sabemos qué eran. No los escuchábamos, veíamos luces, era mucho el miedo.

¿En algún momento temiste por tu vida?

Creo que todo el tiempo. Desde ese momento, hasta que logramos salir (por anteayer). En el momento de los drones, al día siguiente hablábamos: siguen intentando que no continuemos. Y la fuerza estaba puesta en continuar. Y a la noche siguiente estaba en la guardia y no hubo drones. Fue una guardia muy tranquila. Fue el primer día que dije: y mirá si llegamos… Había crecido la presión internacional. Pero no pasó.

Y el día en que los interceptan, ¿cómo fue?

Cuando nos interceptan –no me acuerdo la hora pero era de día, habrán sido las 7PM- nos llega un mensaje de uno de los barcos que en un radar habían visto que se acercaban 10 o 12 barcos. Ahí nos preparamos con los protocolos que veníamos manejando, y en menos de una hora y media ya habían llegado. Empezaron a rodearnos lanchas rápidas, no las veías porque era de noche. Nos tiraron primero agua a todos los barcos. Luego por un altoparlante decían que no teníamos que seguir navegando, que si nos quedábamos ahí iba a estar todo bien… Todo eso duró como una hora. Hasta que se subieron alrededor de 10 o 12 marines israelíes, con armas largas, caras tapadas. Lo primero que hicieron fue desactivar todas las conexiones de Internet. Y ahí efectivamente nos detuvieron, agarraron el mando de nuestro barco. Nos cachean, nos piden los pasaportes. Revuelven todo. Y nos metieron en los camarotes, éramos muchos más de los que entran en los camarotes, estábamos todos amontonados. Estuvimos 24 horas metidos ahí, sin comer nada. Hasta que llegamos al puerto, 24 horas más, y después a la cárcel, donde nunca nos dieron agua potable, estuvimos hacinados, con precintos; a compañeros les vendaron los ojos. Sufrimos maltrato físico. Y la mayor preocupación era que se sepa dónde estábamos.

¿Cómo se siente en el cuerpo esa impunidad?

Nosotros sabíamos que el escenario más probable era lo que nos terminó sucediendo. También hay que decir que lo que significó la flotilla en cuanto al impulso, a multiplicar las acciones, es muy fuerte. Es fuerte saberse parte de una acción internacional que hace lo que los Estados no hacen, dando una respuesta solidaria, humanitaria, a una causa que es de toda la humanidad; fue muy importante. A mí me recordaba a las brigadas internacionalistas de la Guerra Civil Española, Nicaragua… Y creo que eso también fue lo que nos protegió, más allá de la violencia que se sufrió, que todos los ojos estén puestos en Gaza y en la flotilla hace que hoy estemos en casa. Esa firmeza de continuar a pesar de los ataques. Y repito: lo que a nosotros nos pasó, ni se comprara con lo que pasa Gaza. Eso es lo que nos daba más fuerza y firmeza para continuar y de estar juntos.

¿Qué pudiste compartir con los compañeros y compañeras de otras partes del mundo, respecto a lo que estaba pasando, a la situación de Gaza, a cómo articular el reclamo a nivel global?

Para mí fue muy importante. Como experiencia militante, como experiencia de vida. Quienes somos militantes, internacionalistas, lo vivimos de forma permanente, pero esto fue encontrarnos con gente que nunca habíamos tenido contacto, que hablamos distintos idiomas, que venimos de distintas historias. Había sindicalistas, periodistas, enfermeros, médicos, compañeras activistas, artistas. Eso es lo que fortaleció la misión y sobre todo el reclamo y le dio potencia. El internacionalismo, sabernos todos levantamos una misma causa logró potenciarlo y ver que en todos los rincones del mundo se esté denunciando el genocidio y levantando la causa palestina, porque la causa del pueblo palestino es hoy la causa de toda la humanidad. Ese fue el sentido de la flotilla.

¿En qué nivel ves que está el reclamo en Argentina?

En los últimos meses se ha multiplicado la participación. Nosotros lo venimos levantando desde hace décadas, pero creo que hubo un cambio grandísimo. Me acuerdo patente el domingo que fue el Día del Padre, que hubo una movilización gigante, había familias enteras. Desde ese día hasta ahora se ha multiplicado el acompañamiento, no solo en la Ciudad de Buenos Aires, sino en lugares inhóspitos del país. Se fue extendiendo y tenemos que ser cada vez más.

Ahora hay un supuesto nuevo “alto al fuego”. ¿Cómo lo interpretan?

No hay que conformarse hasta el alto el fuego que hay ahora, que no sea un nuevo invento. Lo que venga del imperialismo yanqui creo que es un nuevo acuerdo de ocupación colonial que no va a resolver de forma definitiva las necesidades del pueblo palestino. Acá una paz justa es una paz donde haya derecho al retorno, donde la Palestina sea única, del río al mar y no es lo que se está proponiendo. Hay que seguir multiplicando las acciones por eso, y en nuestro país seguir exigiendo: no en nuestro nombre. Tenemos que tomar lo que dicen nuestros compañeros judíos: que este Estado apoye a ese genocidio, a ese criminal de guerra como es Netanyahu, no es en nuestro nombre, cuando sabemos lo que significa un genocidio en nuestra historia. El genocidio de los pueblos originarios, el genocidio de la última dictadura: tenemos que decir no en nuestro nombre y seguir reclamando la ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales. Hoy es un momento en el que Israel está aislado internacionalmente, así que hay que presionar.

El gobierno nacional también parece estar en ese mismo aislamiento…

Por eso, hay que seguir denunciando a este gobierno que no solo es cómplice de ese genocidio sino que viene llevando adelante un desastre en materia económica y social y que por eso está recibiendo fuertes golpes. Acá vamos a estar para plantear una alternativa.

¿Cómo se comportó el gobierno nacional con ustedes los detenidos?

Cancillería hizo… el trabajo administrativo para saber que estábamos ahí, y comunicarse con nuestra familia. Nos lo dijeron con claridad: estuvo el cónsul, pero no fue el embajador. Y esa es una decisión política. Hubo una decisión política de no exigir nuestra inmediata libertad y eso fue lo que sucedió. Estuvimos en Jordania con los diplomáticos de Uruguay, que fueron quienes nos buscaron y acompañaron en el proceso de volver a casa.

Llegaste. Y ahora, ¿qué vas a hacer?

Hoy pretendo quedarme un rato en mi casa. Ayer no me despegué de mi hija desde que llegué al aeropuerto… Y después que la logré dormir me fui a Aeroparque a recibir a Cascote, el compañero que llegó de madrugada. Volví, dormí unas horitas, y acá estoy.

¿Qué edad tiene tu hija?

9 años.

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Nota

9 años sin Lucía Pérez

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La familia de la joven realizó una marcha en Mar del Plata a nueve años del crimen. Lucia tenía 16 años al ser víctima de un narcofemicidio. El aniversario llega en el marco de un nuevo proceso que tiene a sus padres, Marta y Guillermo, otra vez en los laberintos de una justicia que no resuelve el caso y hasta descartó que se haya tratado de un femicidio. «Hoy es un día demoledor, pero lejos de estar tirados en la cama estamos luchando por todos», dijo Marta (en la foto de portada, rodeada por Guillermo y su hijo Matías). Recordó que hace nueve años habla de «narcofemicidio», figura que hoy se pone de relieve con los asesinatos de Lara Gutiérrez, Brenda del Castillo y Morena Verdi. Por eso, la familia pidió: «Despertemos. Esto que nos está pasando es un Estado narco y ausente en todos los derechos».

Marta Montero, mamá de Lucía Pérez, agarró el micrófono durante la marcha en Mar del Plata y lo primero que hizo fue agradecer: “Gracias por estar juntos una vez más, por esta lucha que llevamos todos, por ustedes, nuestros padres y abuelos”. Después, mirando a la marcha de jubilados y jubiladas que había llegado hasta el monumento a San Martin en Mar del Plata, unió agendas y resistencias: «Hoy ustedes cumplen 2 años de su lucha”. Y, finalmente, abrazó: “Hoy se cumplen 9 años del femicidio de Lucía. Para nosotros es un día demoledor, pero lejos de estar tirados en la cama, estamos luchando por todos”.

Marta Montero pronunció estas palabras en un aniversario que tiene a la causa sumida en un laberinto que la justicia no resuelve hace nueve años. Primero, fue un juicio que absolvió a los acusados de femicidio: los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale dictaminaron que no hubo femicidio ni abuso sexual sino que condenaron a Matías Farías y Juan Pablo Offidani por comercialización de estupefacientes.

9 años sin Lucía Pérez

Imágenes del acto en las calles marplatenses. Foto: Florencia Ferioli.

La familia logró iniciar un jury político a los jueces Urso y Viñas (Carnevale consiguió la jubilación anticipada en tiempos de María Eugenia Vidal en la gobernación), pero resultaron absueltos. El proceso sentó un precedente sobre el control social y político a nivel judicial.

En 2023, la lucha de la familia, apoyada por todo una red de organizaciones nucleadas en la Campaña Somos Lucía, logró tirar abajo ese primer juicio y realizar otro que terminó condenando a perpetua a Farías por «abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida, por el suministro de estupefacientes y en el marco de un contexto de violencia de género, en concurso ideal con femicidio«. En el caso de Offidani, le dieron 8 años de condena como partícipe secundario del femicidio que, sumados a la condena previa por el delito de “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo”, le significan 15 años de prisión.

9 años sin Lucía Pérez

Foto: Florencia Ferioli.

Sin embargo, este año la Sala IV del Tribunal de Casación Penal, integrada por los jueces Víctor Violini y María Florencia Budiño, descartó que haya sido un femicidio y remitió las actuaciones al Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mar del Plata para que establezca una nueva pena para Farías, pero sólo por el delito abuso sexual con acceso carnal agravado, cuya pena máxima es de 15 años. La instancia judicial de «cesura», como es llamada, reveló las contradicciones de un sistema judicial que expone a la familia nuevamente ante el dolor de tener que explicarlo todo otra vez. Así, entre instancias de apelación a la Corte Suprema, en un país cuyo presidente y ministro de Justicia niegan la figura de femicidio, con la sociedad conmovida ante otro triple narcofemicidio bonaerense, llega el noveno aniversario de Lucía.

9 años sin Lucía Pérez

Foto: Florencia Ferioli.

En Mar del Plata, las columnas caminaron por las calles de la ciudad hasta llegar a la Municipalidad donde se gritó “Presente” cada vez que se nombró a Lucía y a larga lista de víctimas de femicidios que sacuden nuestro país: según el Observatorio Lucía Pérez son 203 los femicidios y travesticidios solamente en lo que va del año. La marcha fue una de las más de 170 que recorrió calles de todo el país exigiendo justicia durante el 2025.

“Hace 9 años cuando mataron a Lucia hablábamos del narco, del dealer, y hoy desgraciadamente lo vemos con el triple femicidio y con cada una de las mujeres que nos matan”, dijo Marta. Y se preguntó: “Lucía era la hija que cualquiera tiene, eso era Lucía. Nuestra lucha es por nuestras hijas, por nuestros hijos. ¿Qué país queremos construir? ¿Qué país queremos dejar? Despertemos. Esto que nos está pasando es un Estado narco y ausente en todos los derechos”.

En diálogo con lavaca Marta mandó un video que termina en una pregunta. Mirando a cámara interpeló: “Hoy se cumplen los 9 años del narcofemicidio. Esto era lo que nosotros hablábamos hace 9 años. Lo que estábamos viendo. Lo que hoy nos está pasando con nuestras pibas. El tríple femicidio, narcofemicidio quedó muy al descubierto. Esto nos pasa en los barrios. Esto es lo que nos está pasando hoy. ¿Qué hacemos?”

9 años sin Lucía Pérez

Foto: Florencia Ferioli.

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Foto: Florencia Ferioli.

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Foto: Florencia Ferioli.

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Foto: Florencia Ferioli.

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Foto: Florencia Ferioli.

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