CABA
Política, democracia y una propuesta: consulta popular sobre el modelo de agronegocios
Después de dos años de lucha, la asamblea de Villa Constitución Sin Venenos logró que el Concejo Deliberante reglamente la ordenanza que habilita a convocar a una consulta popular para que sean los vecinos y vecinas quienes decidan sobre la instalación de un depósito de almacenamiento y fraccionamiento de fertilizantes en la ciudad. De concretarse, sería la primera consulta en la historia de Santa Fe, corazón del agronegocio. Las experiencias de Esquel (Chubut) y Loncopué (Neuquén) que marcaron el camino. La historia completa de la asamblea. La generación que se reconoce hija del Villazo. Claves para pensar la política y la democracia en un año electoral.
En Argentina pareciera que el escenario electoral está centralizado en operaciones de prensa, periodistas que parecen espías, spots que mienten en cadena nacional, carpetazos y fake news, pero a las 13:40 de este jueves 25 de julio el Concejo Deliberante de Villa Constitución (Santa Fe) inició una sesión extraordinaria que culminó seis minutos después con un canto a pura garganta:
- “Olé olé / Olé olá / No más venenos, fuera Nitrón / Este es el pueblo pidiendo una solución”.
Hubo aplausos, abrazos y llantos que estallaron para festejar lo que la asamblea Villa Constitución Sin Venenos venía exigiendo hace dos años: la reglamentación por parte del Concejo de una ordenanza que habilita la consulta popular como dispositivo de elección de las iniciativas de los vecinos.
El reclamo es puntual: el rechazo a la instalación de un depósito de almacenamiento y fraccionamiento de fertilizantes de la empresa Nitron en la Zona Franca Santafesina, que reunió en 2017 10 mil firmas que reclamaban una consulta para que sea el pueblo quien decida si le otorga o no licencia social a una empresa de ese tipo.
En un año electoral, además, el planteo implica nuevas lógicas políticas, no partidistas: “No sólo nos pone contentos y alegres la lucha particular contra Nitron, sino que estamos ante la habilitación de una herramienta democrática que abre el espectro a las ganas de participar de la gente sin reducir el acto democrático a la elección de los representantes”, dice a lavaca la abogada Bárbara Chazarreta en medio de la asamblea.
“Y lo que pasa es que acá estamos luchando contra un gran grupo económico. Por eso esta consulta es fundamental no sólo para Villa, sino para el pueblo en general”.
Entre aplausos, abrazos y llantos surge también una novedad: el significado de la política y de la democracia cuando está en manos de los pueblos.
¿Qué es la política?
La parodia vecinal de una boda entre la multinacional Nitron y la municipalidad local. La consulta popular busca que sean vecinas y vecinos quienes definan si hay licencia social para un proyecto contaminante.
La historia de Villa Constitución Sin Venenos está contada en la edición 135 de MU (Stop cáncer). La preocupación comenzó cuando en el pueblo vieron un cartel premonitorio: “Próximamente, Nitron”. Investigaron y se enteraron del significado de ese presagio: una “importante inversión” de 40 millones de dólares para un proyecto de depósito y fraccionamiento de más de 160 mil toneladas de fertilizantes, en un galpón emplazado a tan solo 340 metros de la zona urbana y a 200 de la planta de Acindar. El encadenamiento es casi automático: planta de químicos, posible contaminación por múltiples vías, riesgos enormes para la salud de los pobladores de la zona.
Nitron fue fundada en 1982, tiene sede en Connecticut (Estados Unidos) y se presenta como la empresa “líder mundial en comercialización de químicos y fertilizantes para la agricultura” con una facturación de más de 1.600 millones de dólares. Concentra el 35% del mercado. Su principal destino es Sudamérica. Pero un extraño dato surge de su página web: tiene poco más de 100 empleados en el mundo. La proporción se ajusta a nivel local: según la documentación presentada ante la Provincia, el depósito de Villa Constitución emplearía solo a seis personas.
El grupo económico que Chazarreta nombra toma forma en un nombre: Guillermo Misiano, dueño de medios de comunicación en la zona y en San Nicolás, y también del PTP Group, principal usuario directo de la Zona Franca (es decir, empresas que pueden operar). Su nombre saltó a las portadas de varios medios cuando la diputada Elisa Carrió lo denunció en 2016 por contrabando y evasión. PTP Group se presenta como “un holding de capitales argentinos” especializado en la operación de terminales portuarias y prestación de servicios logísticos integrales en América Latina. Consolidó su presencia a lo largo de la estratégica Hidrovía Paraná-Paraguay en un tramo de 1.500 kilómetros.
En 2017, la asamblea logró una audiencia pública a la que asistieron más de 500 vecines: sirvió para mostrar un rechazo general y exponer un modus operandi político. “La empresa presentó el estudio de impacto ambiental diez días después de la audiencia, las autoridades sabían la verdad, pero no nos dijeron nada. Recién en enero supimos por los medios que lo habían aprobado”.
Aparecieron entonces las primeras irregularidades: “En el estudio citaban como uso del suelo un decreto del gobierno anterior para zonificar la Zona Franca y así establecerla para uso industrial. Técnicamente, no corresponde, pero así arrancaron el proceso”. Se presentó una medida de amparo, cuya resolución –explican desde la asamblea a lavaca– debería conocerse en los primeros días de agosto.
Víctor Secreto, médico general, y concejal electo por el Frente Social y Popular: “Cuando salimos de la audiencia entendimos dos cosas. Primero, que la lucha era justa y tenía un importante apoyo social. El salón rebalsó y hubo que sacar los parlantes a la calle. Y segundo, observamos la trama entre la provincia, el municipio y la empresa. Ahí supimos que, si no era a través de la voluntad popular, esto no tenía sentido. Por eso impulsamos la consulta popular”.
Necesitaban juntar 3.900 firmas, el 10 por ciento del padrón. En un mes y medio juntaron 10 mil: “La gente pasó entonces de la firma a poner el cuerpo en asambleas. Fue un punto de quiebre importantísimo”. Allí surgió un nuevo obstáculo: la ordenanza que había aprobado el mecanismo de la consulta popular como dispositivo democrático en Villa Constitución nunca había sido reglamentada. Pasaron dos años en los que se repitieron las audiencias, convocaron expertos, fueron a escuelas, realizaron una histórica marcha de 2000 personas iniciaron un acampe que lleva cuatro meses y sostuvieron una jornada de 27 horas en la que sufrieron dos represiones. Así, lograron lo histórico: la provincia de Santa Fe está al borde de su primer consulta popular de la historia.
Y un detalle no menor: la noticia llega en uno de los corazones del agronegocio en Argentina.
¿Cómo llegar a la consulta popular?
Después de la represión, la asamblea logró que el intendente Jorge Berti (FpV) habilitara una mesa de diálogo para empezar a trabajar en la reglamentación de la consulta popular.
Circularon borradores que les vecines rechazaron por varias restricciones. Una de ellas era que una vez reglamentado el proyecto debía ser enviado al gobierno provincial para su aprobación. “Dijimos que no, porque la ordenanza es local. Que sepa el conocimiento de su existencia, sí, porque es el Tribunal Electoral quien debe ponerse en movimiento, pero no para su aprobación”. Este jueves la sesión se demoró porque el proyecto contenía algunas de las restricciones que se habían subsanado. A contrarreloj, la asamblea fue hasta la Municipalidad a buscar una nueva firma del Ejecutivo para discutir el proyecto consensuado.
Secreto explica qué se votó: “La consulta quedó reglamentada así por dos vías: puede ser por iniciativa del municipio o por iniciativa popular, cuyo proceso es reunir las firmas del 10 por ciento del padrón electoral”.
La abogada Chazarreta suma: “Teníamos una ordenanza, pero para que sea eficaz y válida tenía que ser reglamentada. Eso es lo que pasó hoy”. Según el proyecto, la consulta –a priori- no es vinculante, pero si el 35 por ciento del padrón electoral del municipio acude a votar, el Ejecutivo debe proceder todos los caminos administrativos y legales para cumplir la decisión.
Villa Constitución busca así inscribir su lucha en los hitos de las asambleas que se plantan ante el extractivismo en todo el país. El primer referéndum de carácter obligatorio en Argentina se realizó en Loncopué (Neuquén), en 2012, que debía expresarse acerca del Sí a una norma que buscaba prohibir la megaminería a cielo abierto. Sobre más de 3600 empadronados, debía votar el 50% para que la consulta tuviera validez: votó el 72% y la ordenanza se aprobó por una mayoría del 82%.
En 2003, el 81% de los habitantes de Esquel (Chubut) había votado para que no se instalara un proyecto minero. Si bien el proceso no era vinculante (se trató de un plebiscito que el Ejecutivo no estaba obligado a acatar), el peso político que tuvo la movilización social de la Asamblea No a la Mina logró que, por primera vez en América Latina, la comunidad lograra frenar un proyecto transnacional de estas características.
La asamblea de Villa Constitución, debido al apretado cronograma electoral de las PASO y las generales de octubre, acordó una fecha tentativa de la consulta para el 29 de septiembre. Chazarreta: “Ahora va a depender de lo que disponga el Tribunal Electoral de la provincia. Hicimos también el pedido para que el Ejecutivo convoque a la mesa que reglamentó la consulta para que sume al Tribunal y pueda agilizar. Es el pasito que está faltando”.
Secreto apunta que concretar esa fecha será el próximo objetivo. “Va a estar peleado, por la presión que empiece a existir. Por eso va a ser fundamental la colaboración del resto de las agrupaciones ambientalistas tanto de la provincia como del país, porque para hacer la fuerza necesaria en Santa Fe es importantísimo que todo el mundo se haga eco de esta consulta. En estos dos meses la clave es lograr que esto sea parte de la agenda, porque va a marcar un antes y después no sólo en la historia de lucha de Villa o de Santa Fe, sino también de todo el país por el marco de legitimidad que tendrá”.
El pueblo deliberante
La artista Betiana Charny cuenta un detalle: a las sesiones del Concejo no suele ir nadie. “Hoy estaba lleno, con pibes, con vida. Y había una tribuna como si fuera un recital”.
¿Qué implica eso? “Llegar a este punto es mérito absoluto del grupo que lo arrancó, y de todo lo que se sumó después, porque ese oleaje fue el que hizo este tsunami. Muchos de los que estaban hoy, y del recambio que hubo porque estuvimos desde las 11 de la mañana hasta las 2 de la tarde, fueron los pibes que se sumaron a la carpa. Fue muy emocionante ver a las distintas generaciones que compartieron la espera”.
Ese cruce generacional queda explícito cuando la asamblea –en sus comunicados- se reconoce hija de Villazo, la histórica huelga de los trabajadores metalúrgicos que en los ´70 ganó la seccional de la UOM con una comisión combativa y sumó el apoyo del pueblo en jornadas masivas en la misma plaza que hoy es el epicentro de esta lucha. La represión a esa gesta fue brutal, y por eso en Villa Constitución reconocen que este reclamo reactivó una memoria histórica.
Cielo Rivas, otra de las jóvenes asambleístas: “Somos la siguiente generación. Luego de la represión Villa quedó adormecida, muy callada, individualista y se quiso tapar u olvidar por dolor o miedo. Cuando empezamos con lo de Nitron, una de las mujeres que estuvo en los 70 nos decía que las asambleas habían quedado en la historia. Pero nosotres venimos a continuar esa lucha. Y, más que nada hoy, a recuperar esa democracia”.
Charny destaca otro aspecto: “En todas las reuniones hubo vecinos que no son técnicos ni abogados, pero que se pusieron a leer, fueron, y hablaron. Eso habla de una cuestión de formación brindada desde un lugar horizontal. Eso es lo novedoso y revolucionario de este tipo de movimientos. Lo que sigue ahora es profundizar y seguir traspasando puertas. Que la gente vaya a votar. Si eso lo garantizamos, ganamos”.
Secreto sospecha que el logro de hoy tiene una magnitud que el tiempo ubicará en otro plano.
Y abre el juego: “Es importantísimo para el futuro de nuestra ciudad, pero también para otros reclamos. Si lo logramos concretar, y estamos seguros que sí, esta lucha va a marcar un camino a seguir”.
Parte del acampe que está logrando que la democracia sea activa y no pasiva en Villa Constitución.
CABA
La vida de dos mujeres en la Isla de la Paternal, entre la memoria y la lucha: una obra imperdible

Una obra única que recorre el barrio de Paternal a través de postas de memoria, de lucha y en actual riesgo: del Albergue Warnes que soñó Eva Perón, quedó inconcluso y luego se utilizó como centro clandestino de detención; al Siluetazo de los 80´, los restoranes notables, los murales de Maradona y el orfanato Garrigós, del cual las protagonistas son parte. Vanesa Weinberg y Laura Nevole nos llevan de la mano por un mapa que nos hace ver el territorio cotidiano en perspectiva y con arte. Una obra que integra la programación de Paraíso Club.
María del Carmen Varela
Las vías del tren San Martín, la avenida Warnes y las bodegas, el Instituto Garrigós y el cementerio de La Chacarita delimitan una pequeña geografía urbana conocida como La Isla de la Paternal. En este lugar de casas bajas, fábricas activas, otras cerradas o devenidas en sitios culturales sucede un hecho teatral que integra a Casa Gómez —espacio dedicado al arte—con las calles del barrio en una pintoresca caminata: Atlas de un mundo imaginado, obra integrante de la programación de Paraíso Club, que ofrece un estreno cada mes.
Sus protagonistas son Ana y Emilia (Vanesa Weinberg y Laura Nevole) y sus versiones con menos edad son interpretadas por Camila Blander y Valentina Werenkraut. Las hermanas crecieron en este rincón de la ciudad; Ana permaneció allí y Emilia salió al mundo con entusiasmo por conocer otras islas más lejanas. Cuenta el programa de mano que ambas “siempre se sintieron atraídas por esos puntos desperdigados por los mapas, que no se sabe si son manchas o islas”.


La historia
A fines de los ´90, Emilia partió de esta isla sin agua alrededor para conocer otras islas: algunas paradisíacas y calurosas, otras frías y remotas. En su intercambio epistolar, iremos conociendo las aventuras de Emilia en tierras no tan firmes…
Ana responde con las anécdotas de su cotidiano y el relato involucra mucho más que la narrativa puramente barrial. Se entrecruzan la propia historia, la del barrio, la del país. En la esquina de Baunes y Paz Soldán se encuentra su “barco”, anclado en plena isla, la casa familiar donde se criaron, en la que cada hermana tomó su decisión. Una, la de quedarse, otra la de marcharse: “Quien vive en una isla desea irse y también tiene miedo de salir”.
A dos cuadras de la casa, vemos el predio donde estaba el Albergue Warnes, un edificio de diez pisos que nunca terminó de construirse, para el que Eva Perón había soñado un destino de hospítal de niñxs y cuya enorme estructura inconclusa fue hogar de cientos de familias durante décadas, hasta su demolición en marzo de 1991. Quien escribe, creció en La Isla de La Paternal y vio caer la mole de cemento durante la implosión para la que se utilizó media tonelada de explosivos. Una enorme nube de polvo hizo que el aire se volviera irrespirable por un tiempo considerable para las miles de personas que contemplábamos el monumental estallido.
Emilia recuerda que el Warnes había sido utilizado como lugar de detención y tortura y menciona el Siluetazo, la acción artística iniciada en septiembre de 1983, poco tiempo antes de que finalizara la dictadura y Raúl Alfonsín asumiera la presidencia, que consistía en pintar siluetas de tamaño natural para visibilizar los cuerpos ausentes. El Albergue Warnes formó parte de esa intervención artística exhibida en su fachada. La caminata se detiene en la placita que parece una mini-isla de tamaño irregular, sobre la avenida Warnes frente a las bodegas. La placita a la que mi madre me llevaba casi a diario durante mi infancia, sin sospechar del horror que sucedía a pocos metros.
El siguiente lugar donde recala el grupo de caminantes en una tarde de sábado soleado es el Instituto Crescencia Boado de Garrigós, en Paz Soldán al 5200, que alojaba a niñas huérfanas o con situaciones familiares problemáticas. Las hermanas Ana y Emilia recuerdan a una interna de la que se habían hecho amigas a través de las rejas. “El Garrigós”, como se lo llama en el barrio, fue mucho más que un asilo para niñas. Para muchas, fue su refugio, su hogar. En una nota periodística del portal ANRed —impresa y exhibida en Casa Gómez en el marco de esta obra— las hermanas Sosa, Mónica y Aída, cuentan el rol que el “Garri” tuvo en sus vidas. Vivían con su madre y hermanos en situación de calle hasta que alguien les pasó la información del Consejo de Minoridad y de allí fueron trasladas hasta La Paternal. Aída: “Pasar de la calle a un lugar limpio, abrigado, con comida todos los días era impensable. Por un lado, el dolor de haber sido separadas de nuestra madre, pero al mismo tiempo la felicidad de estar en un lugar donde nos sentimos protegidas desde el primer momento”. Mónica afirma: “Somos hijas del Estado” .
De ser un instituto de minoridad, el Garrigós pasó a ser un espacio de promoción de derechos para las infancias dependiente de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de Argentina (SENAF), pero en marzo de este año comenzó su desmantelamiento. Hubo trabajadorxs despedidxs y se sospecha que, dado el resurgimiento inmobiliario del barrio, el predio podría ser vendido al mejor postor.
El grupo continúa la caminata por un espacio libre de edificios. Pasa por la Asociación Vecinal Círculo La Paternal, donde Ana toma clases de salsa.
En la esquina de Bielsa (ex Morlote) y Paz Soldán está la farmacia donde trabajaba Ana. Las persianas bajas y los estantes despojados dan cuenta de que ahí ya no se venden remedios ni se toma la presión. Ana cuenta que post 2001 el local dejó de abrir, ya que la crisis económica provocó que varios locales de la zona se vieran obligados a cerrar sus puertas.
La Paternal, en especial La Isla, se convirtió en refugio de artistas, con una movida cultural y gastronómica creciente. Dejó de ser una zona barrial gris, barata y mal iluminada y desde hace unos años cotiza en alza en el mercado de compra-venta de inmuebles. Hay más color en el barrio, las paredes lucen murales con el rostro de Diego, siempre vistiendo la camiseta roja del Club Argentinos Juniors . Hay locales que mutaron, una pequeña fábrica ahora es cervecería, la carnicería se transformó en el restaurante de pastas Tita la Vedette, y la que era la casa que alquilaba la familia de mi compañera de escuela primaria Nancy allá por los ´80, ahora es la renovada y coqueta Casa Gómez, desde donde parte la caminata y a donde volveremos después de escuchar los relatos de Ana y Emilia.
Allí veremos cuatro edificios dibujados en tinta celeste, enmarcados y colgados sobre la pared. El Garrigós, la farmacia, el albergue Warnes y el MN Santa Inés, una antigua panadería que cerró al morir su dueño y que una década más tarde fuera alquilada y reacondicionada por la cheff Jazmín Marturet. El ahora restaurante fue reciente ganador de una estrella Michelín y agota las reservas cada fin de semana.
Lxs caminantes volvemos al lugar del que partimos y las hermanas Ana y Emilia nos dicen adiós.
Y así, quienes durante una hora caminamos juntxs, nos dispersamos, abadonamos La Isla y partimos hacia otras tierras, otros puntos geográficos donde también, como Ana y Emilia, tengamos la posibilidad de reconstruir nuestros propios mapas de vida.
Atlas de un mundo imaginado
Sábados 9 y 16 de agosto, domingos 10 y 17 de agosto. Domingo 14 de septiembre y sábado 20 de septiembre
Casa Gómez, Yeruá 4962, CABA.
Actualidad
Discapacidad: “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”

Se concretó este martes la marcha de personas con discapacidad y familiares, frente a quienes el gobierno hizo más de lo mismo: envió Policía y Gendarmería a amedrentarlos y amenazarlos, pese a que no estaban siquiera rompiendo el protocolo. Los gendarmes y policías tuvieron así la notable actitud de empujar y agredir a manifestantes con discapacidad que estaban reclamando pacíficamente por la motosierra aplicada a sus tratamientos, lo cual rompe toda frontera de la palabra «vulnerable».
Compartimos aquí la crónica realizada por el diario autogestivo Tiempo Argentino al respecto, reflejo de lo que está ocurriendo en el país.
Por Tiempo Argentino
Fotos: Antonio Becerra.
En protesta por el veto presidencial a la Ley de Emergencia, organizaciones de personas con discapacidad concentraron frente al Congreso, rodeado por policías y gendarmes. El reclamo se multiplicó en distintos puntos del país.
“Vallaron todo, nos rodearon de una manera exagerada. No es una movilización agresiva, nunca lo fue. No era necesaria tanta policía, tanta militarización”, criticaba Fernanda Abalde mientras emprendía la retirada de la masiva concentración frente al Congreso contra el veto de Javier Milei a la Ley de Emergencia en Discapacidad. Coordinadora de un centro de profesionales en neurodesarrollo y hermana de una persona con discapacidad a quien le recortaron las pensiones, sufre en carne propia el ajuste y el maltrato sobre el sector, que afecta tanto a prestadores como familias.
“Hay mucho maltrato del sistema a las familias, no es un sistema accesible. No solo en lo económico, es agresivo. Este año fue terrible. Hasta junio no estaban autorizados tratamientos presentados en noviembre del año pasado, por ejemplo. Siempre hubo un golpe a la discapacidad, pero este año fue muy atípico, recortaron muchos tratamientos, demoraron las autorizaciones, se planchó el nomenclador”, enumeró Abalde, coordinadora de Pulsar NeuroSocial y miembro del colectivo de Prestadores en Unidad CABA y GBA. “Es un sector con mucha demanda y se lo está desmantelando. Hay muchas familias que no pueden costear sus tratamientos”, lamentó en diálogo con Tiempo.

Represión como respuesta
La protesta había comenzado 11.30. Pasado el mediodía la concentración ya era masiva y comenzó el operativo represivo, con un número desproporcionado de efectivos de Policía Federal y Gendarmería que empujaban incluso a grupos de manifestantes entre los que había personas en silla de ruedas que gritaban contra el veto y solo portaban carteles por los derechos de las personas con discapacidad.

La Ley de Emergencia en Discapacidad busca revertir un panorama que por estos días es desolador. Según un informe reciente de la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la pensión por invalidez laboral está congelada en $217.000 y una maestra de integración en la escuela común cobra solo $3.000 la hora, con una demora de 180 días. Todo esto, mientras se recortaron pensiones por discapacidad y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) proyecta recortar otros cientos de miles. Se trata de pensiones de 270 mil pesos, más un bono que lleva el total a poco más de 300 mil.
“Uno va pidiendo ayuda en la familia, se hace lo que se puede. Pero esperemos que este hombre recapacite”, pidió ante las cámaras Olga, una jubilada que marchó ante el Congreso, dirigiéndose a Milei. “Hay remedios que tuve que suspender. Hay muchas cosas que tienen que cambiar en la casa para poder subsistir. Para poder seguir adelante por mi hija”, dijo a C5N.

Un reclamo federal
La masiva protesta frente al Congreso se replicó también en distintos puntos del país. “Si la crueldad avanza, salimos a las plazas”, había anunciado la Asamblea De Trabajadores de Inclusión (ATI) al convocar para este martes a una Jornada Federal por la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Córdoba fue escenario de las protestas más concurridas. Desde la Plaza San Martín de Córdoba Capital, Virginia Els –presidenta de la Cámara de Prestadores de Discapacidad de Córdoba (Capredis)- destacó el gran número de familias que se sumó a reclamar, junto a prestadores, transportistas y profesionales. “El veto incrementó el reclamo. Ahora estamos intentando alzar la voz para que los diputados escuchen el reclamo y vuelvan a votar la ley con los dos tercios necesarios para que se sostenga. Fue algo multitudinario, con mucha más participación de familias que antes”, resaltó.

Los motivos de protesta son varios, pero todos tienen que ver con frenar el maltrato y el ajuste sobre el sector, ante una política cruel que afecta a todos los actores del circuito. “Reclamamos que se actualicen los aranceles, que se contemplen otros criterios para las auditorías. El tema de las prestaciones está en una etapa crítica: las instituciones están cerrando”, advirtió.
El embate contra el sector es tal que está generando un nivel de unidad inédito: “En Córdoba, prestadores, instituciones, profesionales independientes, familias, personas con discapacidad, estamos todos muy unidos. Estamos todos trabajando a la par. Es algo que nunca había sucedido. Nos unió el espanto”, resumió Els.
Franco Muscio, terapista ocupacional al frente de un centro de día en la zona de Sierras Chicas, se acercó a la capital provincial para participar de la protesta. “El servicio es cada vez más precario, una situación alarmante y angustiante y un Estado nacional que no da respuesta. Este año es imposible sostener las prestaciones. Cada vez hay más recortes. No sé cómo vamos a seguir. Las familias son las más perjudicadas”, sentenció ante las cámaras. “Sin espacios como los nuestros, se pierde calidad de vida. Hace diez años que estoy en esto. Nunca había pasado algo así”.

CABA
El teatro sale a la calle por la derogación del decreto 345

A 44 años del atentado al Teatro Picadero en plena dictadura, distintas salas, artistas, productores y gestores organizan un encuentro para conectar pasado y presente. De Teatro Abierto al Festival ENTRÁ, la organización contra el desmantelamiento del sector, representado en el decreto 345, para defender la cultura, la identidad y crear lo que viene.
Por María del Carmen Varela
El 6 de agosto de 1981, a pocos días de haberse iniciado el ciclo Teatro Abierto, el Teatro Picadero sufrió un atentado que lo dejó en ruinas. Por eso, 44 años después, bajo otro ataque sistemático a la cultura, la comunidad teatral sale a la calle para recordar y exigir.
La propuesta reza:
El Teatro está Abierto: ENTRÁ.
La historia no se repite igual, pero rima.
El miércoles próximo, de 17.30 a 19.30, en la puerta del Teatro Picadero, Pasaje Santos Discépolo 1857, CABA, trabajadorxs de las artes escénicas se reunirán para celebrar que el teatro sigue abierto y para defender al Instituto Nacional del Teatro que por el decreto 345 está siendo desmantelado.
La gacetilla anuncia la participación de Lorena Vega, Valeria Lois, Elisa Carricajo, Laura Paredes, Andrea Nussembaum, María Inés Sancerni y Mariano Sayavedra leyendo framentos de “Decir sí” de Griselda Gambaro, “El Acompañamiento” de Carlos Gorostiza, “Parlamento” del grupo Piel de lava y “Civilización” de Mariano Saba. Un diálogo entre obras que fueron parte de aquel ciclo y obras contemporáneas que hablan de nuestro presente. También habrá un cierre musical a cargo de Talleres Batuka.
Sigue la gacetilla: «Les invitamos a este evento que es, a su vez, un acto de conmemoración y un encuentro de resistencia. Como Teatro Abierto en los 80, hoy desde ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro en Resistencia Activa) seguimos encontrándonos para defender nuestra identidad cultural, nuestro teatro».
El texto poético que acompaña el mitín:
Ayer fue dictadura, hoy es democracia simulada
Ayer fue incendio, hoy es apagón
Ayer fue teatro como refugio, hoy es como grito
Ayer fue unión de artistas, hoy es red federal viva
Ayer y hoy: el teatro vuelve a responder como acto político y vital
En defensa de la cultura, exigimos la derogación del decreto 345.
Entrá porque es urgente
Entrá porque es ahora.
El emblemático ciclo Teatro Abierto arrancó el 28 de julio de 1981 en en el Teatro Picadero. Su organización fue un acto de resistencia en un contexto de dictadura que censuraba a dramaturgxs, directorxs teatrales, actores y actrices de la escena nacional. Un grupo de dramaturgxs comenzó a reunirse en la sede de Argentores para poner al teatro en acción: Así nació Teatro Abierto. Con una programación de 21 obras breves, se proyectó la realización de 3 funciones por día durante 3 meses. Con dramaturgxs como Carlos Gorostiza, Carlos Somigliana, Roberto Cossa, Pacho O´Donell, Griselda Gambaro y Aída Bortnik, entre otrxs, el ciclo se convirtió en un verdadero fenómeno artístico apenas iniciado. El público respondió a la convocatoria y se agotó la venta de abonos casi de inmediato. Una semana después, el 6 de agosto, se produjo el atentado que destruyó al Picadero. Al día siguiente se produjo una concurrida asamblea en el Teatro Lasalle y decidieron continuar. Varias salas teatrales ofrecieron sus instalaciones y finalmente el Tabarís, clásico espacio de la revista porteña, fue el elegido para reanudar el ciclo. Una semana más tarde, volvió Teatro Abierto con un apoyo multitudinario por parte del público que llenó la sala hasta la última función.
Contacto: +54 9 11 6914-3033 (Ana)
[email protected]
Instagram: @festivalentra
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